En
homenaje a Ramón Gómez de la Serna
Puig, nacido en Madrid el 3 de julio de 1888. Escritor y periodista. Inventor
del género literario conocido como Greguerías. Animador indiscutible de la vida
literaria madrileña, en 1914 creó una de las tertulias más frecuentadas y
famosas con que ha contado Madrid, la del Café Pombo. El golpe militar del 18
de julio de 1936 le sorprende en Madrid, donde vivía. En agosto decide marchar
con su esposa Luisa Sofovich a Buenos Aires, con el pretexto de asistir al
congreso internacional del Pen Club. Desde Argentina se decantó por los
sublevados, manifestando su apoyo al Movimiento mediante un documento junto con
otros escritores, intelectuales y artistas, además de entregar una suma
cuantiosa de dinero para financiar a los franquistas. Recibió ofertas desde
España de su amigo falangista Tomás Borrás para escribir artículos y a
comienzos de mayo de 1944 comenzó a colaborar en el diario falangista Arriba, cuyo director era Javier de
Echarri. Según Enrique de Aguinaga: “En la Navidad de 1946 en pleno aislamiento
internacional, al pie de la multitud de la Plaza de Oriente, Ramón felicita al
director de Arriba en estos términos, que el periódico publica: «Tienen ustedes
de su parte a Dios, y el Arcángel de la espada flamígera debe echar de ese
Paraíso hermético, como sólo lo es el Paraíso, a todos los que no se merezcan
estar en él. La más pura de las iniciativas, la de estar solos y sin contagio,
les ha sido concedida ¡A disfrutarla!»”[1].
El día 22 de abril de 1949 llega a la Ría de Bilbao y tres días después llega a
Madrid. Entre los actos oficiales se encuentra una recepción con el Caudillo de
España Generalísimo Francisco Franco, del que era gran admirador. Falleció el
12 de enero de 1963 en Buenos Aires.[2]
En 1985
Rafael Alberti escribía en El País un artículo donde rememoraba su relación
Ramón Gómez de la Serna en Argentina: “Ramón Gómez de la Serna vive muy
aislado, casi oculto, en la ciudad de Buenos Aires desde el inicio de nuestra
guerra civil. Yo, a pesar de que lo admiraba de verdad, me pasé muchos años sin
saludarlo, debido a su tonto e innecesario franquismo, que lo alejó de sus más
grandes amigo. […] Nunca habíamos comprendido el franquismo de Ramón, digno,
en verdad, de aquel personaje de su novela Gustavo el incongruente, pues al
principio de la guerra, allá en su soledad argentina, Ramón había escrito
greguerías laudatorias dedicadas a Ramón Franco, el aviador, creyendo que se
trataba del generalísimo. ¡Gran ramonada esta ramoniana confusión de Ramón!”.
Más tarde, y ya muerto Ramón, le dedicó este soneto: “Por qué franquista tú
torpe ramón / elefante ramón payaso harina / ramón zapato alambre golondrina /
solana madrid pombo pin pan pon / ramón senos ramón chapeaumelón / tío-vivo
ramón pipa pamplina / sacamuelas trapero orina esquina / y con de en por sin
sobre tras ramón / ramón columpio múltiple vaivén / descabezado tonto ten sin
ten / ramón orquesta solo de trombón / ramón timón tampón titiritero /
incongruente inverosímil pero / ramón genial ramón solo ramón.”[3]
El 27 de diciembre de 1945 le fue concedida la medalla de plata de Madrid y el 10 de
enero de 1963 la Medalla
de Oro.
[1] AGUINAGA, Enrique: “Gómez de la Serna y Franco”. En:
http://www.galeon.com/razonespanola/re87-agu.htm [consultado el 8/3/2016]
[2] APARISI LAPORTA, Luis Miguel: Toponimia madrileña. Proceso
evolutivo. Madrid, Gerencia Municipal de Urbanismo, Ayuntamiento de Madrid,
2001, p. 924
[3] ALBERTI, Rafael: “A la velocidad de la luz…”. El País, 23 de junio
de 1985. En: http://elpais.com/diario/1985/06/23/opinion/488325609_850215.html
[consultado el 8/3/2016]
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