sábado, 11 de abril de 2020

La Fiesta del 1º de Mayo en la Dehesa de la Villa (1918-1936)

LA FIESTA DEL 1º DE MAYO EN LA DEHESA DE LA VILLA (1918-1936)


Presentación

A lo largo de su historia la Dehesa de la Villa ha sido escenario de las más variadas actividades; entre otras, las jiras campestres que con motivo de la fiesta del 1º de Mayo, llevaban a cabo los obreros madrileños en los merenderos y zonas verdes existentes en los alrededores de la capital. Por la tarde, tras la manifestación obrera, se celebraba una jira campestre, típico acto de recreo que se realizaba en casi todas las poblaciones siempre en algún lugar próximo de belleza natural. Allí iban los trabajadores a esparcirse y recrearse, realizando meriendas, organizando a veces conciertos de guitarra, concursos, festivales y todo tipo de actos. Solían ser multitudinarias, con la participación de miles de trabajadores.
El año 1894, sin acuerdo previo, los panaderos que tenían familia resolvieron pasar la tarde del Primero de Mayo en la Fuente de la Teja, y algunos grupos de operarios internos les imitaron. Tan grata fue la jornada, que al año siguiente fue casi todo el oficio el que pasó la tarde en la Fuente de la Teja o Pradera del Corregidor. Aquel año hubo música, alquilándose un carro para llevar las meriendas y el vino, el cual, a última hora, servía de tribuna para inflamadas arengas.
En 1896-, los panaderos invitaron a pasar la tarde en su compañía a los colegas de otros oficios,  y como aquello era bueno, al año siguiente les imitaron otros grupos de obreros. Por fin, a partir de 1898 o 1899, la jira campestre entró en el programa del día, repartiéndose la gente por la Pradera del Corregidor, Moncloa, Ventas, la ribera del Manzanares… y, tras la I Guerra Mundial, la Dehesa de la Villa. A partir de 1931, la Dehesa compartirá las celebraciones del Primero de Mayo con la Casa de Campo, tras la entrega de esta finca a los madrileños por la II República.
Con motivo de la situación que vivimos queremos recordar esta época, a menudo desconocida para su vecinos pero persistente en la memoria de nuestros mayores. Sirva este texto como homenaje al 1 de Mayo, el Día de los Trabajadores.

1918



"El Socialista", 1 de mayo de 1918



PRIMERO DE MAYO DE 1918



Este es el cuarto Primero de Mayo que el proletariado conmemora en plena guerra mundial. La inmensidad de la tragedia horrible ha impedido que la Fiesta del Trabajo tuviera el carácter jubiloso que en tiempos de paz ha tenido. Nadie tiene derecho al regocijo cuando los hombres, nuestros hermanos, están cayendo a centenares de miles. Nadie tiene derecho al regocijo cuando los tremendos trastornos económicos producidos por la guerra, unidos a la torpeza y a la codiciosa actuación de los gobernantes españoles, han atraído a una situación tristísima de miseria y dolor a nuestro país.





El Primero de Mayo actual se presta a graves pensamientos, a serias reflexiones. Para todos los socialistas este día es el de la revisión del pasado y la previsión del futuro. Una revisión inmediata tenemos los socialistas españoles: la del movimiento soberbio de agosto, cuyas consecuencias están todavía pesando sobre toda la vida nacional. Una previsión de futuro debemos tener constantemente también ante nosotros, para poner todas las fuerzas de que podamos disponer -y son muchas si las basamos sobre la más formidable, que es la voluntad-, en hacer que un triunfo total de la democracia libre al país de todas sus desdichas.

1919

"El Sol", 1 de mayo de 1919

EL DÍA DE LOS TRABAJADORES
LA FIESTA OBRERA DEL PRIMERO DE MAYO
LA MANIFESTACIÓN DE HOY

Innovación interesante

La manifestación que hoy se celebra recorrerá un itinerario diferente, en parte al seguido en años anteriores.
En éstas se formó en la plaza de Isabel II, teniendo como término la Casa del Pueblo, a uno de cuyos balcones se asomaba Pablo Iglesias, que pronunciaba un discurso glosando las reclamaciones que se presentaban al Poder público.
La manifestación obrera de hoy se disolverá en la plaza de Castelar (Cibeles). En ella se colocarán tres tribunas, desde las cuales hablarán, al mismo tiempo, un representante de la Agrupación Socialista Madrileña, otro del Comité nacional del partido y otro de la Unión General de Trabajadores. Estos oradores tendrán limitado el tiempo, a fin de que terminen a la vez.
Esto se hace con el objeto de que, hecho el silencio, ocupe una tribuna Pablo Iglesias, si, como se espera, acude a la manifestación.
Las tribunas se colocarán: Una, junto al edificio de Correos; otra, a la entrada de Recoletos, y otra, a la entrada del Salón del Prado.
Desde la primera dirigirá la palabra a los manifestantes Pablo Iglesias.
Tradicionalmente se destaca de la manifestación una Comisión del partido socialista, que visita al jefe del Gobierno, para hacerle entrega de las conclusiones que elevan al mismo.

Orden de la manifestación

El orden de la manifestación obrera de hoy es el siguiente:
Grupo 1.- Irán al frente las banderas de las Agrupaciones de Madrid y Chamartín de la Rosa y la del Grupo Femenino Socialista (…)
Grupo II.- Banderas de Lavanderas y Planchadoras, Sastras, oficiales sastres La Razón del Obrero (…)
Grupo III.- Bandera de Zapateros (…)
Grupo IV.- Banderas de Profesiones y Oficios varios, Carboneros y Socorros de ciegos (…)
Grupo V.- Banderas del Arte de Imprimir y Repartidores de periódicos (…)
Grupo VI.- Banderas de Camareros, Unión Ultramarina, Establecimientos de vinos y alcoholes (…)
Grupo VII.- Banderas de la Asociación General de Dependientes de Comercio, Dependientes de sastrería, Dependientes de Pompas fúnebres (…)
Grupo VIII.- Banderas de Constructores de coches, Cocheros, Federación Nacional Ferroviaria, Sindicato de Madrid a Zaragoza y Alicante (…)
Grupo IX.- Bandera de Albañiles (…)
Grupo X.- Banderas de Obreros en hierro, Relojeros, Fumistas (…)
Grupo XI.- Banderas de Moldeadores en hierro, Broncistas, Moldeadores en metal, Constructores de camas (…)
Grupo XII.- Banderas de Marmolistas, Canteros, Escultores, Decoradores (…)
Grupo XIII.- Banderas de Gas y Electricidad, Estuquistas, Vidrieros, Fontaneros (…)
Grupo XIV.- Banderas de Peones, Desmontistas, Tejeros (…)
Grupo XV.- Banderas de Embaldosadores, Portlandistas, Pintores, Decoradores, Decoradores en papel, Poceros (…)
Grupo XVI.- Banderas de Carpinteros de taller, Pavimentadores en madera, Ebanistas (…)
Grupo XVII.- Banderas de Carpinteros de armar, Aserradores a brazo, Aserradores mecánicos (…)
Grupo XVIII.- Banderas de Jardineros, Empedradores, Limpieza y riegos, Vigilancia subterránea (…)
Grupo XIX.- Bandera de Panaderos candelistas (…)
Grupo XX.- Banderas de Panaderos de Viena, Pan Francés, Confiteros (…)

"El Liberal", 2 de mayo de 1919

LA FIESTA DEL TRABAJO
LA MANIFESTACIÓN DE AYER.- INCIDENTES.-
TIROS Y PEDRADAS.-

EN MADRID

Cono anunciábamos en nuestro número de ayer, la Manifestación del 1º de Mayo se celebraba este año con un itinerario distinto al de las anteriores, pues organizándose en la plaza de Isabel II, había de recorrer las calles del Arenal y de Alcalá hasta la plaza de la Independencia, donde había de disolverse, en vez de hacerse, como ha ocurrido otros años, en la Casa del Pueblo.

ORGANIZANDO LA MANIFESTACIÓN

Por los carteles fijados en las esquinas, por la propaganda hecha y las instrucciones profusamente repartidas, se veía el propósito de los elementos directivos de la Casa del Pueblo de exteriorizar el crecimiento de las fuerzas del proletariado militante, y habían puesto especialísimo interés en dar el mayor realce a la Manifestación para testimoniar el avance de un proletariado en el camino de su mejoramiento.
A las diez de la mañana comenzaron a desembocar por las distintas calles afluentes a la del Arenal grupos de obreros, conduciendo estandartes de las distintas agrupaciones, colocándose en los sitios previamente designados, para lo cual numerosos delegados con la insignia en el ojal, ponían toda su buena voluntad en hacer cumplir las órdenes recibidas.
La organización del cortejo se hizo difícilmente, porque este año el número de manifestantes ha superado de manera considerable al de los que concurrieron a todas las celebradas desde el año 1890, en que fue acordada la celebración de este acto por el Congreso Socialista Internacional. (…)

PABLO IGLESIAS

La magna tribuna fue ocupada después por Pablo Iglesias, quien dijo:
"Camaradas y amigos: No he venido con la pretensión de hacer un discurso, sino con la de confundirme con vosotros en esta magna Manifestación.
Podemos enorgullecernos de la situación en que nos encontramos.
Cuando estalló la guerra, y durante la guerra, se dijo que había fracasado el socialismo.
¡Hubiera fracasado si esta Manifestación hubiera sido raquítica y pobre! ¡Hubiera fracasado si no hubiéramos conseguido la jornada de ocho horas por la que venimos trabajando desde el año de 1890!
¡Fracaso, cuando la misma Conferencia de la paz ha fijado internacionalmente la jornada legal!.
¡Ahí tenéis el fracaso de Rusia, de Alemania y Hungría, donde está triunfando la clase obrera!.
Veámoslo más cerca. Si ese fracaso existiera, yo haría una pregunta a los adversarios que no quieren penetrarse de la bondad de nuestras ideas!
¿Por qué tiembla la burguesía?
Ya hemos obtenido nuestros primeros pasos y nuestra tarea es ésta:
Afianzar lo conquistado para redimir en plazo corto a la Humanidad y obtener rápidamente otras conquistas, preparándonos para ocupar el Poder. ¡Adelante! ¡Adelante hasta que veamos la ruina de los capitalistas y tremolar la bandera de nuestro triunfo! Hay que avivar la inteligencia para hacernos dignos de regir los destinos del mundo." (…)

LA JIRA OBRERA

Desde las primeras horas de la tarde los terrenos de la Dehesa de la Villa se vieron concurridísimos de familias obreras, que se disponían a consumir la mayor cantidad posible de comestibles.
La concurrencia de socialistas en aquellos terrenos fue extraordinaria.
A pesar de ello, no ocurrió el más pequeño incidente.
La jira terminó a las ocho de la noche.


"El Socialista", 2 de mayo de 1919
La jornada de ayer

Es el porvenir

No es posible dar idea de la importancia del acto de ayer. Sólo contemplando las fotografías que reproducen trozos del imponente cortejo se puede imaginar la transcendencia de la manifestación del Primero de Mayo de 1919. (…)

El tranvía bolchevique

Al disolverse la manifestación, varios millares de trabajadores rodearon a Iglesias, aclamándoles, estrujándole, queriendo todos abrazarle y estrechar su mano. El abuelo pudo, a fuerza de esfuerzos, llegar a la calle de Claudio Coello, donde subió a un tranvía de la línea Retiro-Argüelles.
El carruaje fue asaltado por los manifestantes, que lo llenaron por completo. Encima del coche, colgando de las ventanillas, iban un montón de muchachos que no cesaban de dar vivas. En torno del tranvía formó una compacta manifestación. Delante, obligando al conductor a llevar el coche despacio, púsose un grupo de trabajadores, que marchaba cantando himnos socialistas.
En estas condiciones hízose el recorrido de cerca de cuatro kilómetros que tiene la línea. La multitud no cesó en sus aclamaciones hasta dejar a Iglesias en su domicilio.
El tranvía, que sufrió algunos desperfectos, fue engalanado con ejemplares de EL SOCIALISTA.

LA JIRA
En la Dehesa de la Villa

Por la tarde acudió a la Dehesa de la Villa una enorme cantidad de familias, que pasaron allí la tarde merendando.
La banda del Asilo de la Paloma amenizó el acto, ejecutando un repertorio escogidísimo.


1920

"El Sol", 2 de mayo de 1920:

SOLEMNIDAD OBRERA
LA FIESTA DEL TRABAJO EN ESPAÑA
EN MADRID SE HACEN DISPAROS CONTRA LA MANIFESTACIÓN. - HERIDOS Y DETENIDOS. - TRANVÍAS APEDREADOS. - OTROS INCIDENTES

LA MANIFESTACIÓN SE ORGANIZA

Desde las ocho de la mañana comenzaron a llegar grupos a la plaza de Isabel II. La calle del Arenal y todas las que a ella y a la referida plaza afluyen eran un hormiguero de obreros, artesanos y mujeres del pueblo.
A las nueve y media de la mañana era imposible avanzar por la calle del Arenal en dirección a la plaza de Isabel II.
La primera bandera de la manifestación era la de la Agrupación Socialista obrera de Madrid; detrás de ésta figuraba la de la Agrupación de mujeres socialistas.
La presidencia de la manifestación estaba formada Pablo Iglesias, Besteiro, Prieto, Largo Caballero, García Cortés, López Baeza, Cordero, Araquistain, Gómez Latorre, Gálvez, Rodríguez de Julián, Cecilio, Regúlez, Torres, Álvarez, Carretero, Hernández, Arroyo y Dámaso Gutiérrez.
También formaban parte de la presidencia las señoras Virginia González, Carolina Estébanez y la viuda del poeta socialista Álvaro Ortiz.
Al llegar Pablo Iglesias, los que se hallaban más próximos rompieron en una formidable ovación y vivas al "abuelo". Los aplausos corrieron a lo largo de aquella masa humana hasta la plaza de Santo Domingo, donde estaban las últimas banderas.
A las diez en punto fueron disparados varios cohetes. Era la señal convenida para el comienzo de la manifestación. Esta se puso en marcha con grandes dificultades, pues millares de personas esperaban su paso para incorporarse a ella.

ASOCIACIONES QUE HAN ASISTIDO

Además de la Agrupación socialista y la de Mujeres del partido, han asistido a la manifestación las siguientes:
Agrupación de Chamartín de la Rosa, Banderas de Lavanderas y Planchadoras, Sastras, Oficiales sastres La Razón del Obrero, Modistas, Obreras en sobres, Gorreras, Escogedoras de trapos, Obreros y obreras en cajas de cartón, Obreras de lámparas de filamento metálico, Zapateros, Constructores de calzado y guarnecedoras, Federación de zapateros, Curtidores, Obreros en artículos de viaje, Obreros en artículos de piel, banderas de profesiones y oficios varios, Socorros de Ciegos, Sombrereros y Planchadores, Unión de Sombrereros, Auxiliares de Farmacia, Obreros de la Fábrica de Tabacos, Escuelas laicas, Arte del Postizo, Mutualidad Obrera, Profesores racionalistas, Sindicato de profesiones liberales, Vendedores ambulantes, Peleteros, Colchoneros, Tapiceros, Constructores de objetos de mimbre, Rama de juguetería, Cooperativa de casas baratas, Cordoneros, Obreros en objetos de caucho, Dependientes de espectáculos.
Banderas del Arte de Imprimir y Repartidores de periódicos.- Arte de Imprimir, Federación Gráfica Española, Socorros de la Imprenta, Sindicato de Periodistas, Encuadernadores, Repartidores de periódicos (…)
Banderas de Camareros, Sindicato de la Alimentación, Unión ultramarina, Vinos y licores, Carboneros.- Camareros, Federación de camareros, Unión del Arte Culinario, Vinos y licores (…)
Banderas de la Asociación General de Dependientes de Comercio, Dependientes de Sastrería, Dependientes de Pompas fúnebres.- Asociación de Dependientes de Comercio (…)
Banderas de Constructores de Carruajes, Cocheros, Federación Nacional Ferroviaria, Sindicato de M.Z.A., Constructores de Carruajes, Constructores de Carros, Herradores, Esquiladores (…)
Bandera de Albañiles.- Albañiles, Federación de Albañiles.
Bandera de Obreros en Hierro, Moldeadores en Metal, Cameros, Calefacción y ascensores.- Obreros en Hierro (…)
Banderas de relojeros y Fumistas, Relojeros, Joyeros, Plateros, Fumistas, Engastadores.
Banderas de Canteros Marmolistas, Escultores decoradores.- Canteros, Marmolistas, Escultores decoradores, Escultores de ornamentación, Federación de Canteros y Marmolistas.
Banderas de Gas y Electricidad, Estuquistas, Vidrieros y Fontaneros.- Estuquistas, Barnizadores de Estuco (…)
Banderas de Peones, Desmontistas, Tejeros.- Peones en general (…)
Banderas de Embaldosadores, Portlandistas, Pintores, Decoradores en Papel, Poceros.- Embaldosadores (…)
Banderas de Carpinteros de Taller, Pavimentadores en Madera, Ebanistas.- Carpinteros de Taller (…)
Banderas de Carpinteros de armar, Aserradores a brazo, Aserradores mecánicos.- Carpinteros de armar, Aserradores a brazo, Aserradores mecánicos.
Banderas de Empedradores, Limpieza y Riegos.- Empedradores, Jardineros, Limpieza y Riegos, Fontaneros municipales, Unión de Obreros municipales, Peones Camineros, Machacadoores de Piedra.
Banderas de Panaderos Candelistas de Viena, Francés, Confiteros, Molineros.- Pan Francés, Pan Candeal, Viena, Nuevo Gluten, Repartidores de pan, Confiteros y similares, Montepío de Panaderos, Obreros de las fábricas de Harina.

EN MARCHA

En las aceras había gran número de trabajadores, que al paso de la presidencia aplaudían y se incorporaban después a sus respectivas Sociedades.
Esto hizo que el paso por la calle del Arenal fuera muy lento, hasta el punto de que la bandera del partido socialista, que, como decimos, iba a la cabeza, no llegó a la Puerta del Sol hasta las once de la mañana.
En las farolas había encaramados gran número de jóvenes.
El aspecto de la Puerta del Sol era imponente.
Los manifestantes entonaban "La Internacional" y otros cantos revolucionarios, que eran acogidos con formidables ovaciones.

¿TIROS DESDE UN BALCÓN? - LOS MANIFESTANTES RESPONDEN

Al pasar la bandera de la Sociedad de panaderos frente al número 25 de la calle del Arenal, se oyeron varias detonaciones.
Según los manifestantes, se trataba de algunos disparos hechos desde un balcón de una casa de viajeros que hay en la citada finca.
Se produjo enorme revuelo. Corrieron miles de personas por las calles que afluyen a la del Arenal.
Se cerraron todas las puertas. Hubo gritos, caídas y atropellos.
Algunos manifestantes sacaron pistolas y revólveres e hicieron fuego sobre el balcón desde el cual, según creían, habían sido hechos los disparos.
Una de las balas rompió un cristal de las vidrieras del mismo.
Acudieron algunos guardias y subieron a la casa de huéspedes y practicaron una detención.

OTRO INCIDENTE

Al entrar el Grupo femenino en la calle de Alcalá se originó una nueva alarma, producida por la intentada detención de uno de los manifestantes, que cantaba algo pecaminoso.
La gente que integraba la Agrupación socialista corrió hacia el lugar del incidente, y hubo alguna confusión. Esta duró poco tiempo.
La detención no fue consumada, y se restableció la calma.

LA MANIFESTACIÓN SE DISUELVE

A las doce y media de la mañana llegaba la primera bandera a la Casa del Pueblo.
Era dificilísimo avanzar en la calle del Piamonte, excesivamente estrecha para estos actos.
A uno de los balcones de la Casa del Pueblo que dan a la calle antes citada se asomó Largo Caballero y pronunció las siguientes palabras:
"Trabajadores: La manifestación de este año ha superado en número y en importancia a las de los años anteriores.
Con ella comenzamos una nueva era, la de la conquista del Poder por la clase trabajadora. Ya no pedimos horas de jornada: pedimos y conquistaremos el Poder.
Queremos la socialización de los medios de producción; para conseguirlo, yo os aconsejo a todos la unión.
Frente a la burguesía, que aumenta la Guardia civil y su ejército, formará el ejército rojo del proletariado."
Este discurso fue recibido por la multitud con grandes aplausos.
A los lejos se oían los cánticos de los manifestantes que aún avanzaban por la calle del Barquillo hacia la Casa social.

HABLA BESTEIRO

El diputado socialista Sr. Besteiro fue acogido con una ovación que duró varios minutos.
"Pablo Iglesias -dijo- no puede dirigiros la palabra por su delicado estado de salud, y haciendo un grande sacrificio, ha podido acudir al acto para unirse a los trabajadores de Madrid.
Hoy es un día de enorme emoción, porque estos momentos son solemnes en todos los pueblos de Europa para todos los hombres que tienen conciencia socialista.
Aunque los trabajadores escriban en su bandera las palabras "Paz y humildad", no es posible sustraerse a las convulsiones y a las violencias, porque sin ellas es imposible la consecución del ideal social.
No somos nosotros -añadió- los que determinamos o elegimos estos procedimientos, sino el capitalismo, que nos provoca, y está perturbando la paz del género humano.
La lamentable situación de España dimana especialmente de la incultura y el atraso de las clases dominantes, y de un caciquismo brutal, propio de la Edad Media.
Entre el obrero y sus explotadores, la lucha tiene que ser, desgraciadamente, sangrienta, aunque nosotros la ennoblecemos y actuamos siempre con la frente alta.
Los trabajadores pueden contar con el esfuerzo del socialismo para redimir a la patria. Si no bastara, acudiremos a la Internacional, por la que ha quedado escrita la socialización de la producción universal para respetar el derecho a la vida que tiene el humilde, cuya explotación debe cesar"
Una gran ovación puso fin al discurso del Sr. Besteiro, y los manifestantes abandonaron las cercanías de la Casa del Pueblo entonando "La Internacional" y "La Marsellesa".
El desfile de obreros por su edificio social duró más de una hora, por los miles de trabajadores allí congregados.

LAS PETICIONES

Bajo sobre fueron remitidas a la Presidencia del Consejo las peticiones que los manifestantes formulan.
Restablecimiento de las garantías.
Cumplimiento de las leyes obreras.
Abaratamiento de las subsistencias.
Disminución de un 50 por 100 en el efectivo del Ejército.
Acción contra el terror blanco en Hungría.
Reconocimiento oficial del Gobierno de los Soviets.

LAS PRECAUCIONES

Estas fueron mucho y muy visibles.
En las bocacalles había retenes de guardias de Seguridad a caballo, con tercerolas.
En los centros oficiales que están en el trayecto que la manifestación ha recorrido, había también fuertes retenes de Guardia civil.

EN LA DEHESA DE LA VILLA

Desde la una de la tarde comenzaron a llegar numerosas familias obreras con sus comidas para pasar el resto del día en aquellos pinares.
A las cuatro era grande la animación, lo mismo en los numerosos merenderos que hay en la Dehesa de la Villa, como en el resto del pinar.
Durante toda la tarde reinó gran alegría.
No ocurrió incidente ninguno digno de mención.


Varias parejas de la Guardia civil de a pie y a caballo eran las encargadas de guardar el orden, que, afortunadamente, no se alteró.





1921

"El Socialista", 29 de abril de 1921

CONVOCATORIA

El domingo, 1 de mayo, se celebrará la acostumbrada Manifestación que, partiendo de la Plaza de Isabel II, recorrerá las calles del Arenal, Puerta del Sol, Alcalá, Barquillo y Piamonte, donde se disolverá.
Por la tarde se verificará una jira fraternal en la Dehesa de la Villa.
¡Trabajadores, a la Manifestación!


"El Sol", 3 de mayo de 1921:

LA FIESTA DE LOS OBREROS HA CARECIDO DE RELIEVE
SU CARACTERÍSTICA HA SIDO LA DESANIMACIÓN

EN MADRID

Antes de las diez de la mañana comenzaron a acudir el domingo a la plaza de Isabel II las banderas de las Sociedades obreras de la Unión General de Trabajadores y numerosos grupos de obreros de ambos sexos, que se agrupaban alrededor de sus estandartes.
A las diez se dispararon tres cohetes, que era la señal para que se pusiera en marcha la manifestación.
Al frente de ella iban los individuos pertenecientes al Comité del partido socialista y a la Directiva de la Casa del Pueblo.
La manifestación recorrió con perfecto orden las calles del Arenal, Puerta del Sol, Alcalá, Barquillo y Piamonte, llegando a las doce a la Casa del Pueblo.
El número de obreros que asistió al acto fue algo menor que en años anteriores, y el trayecto lo recorrieron con mayor rapidez.
Las precauciones adoptadas fueron extraordinarias. Guardias de Orden público de a pie y a caballo, con tercerolas, estaban estacionadas de trecho en trecho a lo largo del trayecto. Este lujo de fuerzas hizo que el número de curiosos que presenció el paso de la manifestación fuera también mucho menor que en otros años, por creer que existía el temor de algún desorden.
Cuando la manifestación llegó a la calle de Piamonte intentaron hablar desde los balcones de la Casa del Pueblo Trifón Gómez y Besteiro; pero los grupos comunistas promovieron un gran tumulto, y fue imposible que dichos señores hicieran uso de la palabra.
Por la tarde, muchas familias obreras fueron a merendar a la Dehesa de la Villa, formando numerosos grupos, sin que ocurriera incidente alguno.


"ABC", 3 de mayo de 1921

LA FIESTA DEL TRABAJO EN TODA ESPAÑA

Como estaba anunciado, anteayer se celebró en Madrid la manifestación obrera del 1º de Mayo, sin que hubiese que lamentar ningún incidente.
A las diez de la mañana comenzaron a reunirse en la plaza de Isabel II y calles adyacentes, los obreros que habían de tomar parte en la manifestación, agrupándose alrededor de sus respectivos estandartes.
Los partidarios de la Tercera Internacional se situaron alrededor de un cartelón en el que se leía: "¡Viva el partido comunista!".
A las diez y media se dispararon tres cohetes y se puso en marcha la manifestación, que por las calles de Arenal, Puerta del Sol, Alcalá, Barquillo y Piamonte se dirigió a la Casa del Pueblo.
Las calles del recorrido estaban enarenadas, y en las bocacalles prestaban servicio de vigilancia fuerzas de la Guardia civil y de Seguridad.
La manifestación fue presidida por Besteiro, Largo Caballero, Mora, Núñez Tomás, Trifón Gómez y otros.
Al llegar los manifestantes a la Casa del Pueblo les dirigió la palabra, desde un balcón, el compañero Trifón Gómez.
El diputado a Cortes Sr. Besteiro pretendió también hablar, pero tubo que desistir de su empeño ante las continuas interrupciones de los comunistas, que gritaban: "¡Viva Rusia! ¡Vivan los Soviets! ¡Abajo los socialistas traidores!"
El comunista Olalla, subido en las rejas de una de las ventanas, pronunció un discurso censurando duramente a los socialistas reformadores y elogiando al comunismo y los soviets rusos. Con este motivo se produjeron algunos ligeros incidentes, que fueron fácilmente sofocados, disolviéndose luego la manifestación pacíficamente.
Por la tarde se celebró la tradicional jira a la Dehesa de la Villa.


1922

"El Socialista", 29 de abril de 1922

EL PRIMERO DE MAYO

La Comisión organizadora de la Manifestación que ha de celebrarse en Madrid ha publicado la siguiente alocución:

Trabajadores: se os convoca a la Manifestación pública conmemorativa del Primero de Mayo, que partirá a las diez de la mañana de dicho día desde la plaza de Isabel II, y recorrerá las calles del Arenal, Puerta del Sol, Alcalá, plaza de Castelar, paseo de Recoletos (andén central) y plaza de Colón, donde se disolverá.
Por la tarde se celebrará una jira fraternal en la Dehesa de la Villa, esperando que en ambos actos deis muestras de vuestra cordura y educación societaria.
Trabajadores: ¡¡Viva el Primero de Mayo!! ¡¡A la Manifestación!!
Se recomienda eficazmente que no abandone las filas de la Manifestación ningún asistente a la misma, y que todos concurran hasta la plaza de Colón, donde se disolverá. (…) La Comisión organizadora.




"El Sol", 2 de mayo de 1922

EL PRIMERO DE MAYO
La Fiesta del Trabajo se celebró en toda España

Madrid

La manifestación obrera de este año ha revestido extraordinaria importancia, tanto por la calidad y unión de las fuerzas representadas como por verificarse un paro general de veinticuatro horas, al cual han cooperado los cocheros, los obreros municipales y los dependientes de comercio. El acuerdo de las Sociedades adheridas a la Unión General de Trabajadores ha sido cumplido en todas sus partes.

El servicio de orden

Temerosas las autoridades de que pudieran suscitarse graves incidentes adoptaron extraordinarias precauciones; pero, por fortuna, para nada ha tenido que intervenir la fuerza pública.
En el patio del ministerio de la Gobernación, en la Plaza Mayor, en el ministerio de Hacienda, en el Banco de España y en el ministerio de la Guerra se situaron retenes de Guardia civil de a pie y a caballo. Además, todas las bocacalles del trayecto que tenía que recorrer la manifestación estaban tomadas por piquetes de la Guardia civil, de Infantería y Caballería y del Cuerpo de Seguridad.
La guardia de Seguridad de a caballo se hallaba armada de tercerola mauser, e igualmente las secciones de guardias-ciclistas, que llevaban la carabina unos a la espalda y otros adosada a la máquina.

Se organiza la manifestación

Desde poco después de las nueve de la mañana empezó a congregarse en la plaza de Isabel II gran número de obreros, que se agruparon en derredor de los estandartes, y a las diez menos cuarto era ya imposible dar un paso por la plaza y las calles adyacentes.
A las diez en punto se dieron los avisos reglamentarios, y acto seguido se puso en marcha la manifestación. Al frente iba la bandera del partido socialista obrero español y la Agrupación de Madrid. Detrás de la bandera marchaban el diputado socialista Sr. Saborit y los señores Mora, Barrio, Vigil y otros muchos.
Los manifestantes se formaron en el orden siguiente: Unión General de Trabajadores, Asociación Femenina Socialista (…).

El trayecto

La manifestación recorrió con el mayor orden las calles del Arenal, Puerta del Sol, Alcalá, plaza de la Cibeles y paseo de Recoletos. En el recorrido empleó más de dos horas. Se calcula que los asistentes a esta manifestación obrera pasaban de 40.000.
En la plaza de Colón

Este era el lugar señalado para disolverse la manifestación. En el pedestal de la estatua de Colón se había alzado una pequeña tribuna, desde la cual algunos representantes del partido socialista y de la Unión General de Trabajadores debían dirigir la palabra a los concurrentes.
Cuando la cabeza de la manifestación llegó a la plaza, ya se encontraba allí la bandera del partido comunista, que, en la Cibeles, seguida de varios cientos de afiliados, se separó de la manifestación para adelantarse y poder ocupar la tribuna.

Incidentes

Al llegar bajo la estatua de Colón la bandera del partido socialista obrero, agrupación de Madrid, los elementos comunistas se opusieron a que este estandarte se colocara delante del comunista, y esto originó un altercado, que tuvo por consecuencia el que ambos grupos se fueran a las manos, produciendo carreras y algunos sustos.
Restablecida la calma, subieron a la tribuna los Sres. Trifón Gómez y Sanrigoberto, no sin tener que expulsar a viva fuerza a un obrero comunista que asaltó aquel recinto con el fin de ser el primero que dirigiera la palabra a la concurrencia.
Inmediatamente hizo uso de la palabra Trifón Gómez, saludando a la clase trabajadora, en nombre del compañero Pablo Iglesias, que, por encontrarse enfermo, no podía sumarse en persona a la gran manifestación. No hubo medio de oír una palabra más del discurso del orador, porque se produjo un gran escándalo a causa de intentar los comunistas dirigirse a la masa de trabajadores.
Terminado el discurso de Trifón Gómez, hablaron también Sanrigoberto y, subido en los hombros de un grupo de comunistas, Ramón Lamoneda, y en otro extremo de la plaza, igual que Lamoneda, Francisco Ruano.
El escándalo arreció de tal modo, que los que formaban algunos grupos se golpearon y destrozaron la tribuna. Hubo momentos en que se temió que las consecuencias de estos incidentes fuesen mayores, y por ello se originaron nuevas carreras, cierres de portales, etc. Afortunadamente, se impuso el buen sentido, y las Directivas de las Sociedades ordenaron, como estaba acordado, recoger las banderas, y con esto empezó a disolverse la manifestación.
Un grupo como de quinientos personas organizó una manifestación, que se encaminó a la Casa del Pueblo, donde les dirigió la palabra otro orador de los que no estaban anunciados. Luego se disolvieron con orden.
A la una de la tarde, terminado el acto obrero, empezaron a retirarse a los cuarteles las numerosas fuerzas que estaban preparadas en previsión de cualquier quebrantamiento de la tranquilidad pública.

Entrega de las conclusiones.- El Gobierno las llevará a Consejo

En la Presidencia recibió a los periodistas el subsecretario, señor Marfil, el cual dijo que le había visitado una Comisión de la manifestación obrera, formada por los Sres. Largo Caballero, secretario de la Unión General de Trabajadores; Saborit, como secretario del partido socialista, y Gana, secretario de la Agrupación socialista madrileña, para hacerle entrega de las conclusiones, que comprenden los puntos siguientes:
Control sindical obrero; Urbanización del extrarradio; amnistía para todos los delitos políticos y sociales; derogación de la ley de Jurisdicciones; reconocimiento de la República de los Soviets; que el estado auxilie a los hambrientos rusos; Reducción del cupo de filas; disminución del contingente militar y reforma de la ley del Servicio militar obligatorio, y, por último, su protesta contra la guerra de Marruecos.
El subsecretario les contestó que entregaría las peticiones al presidente del Consejo, y que seguramente algunos de los extremos serían llevados al Consejo de ministros, no de una manera formularia, sino para hacer de ellos un estudio detenido. Por lo que respecta al auxilio a los rusos, manifestó el Sr. Marfil a los comisionados que ya el presidente del Consejo había emitido la opinión del Gobierno sobre el asunto en el Parlamento.



1923

"El Sol", 2 de mayo de 1923

LA FIESTA DEL TRABAJO
Graves incidentes en la Castellana
Un inspector, varios agentes de Policía y algunos manifestantes heridos. Numerosas cargas

Se organiza la manifestación

A las diez de la mañana comenzó a formarse la manifestación obrera del Primero de Mayo en la Plaza de Isabel II; a la cabeza iban los diputados y concejales socialistas y los presidentes de todas las Sociedades obreras que constituyen la Casa del Pueblo; detrás desfilaron las Sociedades, con sus respectivos estandartes y banderas. El trayecto estaba vigilado por guardias de Seguridad y de a caballo y en el ministerio de la Gobernación y en otros puntos estratégicos se habían colocado fuertes retenes.
El trayecto que había de recorrer los manifestantes era el siguiente: calle del Arenal, Puerta del Sol, calle de Alcalá y paseo de Recoletos hasta el monumento a Castelar, en cuyo sitio se habían de pronunciar los acostumbrados discursos.
En marcha

La cabeza de la manifestación se puso en marcha minutos después de las diez, y paulatinamente fueron desfilando detrás las diversas Sociedades, con sus banderas y estandartes; durante el recorrido los manifestantes iban cantando "La Internacional" y daban vivas al socialismo, vivas enardecidos por el triunfo electoral alcanzado en la jornada del domingo. En varias ocasiones los manifestantes obligaron a detenerse a los coches, automóviles y tranvías que pretendían circular, interrumpiendo la marcha de la comitiva. Las autoridades habían dispuesto que los tranvías que hacen el recorrido por las calles de Alcalá, paseo de Recoletos y Castellana lo cortaran en aquellos puntos donde molestaran el paso de los manifestantes.
No obstante, en los primeros momentos la manifestación fue cortada por algunos coches que se habían retrasado en el cumplimiento de las órdenes dadas; con este motivo, ya en los trayectos de la calle de Alcalá y Recoletos, surgieron algunos incidentes, que no llegaron a revestir serias proporciones.

Silletazos, tiros y cargas

Al llegar la manifestación frente a la calle del Riscal, los manifestantes encontraron obstruido el paso por varios veladores, pertenecientes a una vaquería; los obreros cogieron los veladores y los arrojaron violentamente a larga distancia; esto produjo un vivo incidente. Con objeto de que el incidente no adquiriera mayores proporciones, intervino la Policía; pero ésta, lejos de apaciguar los ánimos, los excitó; uno de los manifestantes se destacó del grupo que había lanzado los veladores y dio un silletazo al comisario de Policía Sr. Trabazo, el que cayó a tierra, al parecer con graves heridas en la cabeza.
La agresión originó un tumulto indescriptible; la Policía, en defensa de su jefe, pretendió repeler la agresión y librar al Sr. Trabazo de nuevos golpes; los manifestantes comenzaron a correr en todas direcciones, y de pronto se escucharon más de 20 disparos; uno de los proyectiles fue a herir a uno de los manifestantes en el vientre, de tal gravedad, que cuando fue recogido para ser trasladado a la Casa de Socorro se hallaba agonizando; además resultó con una grave herida de bala en el cuello otro manifestante, y un soldado que se hallaba en la Castellana presenciando el paso de la manifestación.
Al parecer, hubo más heridos. Al recibirse estas noticias, del ministerio de la Gobernación salieron numerosas fuerzas de Seguridad a caballo, que se dirigieron rápidamente al lugar donde se habían desarrollado los sucesos.
Restablecida un poco la calma, los manifestantes, desordenadamente, siguieron su marcha, obligando a parar a todos los coches que interrumpían el paso de la comitiva. (…)

Otra colisión.- Asalto a la vaquería

Momentos después de ocurrir el incidente que dejamos relatado, cuando hacían uso de la palabra los oradores ante la estatua de Castelar, circuló entre los manifestantes la noticia de que habían resultado un compañero muerto y otros varios heridos de gravedad. Numerosos manifestantes retrocedieron hacia la calle del Marqués de Riscal e intentaron asaltar la vaquería, prendiendo fuego a las mesas y sillas y lanzando contra el edificio numerosas piedras.
Al ver lo que ocurría, fuerzas de la Guardia civil montada, que estaban estacionadas a la entrada de las calles que afluyen a la Castellana, dieron una violenta carga, en unión de fuerzas de Seguridad, que también acudieron del Banco de España, Casa de Correos y otros lugares; estas fuerzas fueron recibidas a pedradas. La Benemérita dio los toques reglamentarios de atención, y al ver los manifestantes que los guardias apuntaban con las carabinas se dieron a la fuga precipitadamente. Los toques de atención, las cargas y la huida de los manifestantes produjeron una gran alarma, que se extendió a toda la manifestación.


"El Socialista", 2 de mayo de 1923

LA FIESTA DEL TRABAJO SE CELEBRA ESPLENDIDAMENTE
Los trabajadores de toda España celebran como cosa propia la victoria socialista de Madrid

La Manifestación

EN MARCHA

A la hora anunciada se puso en marcha la manifestación, formada ayer por una multitud tan numerosa, llena de tanta emoción y de tanto entusiasmo, que jamás celebró otro igual el proletariado ni en Madrid se congregaron con ningún motivo tantas personas.
A la cabeza iban los cuatro diputados socialistas, más el compañero Largo Caballero, a quien la multitud ovacionó con frenesí, dando vivas durante todo el trayecto.
En muchas casas particulares había grupos de personas en los balcones, agitando los pañuelos y aplaudiendo, fundiéndose en un solo pensamiento el de los manifestantes con el de millares de ciudadanos que presenciaban el desfile y se asociaban a él de la manera más expresiva. (…)

EL ORDEN DE LA MANIFESTACIÓN

La manifestación se organizó con el siguiente orden:
Grupo 1º: Arenal, 27.- Agrupación Socialista Madrileña, Comisión Ejecutiva del Partido Socialista, Comisión Ejecutiva de la Unión General de Trabajadores (…)
Grupo 2º: …
Los núcleos obreros que marchaban detrás de cada bandera eran este año mucho más numerosos.
El paro fue ayer como no se ha visto otro igual en Madrid. Sólo circularon los coches oficiales y los tranvías.
El comercio cerró sin excepción, asociándose a la demostración pacífica.

ENTREGA DE CONCLUSIONES

En la Presidencia

Al llegar la cabeza de la manifestación frente a la estatua de Colón, se destacó la Comisión que había de entregar las conclusiones al Gobierno.
La Comisión la formaron Mora, Cordero y Gana, quienes en la Presidencia del Consejo de ministros fueron recibidos por el marqués de Alhucemas.
Las conclusiones eran las siguientes:
Primera. Reclamar del Poder público una ley estableciendo el control sindical obrero en todas las industrias.
Segunda. Protestar contra la guerra de Marruecos y reclamar que se hagan efectivas todas las responsabilidades civiles y militares.
Tercera. Que el Gobierno tome las medidas necesarias que tiendan a resolver la carestía de trabajo y la carestía de las subsistencias.
Cuarta. Que se exijan las responsabilidades consiguientes a los autores de la represión que las autoridades han realizado contra la organización obrera en Barcelona.
Quinta. Reclamar una amnistía para todos los delitos de carácter social y político.
Sexta. Afirmar que la aspiración de la clase trabajadora es socializar los medios de producción y cambio.
Séptima. Que el Parlamento dicte las leyes necesarias para acometer la urbanización del extrarradio y la construcción de viviendas baratas e higiénicas.

Hablando con el señor García Prieto

Entregó al jefe del Gobierno la Comisión las conclusiones, y de ellas hizo una ampliación verbal Cordero.
Quiso el marqués de Alhucemas presentar el espejuelo, ya hecho un cascajo, del protectorado civil, diciendo que el Gobierno iba por ese camino, y Cordero le demostró que ese es un pésimo camino. ¡Cómo que lleva a la continuación de la guerra!.
-El protectorado civil -dijo el nuevo diputado por Madrid- no ofrece garantías de que no pueda haber incidentes que provoquen intervenciones militares: el protectorado civil es, además, un gasto para el país, que necesita mejorar su vida interior. De modo que nosotros pedimos el abandono de Marruecos.
Habló después Cordero del problema del extrarradio, y pidió que inmediatamente el Estado se ocupe de la adquisición de terrenos para desvalorizar los del extrarradio y construir económicamente casas baratas. Hay que impedir la negociación usuraria que se hace con los terrenos.

El jefe del Gobierno ofreció llevar a estudio del Consejo, por intervención del ministro de la Gobernación, esta petición. (…)


1924

"Heraldo de Madrid", 1 de mayo de 1924

LA FIESTA DEL TRABAJO
Ha quedado patentizada, una vez más, la unión de los obreros en este día solemne de 1 de mayo
LA VILLA Y CORTE OFRECIÓ EL ASPECTO DE LOS DÍAS FESTIVOS

MEDIDAS DE PRECAUCIÓN

Prohibida la celebración de la Fiesta del Trabajo, las autoridades habían adoptado extraordinarias medidas de precaución para reprimir en el acto cualquiera alteración del orden público. (…)

LAS CONCLUSIONES

En el manifiesto publicado hace unos días, con permiso de la censura, se consignaban las conclusiones de los trabajadores en este 1 de mayo.
Con las siguientes:
Reclamaciones
Primera. Reclamar del Gobierno la inmediata normalidad constitucional.
Segunda. El pronto término de la guerra de Marruecos.
Tercera. Que se hagan efectivas todas las responsabilidades militares y civiles derivadas de la intervención de la guerra de Marruecos.
Cuarta. Una amplia amnistía para todos los presos o procesados por delitos políticos o sociales.         
Quinta. Que se tomen las medidas necesarias que tiendan a resolver la crisis del trabajo y la carestía de la vida.
Aspiraciones
Primera. A que se promulgue una ley de control sindical en la industria.
Segunda. Afirmar que la aspiración de la clase trabajadora es socializar los medios de producción y de cambio.
Tercera. Que la Sociedad de Naciones se democratice según propone la Federación Sindical Internacional de Amsterdam
Esta reclamaciones y aspiraciones fueron entregadas al presidente del Directorio militar.

DÍA DE CAMPO

Los trabajadores, siguiendo las instrucciones de la Unión General de Trabajadores y del partido socialista, se fueron con sus familias al campo.
En la Dehesa de la Villa y en Amaniel la situación desde las primeras horas de la mañana fue grande.
A la hora del almuerzo la Dehesa de la Villa ofrecía magnífico aspecto: pintorescos cuadros familiares, mucha animación, mucha alegría.
En los primeros trenes de la mañana marcharon también muchas familias de obreros a San Fernando del Jarama donde se celebró, con gran entusiasmo, la fiesta de los trabajadores.

A la hora en que cerramos esta edición no hay noticia en los centros oficiales de que se hayan registrado incidentes desagradables.


"Heraldo de Madrid", 1 de mayo de 1924. Edición de la noche

LA FIESTA DEL TRABAJO
Las calles de Madrid, desanimadas

MÁS DE VEINTICINCO MIL FAMILIAS SE HAN IDO AL CAMPO

Esta tarde se notó en las calles de Madrid una desanimación extraordinaria.
La falta de público era muy ostensible. Los cafés, los bares de las calles céntricas, hasta la misma Puerta del Sol, aparecían silenciosos y casi solitarios.
No es extraño. Según las noticias oficiales recogidas por los reporteros en la Presidencia, con motivo de la Fiesta del Trabajo, se han lanzado al campo la friolera de veinticinco o treinta mil familias.
Los sitios de mayo concurrencia han sido la Dehesa de la Villa, la Fuente de la Teja, el Asilo de la Paloma y Cuatro Caminos.
Se calcula que en todos estos sitios se han reunido de treinta a cuarenta mil personas.
Hasta la hora en que cerramos esta edición no se tienen noticias de que hayan ocurrido disturbios.
En los lugares de mayor concurrencia hubo momentos en que se desboró el entusiasmo; se dieron vivas a la Fiesta del Trabajo y a Pablo Iglesias y se cantó la "Internacional".


"El Socialista", 2 de mayo de 1924

EL PRIMERO DE MAYO
LO QUE DICE LA PRENSA

DE "EL IMPARCIAL".

El Partido Socialista Español, como todos los años, celebró ayer la llamada Fiesta del Trabajo. Aunque, por razones ya conocidas, no fue autorizada gubernativamente la tradicional Manifestación Obrera, la Unión General de Trabajadores, segura de que sus deseos serían cumplimentados fielmente, expresó por conducto de EL SOCIALISTA su confianza en que el paro sería total y unánime, y que se llevaría a efecto sin incidentes ni coacciones que pudieran justificar la intervención de las autoridades.
Y así ocurrió. No obstante, la Dirección general de Seguridad, para impedir cualquier alteración del orden, adoptó extraordinarias medidas de precaución, especialmente en las estaciones férreas y en otros servicios públicos, para proteger la libertad del trabajo.
También en las principales vías de la población y en las calles afluentes a la Casa del Pueblo se reforzó la vigilancia, que fue encomendada a guardias de autoridad de a caballo.
El comercio, respetando la significación que para la clase obrera tiene el día de ayer, como en años anteriores, cerró sus puertas, permaneciendo abiertos únicamente los establecimientos donde se expenden artículos de comer, de beber y arder.
La Casa del Pueblo, como todos los años en dicha fecha, estuvo clausurada, visitándola repetidas veces agentes de la policía, sin que en ella encontraran más que al conserje.
El aspecto que ofrecía ayer Madrid era el de una gran desanimación, porque no circularon ni taxímetros, coches de punto ni carros, y sí solamente automóviles particulares.
Aprovechando la bondad del tiempo, más de 15.000 familias, según datos oficiales- marcharon al campo, principalmente a la Dehesa de la Villa, Fuente de la Teja, Asilo de la Paloma, Cuatro Caminos, Puente de Vallecas y la Prosperidad.
La alegría en estos lugares fue mucha, organizándose meriendas mancomunadas y bailes con orquestas de bandurrias y guitarras.
Se dieron también entusiastas vítores a la Fiesta del Trabajo y a Pablo Iglesias y se cantó a coro "La Internacional".
Y todo ello sin la más leve alteración del orden y sin que haya registrado un solo incidente que lamentar.

DE "LA LIBERTAD".

El popular diario de la mañana consagra gran espacio a la Fiesta Obrera, diciendo:
Ayer se celebró en Madrid la Fiesta del Trabajo.
Sólo prestaron servicio los automóviles de Correos, los de servicio de prensa y algunos médicos que, teniendo automóvil propio, le utilizaron, llevando un gran cartel que decía <Médico>.
El comercio cerró sus puertas, como en años anteriores. únicamente estuvieron abiertos los establecimientos en que se abastece al público de artículos de comer, beber y arder.
Las autoridades habían adoptado de precaución para reprimir en el acto cualquiera alteración del orden público.
Por la Dirección general de Seguridad se dio orden a las Comisarías para que se reforzasen los servicios, a fin de proteger la libertad del trabajo, muy especialmente en las estaciones férreas y otros servicios públicos.
Desde las primeras horas de la mañana se montó un servicio de vigilancia en las vías principales de la población, y muy especialmente en las calles que afluyen a la Casa del Pueblo. Esta vigilancia estuvo encomendada a los guardias de Seguridad de a caballo.
Por la tarde hubo en Madrid extraordinaria desanimación. En las calles, cafés, bares y hasta en la misma Puerta del Sol se advertía la falta de público. Sobre todo en la Puerta del Sol era más ostensible la falta de vehículos y de peatones que de ordinario hacen aquel lugar el más concurrido de Madrid.
Los obreros con sus familias se lanzaron al campo en animadas jiras.
El Puente de Vallecas, las Ventas, los altos de la Prosperidad, las riberas del río y, sobre todo, los barrios altos de Cuatro Caminos, Amaniel y Dehesa de la Villa ofrecían, mediada la tarde, el aspecto más pintoresco que pueda imaginarse.
Pocos años ha habido concurrencia semejante. El Metropolitano y los tranvías transportaron millares de familias, que se fueron luego dispersando por los pinares de la Dehesa de la Villa, por los merenderos de Cuatro Caminos y Amaniel, y estableciendo en todas partes comedores improvisados al aire libre.
En muchos de estos lugares se improvisaron también bailes familiares.
A pesar de la enorme afluencia de gente no se tiene noticia de que haya ocurrido ningún incidente desagradable.
La animación duró hasta bien entrada la noche, en que los grupos emprendieron el regreso a Madrid dando vivas a la Fiesta del Trabajo, a Pablo Iglesias y a la Internacional.

1925

"El Sol", 2 de mayo de 1925

EN ESPAÑA Y EN EL EXTRANJERO
La fiesta del Primero de Mayo

EN MADRID

Transcurrió la fiesta del Trabajo sin incidentes.
Suspendida la manifestación con que los obreros solemnizaban la fiesta del Primero de Mayo y reiteraban año tras año sus peticiones de orden público y social, este año, como el anterior, la conmemoración ha quedado reducida al paro y a la jira.
El paro de los obreros fue completo, excepto en los Bancos, que, por costumbre, no suspenden hoy la actividad, y la mayoría de los trabajadores y sus familias pasaron el día en el campo, en las cercanías de Madrid. La Dehesa de la Villa y las vías que a ella conducen presentaban desde las ocho de la mañana animadísimo aspecto, y al mediodía, puede decirse, sin exageración, que contenía todo el elemento obrero madrileño.
La villa estuvo toda la mañana y gran parte de la tarde desanimadísima, a lo que contribuía el cierre de tiendas, que fue general desde las diez, y la falta de autobuses, coches y taxímetros, que suspendieron la circulación. Sólo algunos de éstos circularon conducidos por sus propietarios, y algunos otros llevaban un cartelito en parte visible en el que se decía que estaban al servicio de médicos.
El tránsito, pues, quedó suspendido casi por completo. Ni automóviles ni coches de punto, ni autobuses. Los medios de comunicación se limitaban a los tranvías y al "Metro". El servicio de viajeros a las estaciones quedó suprimido también en absoluto.
A la llegada de los primeros trenes acudieron algunos coches de los llamados calesas.
Circularon también los automóviles de las Embajadas, Legaciones y Consulados, los de las autoridades y los del Centro Electrotécnico, que prestan servicio al aeródromo de Cuatro Vientos, campamento de Carabanchel y centros militares, y los del Parque Móvil de la Guardia Civil, que utilizan los jefes del Instituto o prestan servicio de vigilancia.
Cumplieron sus servicios los coches de Correos y los de Prensa a las estaciones. Salvo estas excepciones, todo lo que puede considerarse servicio público quedó paralizado.

El paro se extendió

Con la misma unanimidad que los obreros del tráfico rodado pararon los de todas las demás Sociedades.
Los dependientes de peluquerías, también por acuerdo de la junta general, acordaron no trabajar, y ayer no se abrieron los establecimientos.
El comercio no abrió sus puertas. También por acuerdo de las Directivas respectivas los establecimientos en que se expenden artículos de primera necesidad: tiendas de comestibles, carnicerías, verdulerías, etcétera, abrieron a la hora de costumbre para cerrar a las diez en punto de la mañana.
Las farmacias permanecieron abiertas.
Por la tarde, todas estas excepciones desaparecieron.

Conferencia obrera

En el domicilio social del Sindicato de Trabajadores de la Madera, establecido en la calle del Doctor Fourquet, 5 y 7, tuvo lugar una ayer, por la mañana, una conferencia para conmemorar así la fiesta del día. La profesora doña Sixta Carrasco desarrolló el tema "Educación de la mujer".
Después, D. Luis Caballero disertó sobre el origen de la fiesta del Primero de Mayo.
Ambos oradores fueron muy aplaudidos.

El personal de los autobuses

El personal de la Sociedad General de Autobuses, cumpliendo un acuerdo tomado, no acudió en la mañana de ayer a prestar servicio.
La policía para la circulación

Ayer no prestaron servicio los guardias afectos a la llamada compañía de Circulación del Cuerpo de Policía Urbana. Sin duda se estimó que su presencia no iba a ser necesaria en las calles, conocidos los acuerdos tomados por las Sociedades de conductores.
En el domicilio de Pablo Iglesias

Los elementos directivos del partido socialista y de la Casa del Pueblo estuvieron ayer mañana en el domicilio de Pablo Iglesias para expresarle, en nombre de todos los obreros, su cariño y admiración.
Pablo Iglesias, que se encuentra delicado de salud, agradeció efusivamente el cariñoso recuerdo de que era objeto el día en que los obreros celebran la fiesta de las reivindicaciones, por cuyo logro trabajó tanto.

En las afueras de Madrid
La segunda parte del programa acordado por los obreros para conmemorar la Fiesta del Primero de Mayo era la jira campestre.
Desde las primeras horas de la mañana, en las barriadas habitadas por obreros, la animación era extraordinaria. A las nueve ya se notaba la afluencia de excursionistas por los alrededores de Madrid.
En el Puente de Vallecas, las Ventas, los altos de la Prosperidad y las riberas del Manzanares se notaban numerosos grupos de familias; pero donde la afluencia fue verdaderamente extraordinaria era por los Cuatro Caminos, y sobre todo en los pinares de la Dehesa de la Villa.
Las autoridades habían adoptado medidas especiales para evitar cualquier incidente. Fuerzas de la Guardia civil a caballo patrullaban por todos estos sitios, y parejas de Infantería prestaban servicio de vigilancia en los cruces de caminos y veredas.
A las cinco de la tarde comenzó a reintegrarse el público a sus hogares.




"ABC", 2 de mayo de 1925

LA FIESTA DEL 1º DE MAYO

La celebración de la fiesta del trabajo ha consistido este año, en Madrid, en el paro de todos los oficios y cierre general del comercio, salvo muchos establecimientos de comestibles, que permanecieron abiertos.
Como de costumbre, los tranvías y el Metro han circulado, haciendo su normal servicio.
La animación de peatones en las calles ha sido grande desde primera hora de la mañana.
Por la tarde, la mayoría de los obreros ha ido de excursión a las afueras de la capital para merendar.
De provincias recibimos informaciones análogas a la que ofrece la jornada en Madrid.

En todas partes se ha festejado la conmemoración de la fiesta obrerista con jiras campestres y paro general.


1926

"ABC", 2 de mayo de 1926

LA FIESTA DEL 1º DE MAYO

Ayer celebraron las clases obreras madrileñas la fiesta del 1º de Mayo, conforme al programa que anticipadamente de había hecho público.
Se cumplió el acuerdo de paro en gran número de oficios, no siendo aquél general por haber respetado el trabajo en las labores imprescindibles para la vida diaria y de acuerdo con las necesidades del público.
El comercio había acordado también el cierre, y cumplió su propósito en la mayor parte de los casos. No obstante, las tiendas de artículos alimenticios -comestibles, hueverías, lecherías, verdulerías, etc.- permanecieron abiertas todo el día, con algunas excepciones.
Muchas peluquerías permanecieron abiertas. El paro de conductores de taxímetros fue general. Se vieron muy pocos coches particulares no conducidos por sus propietarios.
Muchas familias obreras comieron en el campo.
Los alrededores de Madrid se vieron animados como en los días de fiesta, especialmente la Dehesa de la Villa


"El Sol", 2 de mayo de 1926

LOS TRABAJADORES
La jornada del Primero de Mayo
              
Ayer celebraron los obreros la Fiesta del Trabajo secundando las disposiciones referentes al paro, salvo escasas excepciones.
Madrid tomó el aspecto de los días de fiesta, cerrados la mayoría de los comercios y parada la circulación, excepto la de tranvías y "Metro".
A pesar de que el día, sobre todo la mañana, fue desapacible, innumerables obreros y sus familias salieron de Madrid y comieron en los alrededores.
La parte alta de la villa estuvo animadísima.

El Centro de la Federación Tabaquera Española, sito en la calle de Zurita, 41, lució en sus balcones cortinajes, y por la noche una iluminación de mucho gusto, siendo frecuentado todo el día y bastantes horas de la noche por infinidad de cigarreras y tabaqueros federados.




1927

"El Socialista", 3 de mayo de 1927

LA FIESTA DEL TRABAJO
Los obreros españoles celebran el
Primero de Mayo
Con entusiasmo, sensatez y el mayor orden se verifican actos en Madrid, provincias y extranjero

Después de la jornada

Una vez más el proletariado internacional ha hecho pública ostentación de sus ideales redentores. De año en año ha ido ganando en importancia esta manifestación cívica de los oprimidos, y ha ganado, no sólo en fuerza numérica, sino  que también en idealismo.
El proletariado español ha cumplido siempre bien sus deberes sociales para con las internacionales sindical y socialista. Siempre hemos acudido presurosos a ocupar nuestro puesto para mostrarnos solidarios con el pensamiento pacifista y emancipador del proletariado universal. Y este año hemos hecho lo que todos los años: cumplir con nuestro deber.
La paralización del trabajo fue absoluta en todos los centros industriales y en todos aquellos pueblos en donde la organización tiene alguna influencia. El ambiente general fue de simpatía para la Fiesta de los Trabajadores. La gente, suspendido el trabajo al impulso de su propia conciencia, se fue al campo a confraternizar, a gozar de las horas de ilusión y de placer que le proporcionaba la alegría de nuestra Fiesta. Fiesta que se distingue de todas las demás porque mientras éstas festejan el pasado haciendo ostentación de mil liviandades paganas, la nuestra festeja la ilusión del idealismo que camina hacia el porvenir.
Al aire libre fueron lanzadas millares de canciones llenas de emocionante ilusión idealista. El pueblo se sintió dueño de sí, de su libre albedrío, y cantó y rió con verdadero alborozo, a pleno pulmón, como ríe la Naturaleza en su fecunda primavera. ¡Qué grandeza más sublime la de esta Fiesta nuestra! Son unas horas de dicha inefable. Unas horas en las cuales el hombre del trabajo olvida sus amarguras, las injusticias que ha padecido todo el año y se entrega a gozar de su libertad al aire libre, en plena naturaleza.
Miles de discursos, en los que palpitaba el más puro idealismo, fueron pronunciados en todos los idiomas. Diferentes en las palabras, en el tono, en el ademán, pero idénticos en el sentido ideológico. Todos indicaron a la masa obrera que para acabar con la desigualdad y la injusticia no había más que una senda segura: la del Socialismo científico. En el régimen  de socialización de los medios de producción y de cambio, en la universalización de nuestros sentimientos, estableciendo entre todos los hombres, sin distinción de razas ni colores, está la dicha futura de la Humanidad. Y para alcanzarla no hay que hacer otra cosa que perseverar en el camino emprendido, y que ha tiempo venimos siguiendo, y que nos ha proporcionado ya el alivio de muchas penas con las mejoras de orden moral y económico ya conquistadas y el inmenso placer de gozar libremente las horas de este día de primavera, dedicándolo plenamente a nuestros ideales emancipatorios.
Terminada con pleno éxito esta brillante jornada, volvamos a nuestra actividad cotidiana, a trabajar para ganarnos la vida y la de nuestras familias, a pensar en el fortalecimiento de nuestras organizaciones sindicales, cooperativas y políticas, bases únicas en las que se sostienen nuestros ideales redentores.
Y no olvidemos nunca que la libertad de pensamiento y la democracia son los dos procedimientos más prácticos para el desarrollo de nuestros ideales.
La libertad y la democracia son la escuela de la ciudadanía, en la que se forma la conciencia de la ciudadanía cívica que sabe cumplir sus deberes y ejercitar sus derechos.
Satisfechos del éxito brillante de esta jornada, de lo bien que han cumplido los trabajadores con su deber yendo todos disciplinadamente a la Fiesta, dediquemos ahora, de aquí al año que viene, todas nuestras energías y nuestra inteligencia a preparar la jornada próxima, para que supere a la que acabamos de realizar.

En la Asociación General de Cocineros

A las once de la noche del día 30, y con el salón lleno de camaradas, entre los que se encontraba representada la Juventud de Cocineros Españoles, se celebró una sesión dedicada a conmemorar la Fiesta del Trabajo (…)

En el Puente de Vallecas

Algo después de la hora anunciada se celebró el domingo en la Casa del Pueblo de esta popular barriada el acto en conmemoración de la Fiesta del Trabajo (…)
En Vicálvaro

Organizado por la Agrupación Socialista de Vicálvaro, Canillas y Canillejas se celebró el sábado por la noche un importante acto de propaganda para conmemorar la Fiesta del Trabajo, inaugurándose al propio tiempo el Centro Obrero, sito en la calle de Vallejo, de Vicálvaro (…)
En Carabanchel Bajo

Los camaradas Feliciano Martín, Concepción Fernández y Enrique Santiago, que debían exponer a los trabajadores de Carabanchel, el domingo por la mañana, el alcance del decreto-ley sobre los Comités paritarios, no pudieron hacerlo por ser suspendido el acto por las autoridades.
En la Dehesa de la Villa

La gira organizada por los obreros madrileños para conmemorar la Fiesta del Trabajo tuvo efecto, como en años anteriores, en la Dehesa de la Villa, concurriendo a ella millares de trabajadores con sus familias, que dieron al pintoresco paraje inusitada animación.
En las primeras horas de la mañana patrullaron algunas parejas de la policía municipal montada, que no tuvieron, por suerte, que intervenir en ningún incidente, ya que todos los asistentes se condujeron, como era de esperar, con el mayor orden. Esto no fue obstáculo para dar rienda suelta a la expansión y a la alegría a que convidaba lo espléndido del día.
Un numeroso grupo de jóvenes socialistas, de uno u otro sexo, integrado en su mayoría por los miembros de "Salud y Cultura", se aposentó en los alrededores de Puerta de Hierro, dedicándose a ejercicios corporales y deportivos, cantándose algunos himnos alusivos a la Fiesta que se celebraba.
La animación en estos lugares no decayó hasta las primeras horas de la noche, formándose compactos grupos para regresar a la ciudad.


"El Sol", 3 de mayo de 1927

LOS TRABAJADORES
LA FIESTA DEL PRIMERO DE MAYO

EN MADRID

Las organizaciones obreras de Madrid celebraron ayer la fiesta de Primero de Mayo con la animación y entusiasmo de costumbre. A la jira campestre en la Dehesa de la Villa asistieron millares de trabajadores con sus familias, que pasaron el día consagrados a juegos y regocijos.
También fue grande la concurrencia en los pinares de la Moncloa, los Viveros y en otros puntos.

Durante el día no se registró ningún incidente de importancia. La falta de automóviles taxímetros influyó grandemente en el aspecto de la población.


1928

"El Sol", 2 de mayo de 1928

EL PRIMERO DE MAYO
EN ESPAÑA Y EL EXTRANJERO SE CELEBRÓ SIN NOVEDAD LA FIESTA DEL TRABAJO

El paro en Madrid ha sido general. Advertíase en las calles la desanimación por la falta casi absoluta de automóviles y la completa de carros y camiones de carga. Tampoco abrieron los comercios, salvo los de productos alimenticios, que sólo funcionaron durante la mañana. Por la tarde no estuvo abierto ningún comercio.
Los alrededores de la ciudad estuvieron desde primera hora muy animados, y a mediodía, la Dehesa de la Villa, los pinares de la Moncloa, los Viveros, las Ventas, etc. ofrecían un aspecto extraordinariamente animado.
La Dirección de Seguridad montó un servicio especial de vigilancia con fuerzas de Seguridad y de la Guardia civil montada.
En todos los lugares en que los obreros se habían congregado para solemnizar la Fiesta del Trabajo, la animación fue grande todo el día. Después del almuerzo se iniciaron los bailes entre la gente joven o los juegos campestres, que duraron hasta el atardecer.
A esa hora se inició el regreso sin que ocurrieran incidentes de importancia.
La Casa del Pueblo estuvo cerrada, luciendo colgaduras en los balcones y la bandera roja en un ángulo del edificio.

A primera hora de la mañana, una comisión de la Unión General de Trabajadores fue a depositar flores a la tumba de Pablo Iglesias, y otra entregó al Gobierno las conclusiones aprobadas.

1929

"El Sol", 2 de mayo de 1929

EN TODA ESPAÑA
EL PRIMERO DE MAYO

EN MADRID

Suprimida la manifestación, los obreros madrileños celebraron la fiesta de Primero de Mayo pasando el día en el campo. Como en años anteriores, el lugar elegido fue la Dehesa de la Villa y la Moncloa, hasta Puerta de Hierro; Amaniel, a lo largo del paseo de las Moreras, hasta los campos de experimentación de la Granja Agrícola. Lo inseguro del día y la lluvia de anteayer quitaron, sin embargo, alguna animación a las jiras de los obreros. No obstante, por los merenderos, y los más valientes a pleno campo, en los ribazos y altozanos más soleados, se congregaron numerosas familias de trabajadores, que pasaron el día con el natural regocijo y alborozo.
La afluencia de excursionistas, que se inició a media mañana, aumentó al mediodía por haber afirmado el tiempo. La tarde trascurrió bastante animada; pero el regreso se inició más temprano que otros años, ya que al caer la tarde no era nada grata la estancia en el campo.
Afortunadamente no se han registrado incidentes. Para mantener el orden se dispuso un servicio que han prestado parejas de la Guardia Civil, de Seguridad y algunos agentes de vigilancia.

"El Socialista", 2 de mayo de 1929

EL PRIMERO DE MAYO
Se celebró en toda España con absoluta normalidad

Ahora, esfuerzo y perseverancia

Ayer, como en años anteriores, quedó el martillo recostado en la bigornia, inactivo, simbólicamente olvidado. En lo hondo de lo hondo, ¡qué emoción hay en este sencillo hecho, en esta inocua actitud! Apareció Madrid como engalanado para magna fiesta. Nada de colgaduras de brillo retardatario. Madrid vistió, desde primera hora, el invisible ropaje del silencio. ¡Horas calladas! Las más emotivas de la vida. Porque las almas precisan del silencio para fundirse y, naturalmente, para amarse. (…)
"Gota a gota, horada el agua la roca". Todos los años, en el mismo día, queda el martillo recostado en la bigornia. Constancia, constancia, constancia. "Son el esfuerzo y la perseverancia los que producen el milagro de la voluntad", se ha dicho. Durante los trescientos sesenta y cuatro días que no son el 1º de mayo, labor de hormiga, compañero. La mirada en el horizonte. Muy alta la cabeza gloriosa, trabajador. En la Fiesta del Trabajo, mientras no sea posible otra cosa, a la Sierra; allí hay aire puro y picos altos, cumbres gigantescas. En una de esas eminencias clavas la bandera roja, y ya en su más alta cimera aguzas el oído a ver si logras escuchar como una síntesis, en el espacio, "La Internacional", cantada por todos los trabajadores del mundo.

EN MADRID

En Madrid se ha celebrado la Fiesta del Trabajo con verdadero entusiasmo.
Aunque no amaneció el tiempo muy seguro, numerosas familias se congregaron en la Dehesa de la Villa. Por la tarde lució un sol espléndido, lo que fue motivo suficiente para que marchara a pasar el resto del día en el campo gran número de trabajadores.
El paro fue casi absoluto. No se vieron taxímetros, por lo cual Madrid parecía en cierto modo una capital provinciana.

El comercio cerró, y únicamente estuvieron abiertos hasta las once de la mañana los establecimientos de comestibles. No cerraron, desde luego, tabernas, estancos, cafés y bares.


1930

"El Socialista", 2 de mayo de 1930

LA DEMOSTRACIÓN MUNDIAL DEL PRIMERO DE MAYO
En España se ha celebrado con un paro general y gran número de mítines y conferencias socialistas

En Madrid
La Casa del Pueblo engalanada

Ayer por la noche, las fachadas de la Casa del Pueblo que dan a las calles de Góngora y Piamonte presentaban un aspecto fantástico. Miles de bombillas rojas esparcían profusa luz por las calles citadas, iluminando los letreros, que dicen: "Casa del Pueblo" y la bandera de la I.T.F., que ondeaba en la parte alta del edificio.
Esto ha causado grandísima satisfacción a todos, y especialmente a los camaradas extranjeros que ostentas representaciones en la Conferencia Internacional de Ferroviarios.
               La jira.

Desde las primeras horas de la mañana comenzaron a llegar a la Dehesa de la Villa numerosos grupos de trabajadores que se disponían a pasar una jornada feliz. Muchos de estos grupos confeccionaron allí sus comidas con leña y ramas de árbol, dando esto una pintoresca sensación a la jira.
Al mediodía ya estaba la Dehesa de la Villa completamente llena de familias. Puede decirse que debajo de cada árbol había una. Y hay que ver los pinos que hay allí… Además, los numerosos vendedores de confituras y frutas que tenían puestas allí sus mesitas daban con su concurso una nota de color al cuadro. Sus pregones y sus gritos, confundidos con las canciones populares, producían una deliciosa y desconcertante algarabía. Lo que demuestra que la Fiesta ha tenido este año más consideración, si cabe, que las pasadas. Sin duda ha sido mayor el número de los camaradas que han asistido ayer a la jira que en anteriores jornadas, lo que indica que el paro también ha sido mayor.
El movimiento no cesó un instante en todo el día: 26 coches puso la Compañía de tranvías en ese trayecto, y con todo hubo sus apreturas para poder cogerlos. Y hay que tener en cuenta que los coches que recorren esa línea son bastante mayores que los que transitan por Madrid. A pesar de lo cual no dejaron un momento de transportar personas de la Dehesa de la Villa a Cuatro Caminos o de Cuatro Caminos a la Dehesa de la Villa.
Luego, el día se puso de nuestra parte. Ha sido el primer día de la primavera que puede acreditarse de tal sin vacilaciones. Pese a los días que han hecho en estas semanas anteriores, y que auguraban una jornada lluviosa, nosotros hemos podido disfrutar de un sol magnífico. ¡Quizás la atmósfera ha comprendido también la magnitud de la Fiesta del Trabajo!
Nos felicitamos por el resultado de nuestra jornada en Madrid. En realidad, la jira ha sido solamente un alegre acto de compañerismo. Uno de esos actos que dejan una honda huella de optimismo en cualquier persona que los presencie. (…)

En Chamartín de la Rosa.

Con el salón teatro de la Casa del Pueblo completamente lleno de compañeros, se celebró el pasado día 30 una velada artísticoteatral.
El compañero Pardo pronunció breves palabras para explicar la significación de la Fiesta, y aconsejó la organización de la clase trabajadora para mantenernos cada vez más fuerte frente a nuestros enemigos. A continuación, el secretario de la Agrupación Socialista local dio lectura a las conclusiones que son elevadas a los Poderes públicos.
El Cuadro artístico de la Juventud Socialista representó con gran acierto el juguete cómico, en tres actos, titulado "Los pollos bien", que causó las delicias del numeroso público y, sobre todo, de los niños de nuestras escuelas que pudieron asistir, pues dado el crecido número de afiliados con que contamos en nuestras organizaciones y la cabida del local, pequeña relativamente, no pudieron presenciar el acto nada más que 400 compañeros aproximadamente.

EL PRIMERO DE MAYO
LA JIRA CAMPESTRE

Se fundó la Sociedad de Panaderos el año 1892, y la organización ya tomó parte en la demostración de Primero de Mayo de 1893.
Eran entonces verdaderamente horribles las condiciones del trabajo de estos hombres. Sabían que su jornada comenzaba exactamente en el punto y hora en que entraban por vez primera en la tahona; mas, a partir de tal momento, sólo salían del encierro algún rato por cada tarde.
Vivían encerrados en las tahonas, teniendo por camas los tableros del pan y por abrigo las sacas vacías de la harina. Dormían cuando no tenían individualmente quehacer, cuando se concluía la operación que cada cual realizaba; eran despertados cuando el sucesivo encadenamiento de operaciones volvía a hacer necesaria la suya.
Entonces otros hombres ocupaban los sitios del tablero y se abrigaban con las mismas sacas de harina, aún tibias de calor o mojadas de sudor.
Y así toda la noche, desde las nueve, y así todo el día, hasta la una o las dos.
Ni aun la comida reunía a todos los operarios; la comida, que era más bien pitanza de bestias.
Por la mañana, un muchacho ponía en la olla carne, tocino, garbanzo y después patatas, y de aquella olla se iban sacando, sucesivamente, las raciones de la comida, la cena y el desayuno, conforme iba haciendo alto cada grupo ocupado en la misma operación.
Para descansar, para gozar unos días fuera de aquella vida de presidarios, los obreros se despedían de la tahona en cuanto habían ahorrado algún dinero, y no volvían al trabajo hasta que la necesidad les forzaba a ello.
Había, es verdad, algunos operarios que tenían esposa e hijos, que podían permitirse el lujo de tener familia; pero eran muy pocos: eran, en general, los obreros de pericia extraordinaria.
Pues estos panaderos, gallegos entonces casi todos, fueron los que, por una ansia legítima de libertad, de aire, de sol, establecieron en Madrid la bella jira campestre del Primero de Mayo.
Pugnaron, desde luego, por la desaparición del internado. En diciembre de 1893 y enero de 1894, tras una huelga -que por cierto le valió al autor de estas líneas tres semanas de cárcel-, consiguieron que se variara algo la comida y se les dieran mantas para abrigarse en invierno, y después, poco a poco, se cobró en metálico el precio en que los patronos tasaron la comida, y, por fin, se concluyó con el internado. ¡Como un cuarto de siglo de lucha!
El año 1894, sin acuerdo previo, los panaderos que tenían familia resolvieron pasar la tarde del Primero de Mayo en la Fuente de la Teja, y algunos grupos de operarios internos les imitaron. Pasar la tarde nada más, porque a las nueve o las diez de la noche había que comenzar el trabajo y llegar a él con los sentidos bien despiertos.
Tan grata fue la jornada, que el año siguiente -1895- ya fue casi todo el oficio quien pasó la tarde en la Fuente de la Teja o Pradera del Corregidor.
Y entonces se ajustaron ciegos, que, por parejas, tocaban la bandurria y la guitarra, y no faltó algún gaitero, amigo y paisano, que fuera de grupo en grupo llevando a ellos, con los dulces sonidos, el recuerdo de la tierra querida.
Y se hizo más, y fue alquilar un carro que trasladase las formidables meriendas y el vino, y que, a última hora, cuando el sol poniente arrancaba fulgores que incendiaban los edificios fronteros, servía de tribuna para inflamadas arengas.
Un año después -en 1896-, los panaderos invitaron a pasar la tarde en su compañía a los colegas de otros oficios, con los que tenían motivos de gratitud y de especial simpatía.
Y como aquello era bueno, el año siguiente imitaron a los panaderos grupos de obreros de otros oficios, y, por fin, a partir de 1898 o 1899, la jira campestre entró en el programa del día, celebrándose en la Pradera del Corregidor, y después, y hasta hoy, en la Dehesa de la Villa.
A contar de 1897 reunió la jira a multitudes; pues en estos treinta y tres años ni una sola vez tuvo que intervenir la autoridad para impedir o castigar sucesos desagradables.
Ni una sola vez dejó de haber tranquilidad y alegría.
J.J. MORATO
               (De La Libertad.)


"El Sol", 2 de mayo de 1930

EL PRIMERO DE MAYO
ACTOS CELEBRADOS EN MADRID Y EN PROVINCIAS

La fiesta del Primero de Mayo ha transcurrido en Madrid con orden completo.
Los elementos directores de la Unión General de Trabajadores no habían solicitado del Gobierno, según tenemos entendido, autorización para celebrar la manifestación que otros años han celebrado, y, por lo tanto, el Gobierno ni la ha consentido ni la ha denegado.
Desde primeras horas de la mañana, numerosas familias de obreros marcharon al campo a pasar el día. Los alrededores de Madrid se hallaban concurridísimos, especialmente los merenderos de Cuatro Caminos y la Dehesa de la Villa.
Las autoridades habían tomado precauciones en distintos puntos de Madrid, y fuerzas de Seguridad y de la Guardia civil se hallaban en los Cuatro Caminos y plaza de Manuel Becerra; pero no tuvieron que intervenir porque los obreros no intentaron siquiera reunirse. (…)


1931

"Heraldo de Madrid", 2 de mayo de 1931

UNA JORNADA TRIUNFAL DE LOS OBREROS ESPAÑOLES
Las manifestaciones celebradas en Madrid y muchas poblaciones fueron un magnífico alarde de civismo y dignidad ciudadana

El magnífico ejemplo de civilidad del Primero de Mayo republicano

El paro de ayer, con la fuerza imponente de su unanimidad, puso de relieve, además de la fuerza y la disciplina del obrerismo español, la conjunción de clases lograda bajo el pabellón de la República. La fiesta de ayer no significó sólo, como era tradicional, un recuento de fuerzas obreras; patentizó de modo solemne el júbilo de España por el advenimiento del nuevo régimen. Además del entusiasmo, el orden fue la musa que inspiró el ejemplo de civilidad ofrecida ayer al Mundo. Nada importa que en dos ciudades, lo tumultuoso, fácilmente sofocado, hiciera su aparición. Y no importa porque era descontado que los manejos turbios de gente sin escrúpulos iban encaminados a una labor de funesta promoción de disturbios, y lo que consiguieron, lamentable, pero exiguo, prueba bien a las claras que no es hora propicia para agentes provocadores.
El obrerismo y España entera se sienten orgullosos del alto ejemplo de civilidad ofrecido al Mundo en este Primero de mayo republicano.
Paro general.- Aspecto de la población

La fiesta del Primero de Mayo fue conmemorada en Madrid con un paro absoluto de todos los oficios. La bandera de la República ondeó desde primera hora en todos los edificios oficiales, y muchos balcones aparecían engalanados con la nueva enseña nacional.
Ni tranvías, ni taxis, ni Metro. La falta de circulación rodada imprimía a la población un raro aspecto y la falta de periódicos quitaba a las calles uno de sus motivos más animados. Solamente se prestaron, antes de la hora de la manifestación, los servicios indispensables de pan y leche para el vecindario.
Desde muy temprano empezaron a llegar a la Casa de Campo, a la Moncloa, a Puerta de Hierro y a la Dehesa de la Villa centenares y centenares de personas, que se disponían a pasar en el campo, familiarmente, la fecha del Primero de Mayo. Muchos obreros lucían el gorro frigio, de papel o paño, o se lo habían puesto a sus hijos.
La circulación de automóviles particulares fue muy limitada. Casi todos ellos llevaban un cartel que decía:  <Médico>, u otro que rezaba: <Coche oficial>. En la mayor parte de ellos ondeaba la bandera roja o la tricolor.

Preparativos

Mucho antes de la hora señalada para dar comienzo a la manifestación los obreros fueron agrupándose en los lugares señalados al efecto. También los andenes del Prado, Recoletos y Castellana iban llenándose de público en espera de que los manifestantes se pusieran en marcha. La animación prometía ser extraordinaria. En la verja del jardín Botánico se habían colocado unos carteles indicando el número de grupo al que pertenecía cada Sociedad. Los obreros, como decimos, se dirigían al puesto designado para unirse a los de su oficio. Todo ello con el más completo orden.
A las diez y cuarto se dispararon dos cohetes y posteriormente tres más. Era la señal para que la manifestación se pusiera en marcha.
Costó esto enorme trabajo, dada la enorme muchedumbre concentrada en Cibeles.
Gracias de los esfuerzos de varios miembros de las Milicias socialistas, bajo la dirección del Sr. Castro, que durante todo el recorrido realizó una labor extraordinaria, pudieron avanzar los manifestantes.

La presidencia
Y tras un espacio desierto de unos veinte metros venía la presidencia de la manifestación, completamente rodeada por un cordón de Milicia socialista, formando cuadro, integrada por muchachas y muchachos, cubriendo un espacio de todo lo ancho de la calle y una profundidad de unos cuarenta metros. Así la presidencia de la manifestación pudo transitar sin ningún agobio.
Lo que pudiéramos llamar presidencia de la presidencia de la manifestación la ostentaba el catedrático de Salamanca, rector de aquella Universidad y presidente del Consejo de Instrucción Pública, D. Miguel de Unamuno, que llevaba a su derecha al ministro de Trabajo, señor Largo Caballero, y a su izquierda al de  Hacienda, Sr. Prieto. También figuraban en la primera fila de la presidencia, los señores Besteiro, Gómez, Girals, Ovejero y los siguientes miembros del Consejo general de la Federación Sindical Internacional: Staal (holandés), de la Oficina Internacional del Trabajo de Ginebra; Eddo Fimmen (alemán), secretario de la Internacional del Transporte; E.K. Louhikko, secretario de la Confederación Sindical de Finlandia; J. Vichua (letoniano), secretario del partido obrerista de aquella nación; Must (estoniano), secretario de la Sindical de aquel país, y Kare (holandés).

El desfile

La presidencia, como decimos, iba completamente aislada de la gran masa de la manifestación por los militantes socialistas. En el frente de ellos figuraban dos bellas niñas: una vestida de República, con gorro frigio y terciada en una bandera tricolor, y otra vestida de rojo y con una banda en tercerola en que se leía: "¡Viva el socialismo!".
Detrás de la presidencia marchaban los manifestantes, en número superior a 300.000. Delante de cada Sociedad o Agrupación iba la bandera correspondiente. Y el conjunto de banderas ponía en la manifestación una nota espléndida de colorido.
La manifestación avanzaba lentamente. A las once y cinco llega la cabeza a la entrada del paseo de Recoletos.
Los manifestantes cantaban "La Marsellesa" y "La Internacional".

Tres damas se unen a la presidencia

Frente al palacio de la Biblioteca un grupo de damas, abriendo las filas de espectadores, consiguió llegar a la calzada y unirse a la presidencia de la manifestación. Eran estas señoras la esposa del ex ministro belga Vandervelde, doña Isabel de Palencia y doña Dolores Cebrián, esposa ésta del Sr. Besteiro.
Después de saludar a los señores Unamuno, Prieto, Caballero y otros formaron en la presidencia.

La manifestación, ante la Presidencia

A las doce menos cuarto llegó a la Presidencia del Consejo la manifestación.
Desde las once y media se encontraban ya en el despacho de ministros, acompañando al Sr. Alcalá Zamora, los Sres. Albornoz, Azaña, Maura, Casares Quiroga, jefe superior de Policía, Lerroux, Rafael Sánchez Guerra, Prieto y otras autoridades.
Poco después de dicha hora el presidente, con los señores mentados, salió a la terraza de la Presidencia para desde los balcones apreciar la importancia imponente del acto que se celebraba. Cuando la comitiva llegó frente a la Presidencia del Consejo se destacaron de ella los representantes obreros, Sres. Trifón Gómez, Muiño, Gana, Largo Caballero y la señorita Victoriana Herreros.
Los manifestantes aplaudieron frenéticamente al advertir la presencia del Gobierno provisional en los balcones de la Presidencia.
Los compañeros designados entraron en la casa presidencial y seguidamente se dirigieron al balcón-terraza, haciendo entrega públicamente al Sr. Alcalá Zamora del pliego que contenía las conclusiones adoptadas por la clase trabajadora organizada. D. Niceto las leyó en alta voz a sus compañeros de Gobierno y exclamó:
-¡Qué alegría me produce ver aquí peticiones que ya están en la "Gaceta"!
El discurso del jefe del Gobierno
Cuando se hizo el silencio, el jefe del Gobierno pronunció el siguiente discurso:
"Ciudadanos, compañeros: Atended un momento. El discurso será corto, pero la impresión que recibiréis será muy grata.
Quizás la manifestación más hermosa del afianzamiento de la República -para el cual ofrecéis vosotros todo el apoyo, la inmensa fuerza que representa la organización obrera- fue presenciada a los cinco días de proclamarse el nuevo régimen ante la admiración del Mundo. Sin alarde de fuerzas, sin adoptar precauciones de ninguna clase, gracias al celo y la disciplina maravillosa de vuestra organización, Madrid ofreció el espectáculo de aquel desfile inolvidable ante la tumba evocadora de la gloriosa memoria de Pablo Iglesias. Y no hubo el más ligero desorden, la menor inquietud, el más mínimo recelo ni sombra alguna de odio para la sociedad española… (Una fuerte ovación interrumpe al orador. Cuando se restablece el silencio el señor Alcalá Zamora continúa:)
Pero el acto de hoy tiene una significación todavía más honda, más fecunda: es la primera fiesta oficial del Trabajo en el Estado español. Es decir: que en vez de subsistir un antagonismo, un recelo, una oposición, una lucha entre la unión de los trabajadores, el partido socialista y las reivindicaciones de justicia social, y de otro lado el poder público, las reivindicaciones, vuestro programa y el del poder público se hermanan ante la afirmación plena, rotunda y sincera de que deseamos servir, en la medida en que las posibilidades lo permitan, vuestro programa, vuestros anhelos (Se reproducen las ovaciones.)
Y en muestra de que lo que digo no son palabras, sino hechos, voy a deciros cuál ha sido el cambio de impresiones entre vuestro camarada Trifón Gómez y el presidente del Gobierno, cuando recibía de sus manos las conclusiones que eleváis al Poder público.
Estas peticiones no son una novedad: su realización no es un conflicto; estas peticiones son el repaso, la ratificación, el recuerdo casi, con pequeñas diferencias, de todo el programa que el Gobierno tiene trazado, que está llevando a la práctica y que ya ha aparecido, en parte, en la "Gaceta". (Fuertes aplausos)
De suerte que el amparo a las personalidades colectivas obreras, la ratificación de los convenios que van extendiendo el trato humano al trabajo, la regulación del problema de la tierra, sin miedo ante el empleo justo, con indemnización prudente, del instrumento de la expropiación forzosa; la garantía de los arrendamientos, el derecho a las mejoras, todo cuanto pedía, con ligeras variantes, ajustadas a las modalidades que representen la prudencia en el Gobierno, cuando no está ya en la "Gaceta" está en las cuartillas, porque ha pasado más allá de la faz del pensamiento en el ánimo del Gobierno (Gran ovación.)
¡Qué alegría más grande ver que ya no necesitáis estampar en vuestras peticiones aquellas que, como una ilusión y un anhelo perenne, repetíais anteriormente, cual la derogación de la ley de jurisdicciones! ¡Qué alegría tan grande, qué satisfacción tan inmensa ver que algunas de las cosas que pedía, habiendo aguardado veinticuatro horas, estarían borradas de este documento, porque están ya en las columnas de la "Gaceta"! (Formidable ovación.)
Vamos adelante, y adelante rápidamente, y cuando llegue la fiesta del Trabajo el próximo año de todas estas peticiones serán muy pocas las que tengan que renovarse, porque la inmensa mayoría de ellas habrán quedado atendidas.
Ciudadanos: En marcha. ¡Viva la justicia social!".
El discurso del Sr. Alcalá Zamora es seguido de largas ovaciones y vivas al Gobierno y al régimen, que duran largo rato.

Palabras de Largo Caballero

El ministro de Trabajo hizo ademán de dirigir la palabra al pueblo. Cesaron los vítores y las aclamaciones, y el Sr. Largo Caballero, restablecido el silencio, pronunció una breve arenga:
"Después -dijo- del discurso del señor presidente de la República es preciso que vosotros demostréis con hechos vuestros propósitos de trabajar por la tranquilidad del país y evitar todo incidente que pudiera dar motivo a nuestros enemigos para censurar esta República, que ha nacido en la forma que todos habéis visto y aplaudida por el Mundo entero.
Yo os ruego, pues, que inmediatamente  os disolváis dentro del mayor orden, para que todo el mundo mañana pueda decir que esta nueva jornada ha sido una demostración más del estado civil de nuestro país y del estado de capacidad, civil también, de la clase trabajadora.
¡A disolverse! Y nada más".
Se disuelve la manifestación

Finalmente saludó desde el balcón de la Presidencia el alcalde de Madrid, que fue muy aplaudido.
Y luego de una gran explosión de los entusiasmos populares (vivas frenéticos a Alcalá Zamora, a Unamuno, a Largo Caballero, a Prieto, al Gobierno, a la República y al Primero de Mayo) se disolvió, ordenada y pacíficamente, la manifestación, gallarda muestra de educación ciudadana.
Las conclusiones
El escrito de conclusiones dice así:
"Los que suscriben, en nombre y representación de las sociedades obreras domiciliadas en la Casa del Pueblo de Madrid, elevan a V.E. las conclusiones que motivan la manifestación del Primero de mayo, esperando que el Gobierno de la República les dé estado legal en la legislación social del trabajo. Cúmplenos primeramente expresarle, ilustre ciudadano, el testimonio de la clase obrera organizada que representamos, de su fervorosa adhesión a la República y de su decisión de defenderla y arraigarla, aunque para ello fueran menester los más extremos sacrificios.
Manifestada nuestra declaración y afirmación, que obedecen a las profundas y arraigadas convicciones de nuestro deseo de libertad, exponemos a V.E. lo que son nuestras aspiraciones en este Primero de mayo:
Primero. Concesión del derecho de sufragio a los ciudadanos que hayan cumplido veintiún años de edad.
Segundo. Ratificación sin condiciones del convenio de Washington sobre la jornada de ocho horas, cuyo cumplimiento debe garantizarse, así como el toda la legislación social, con el nombramiento de inspectores obreros.
Tercero. Adopción de procedimientos eficaces que tiendan a resolver la crisis de trabajo y el encarecimiento de la vida.
Cuarto. Medidas que intensifiquen la construcción de casas baratas.
Quinto. Implantación de cuantos seguros sociales tiendan a garantizar eficazmente la existencia de los trabajadores de uno u otro sexo en los trances difíciles a que les somete su propia convicción.
Sexto. Creación de las escuelas necesarias para todos los niños que deben asistir a ellas.
Séptimo. Promulgación de una ley que facilite el desenvolvimiento de las cooperativas.
Octavo. Legislación agraria que comprenda lo siguiente: extensión de los beneficios de la ley de Accidentes del trabajo a todos los obreros agrícolas; constitución urgente de los comités paritarios en la agricultura; modificación del derecho vigente en el sentido de que los arriendos de tierras, sea cualquiera el sistema, tengan una duración mínima de veinte años; indemnización de las mejoras introducidas por el esfuerzo del arrendatario y que la renta no sea superior al interés legal del valor declarado a la Hacienda; prohibición de los subarriendos; obligación del cultivo intensivo; municipalización de las tierras que por abandono de sus dueños lleven sin producir más de cuatro años y concesión de dichas tierras en arrendamiento a las sociedades de obreros agrícolas residentes en la localidad para que las exploten en común, bajo la dirección técnica que determine el Estado; roturación de las tierras destinadas a caza y cría de ganado de lidia; creación de un crédito agrícola nacional con un interés módico de amortización a largo plazo; reconocimiento preferente para los arrendatarios del derecho de retracto en caso de venta de las tierras dadas en arriendo o parcería, etc.
Noveno. Repoblación forestal.
Décimo. Promulgación de una ley de control sindical en las industrias".


EL PUEBLO SE EXPANSIONA
En la Casa de Campo, en la Moncloa y en la
Dehesa de la Villa
Numerosos niños extraviados

En la Casa de Campo

Antes de las cinco de la mañana empezó a afluir el público a la Casa de Campo, cuyas puertas no fueron abiertas hasta las ocho y media.
La mayor parte de los excursionistas llevaban ya la comida preparada; pero bastantes, sin embargo, llevaban solamente los ingredientes y la hicieron en hogueras que encendían en la Casa de Campo.
Como la mayor parte de los excursionistas iban acompañados por toda la familia, el número de niños que se hallaban en la Casa de Campo era muy grande y no tardaron en perderse muchos.
La Guardia civil organizó inmediatamente un servicio para recoger a todos los niños extraviados los cuales fueron llevados a los puestos y casillas de la Guardia civil. En el puesto llamado de La Torrecilla se recogieron más de treinta niños, y en el de la puerta del Rey más de cincuenta. A pesar de todo, algunos no pudieron ser hallados por sus familiares y se avisó a las Tenencias de Alcaldía para que pasasen aviso a los domicilios respectivos.

En la Moncloa

En diferentes puntos de la Moncloa se reunieron también numerosas familias de trabajadores para pasar el día alegremente.
Aquellos magníficos campos ofrecían un aspecto pintoresco. Las gentes encendieron lumbres y se dedicaron a condimentar la clásica paella.
En la Dehesa de la Villa

También en este lugar la afluencia de público fue extraordinaria. La falta de vehículos hizo, sin duda, que la gente de la zona Norte, desistiese de acudir a la Casa de Campo y se congregase en la Dehesa de la Villa, adonde muchos de los excursionistas se trasladaron en camionetas adornadas con banderas republicanas.
Por toda la extensión se veían grupos en los que los jóvenes bailaban a los sones de guitarras, acordeones y gramófonos portátiles.
No se produjeron incidentes.
El regreso

Anochecido comenzó el regreso a Madrid de los excursionistas.
El desfile, cada vez más numeroso, no cesó hasta después de las nueve. La mayoría regresaba a pie, pero también se utilizaron todos los medios de transporte, incluso caros de mano, que a duras penas empujaban los cabezas de familia.
Por la Puerta del Sol y calles céntricas se vieron grupos de gallegos y asturianos que desfilaban a los acordes de la gaita y cantando aires regionales.
Los militares

Para conmemorar la fiesta del Trabajo, primera que se celebra bajo el régimen instaurado por el pueblo soberano, el ministro de la Guerra dispuso que en los Cuerpos, centros y dependencias del Ejército se pusiera en libertad a los arrestados por motivos leves, se distribuyese a la tropa comida extraordinaria y se entregase a los cabos y soldados los premios en metálico con que era costumbre solemnizar las fiestas onomásticas de los soberanos del pasado régimen.
Los presos
Con motivo de la fiesta del Trabajo, la directora general de Prisiones ordenó a los directores de la Celular de Madrid y Prisión de mujeres, que obsequiasen a los presos y presas con un rancho extraordinario.

EL CAPÍTULO DESAGRADABLE
Numerosos accidentes e incidentes en la Casa de Campo
y Dehesa de la Villa
Más de cuarenta heridos

Durante la celebración de la jira campestre se registraron numerosos accidentes, ocasionados por la excesiva aglomeración, unos, otros, como consecuencia de algún exceso de vino y varias riñas habidas entre irascibles, que nunca faltan. En la Casa de Socorro sucursal de la de Palacio fueron curadas, durante la tarde de ayer, 36 personas. Tal aglomeración de heridos y accidentados puso a prueba la buena voluntad de los médicos de guardia y ayudantes, que se multiplicaron para atender a todos los que solicitaron su asistencia, pues el personal facultativo no se reforzó, como hubiera sido prudente.
En otros establecimientos benéficos fueron atendidos también muchos obreros. (…)

Los niños extraviados

Durante toda la noche de ayer y la mañana de hoy han sido recogidos todos los niños que se extraviaron en la Casa de Campo, Moncloa y Dehesa de la Villa, a causa de la enorme aglomeración de público.
Por disposición del alcalde, los niños fueron atendidos esmeradamente durante las horas que permanecieron separados de sus padres.

A mediodía de hoy sólo quedaba por recoger un niño, en la Tenencia de Alcaldía de Palacio.


1932

"Heraldo de Madrid", 2 de mayo de 1932

LA FIESTA DEL PRIMERO DE MAYO
En Madrid el paro fue absoluto, así como el cierre de establecimientos y espectáculos públicos
Se intentaron algunos alborotos que, por fortuna, carecieron de importancia

En Madrid
Por las calles circularon escasísimos vehículos
particulares y oficiales.

Todas las calles aparecían a primeras horas de la mañana totalmente desiertas. Conforme iba entrando la mañana y con ella la seguridad de un buen día, las calles fueron poblándose más y más, pero si recobrar ni mucho menos su habitual aspecto. Circularon escasísimos coches -alguna ambulancia sanitaria, los de Correos y contadísimos particulares- y algunas "motos" que aprovechaban la falta de circulación para correr a su gusto.
La Puerta del Sol y las calles céntricas de la ex corte, presentaban aspecto pueblerino, pues los grupos domingueros, a falta de donde meterse, charlaban en corrillos mientras los muchachos se dedicaban a jugar al fútbol

En la Casa de Campo y alrededores de Madrid la animación
fue extraordinaria

A pesar de lo inseguro del día, desde primera hora de la mañana comenzó la gente de Madrid a trasladarse a la Casa de Campo y alrededores de la villa, dispuesta a pasar allí el día.
A media mañana el sol brilló espléndido y la animación aumentó y puede calcularse que a mediodía había en la Casa de Campo más de 30.000 personas que almorzaron alegremente.
En la puerta de la Casa de Campo había un tanque automóvil de gran capacidad para que los excursionistas se proveyesen de agua; un coche-ambulancia sanitario y un auto cerrado por si fuera preciso trasladar a algún detenido. Un centenar de guardias municipales cuidaban del orden, que no se alteró, y diversos carteles colocados en los árboles hacían las indicaciones necesarias y señalaban el lugar donde se hallaban las fuentes.
A media tarde la concurrencia en la Casa de Campo era verdaderamente sorprendente, pues infinidad de personas acudieron a merendar. El orden siguió sin alterarse, y si bien los guardias de Orden público nada tuvieron que hacer, los encargados de la ambulancia sanitaria trabajaron "de lo lindo", pues era tal el número de gente que "se alegró" que hubo de llevarles a que olieran amoniaco para que se pudieran marchar a sus casas.
A primera hora de la noche emprendieron todos el regreso a Madrid en alegres "pandillas" que fueron a sus casas cantando alegremente y con afinación discutible.

En la Sierra también hubo una animación verdaderamente grande

Los aficionados a la Sierra, no faltaron este día a su deporte favorito.
Desde primera hora la estación del Norte era un hervidero de gente que, con los clásicos patines y esquís, se apresuraba a marchar a la vecina Sierra.
A las once de la mañana puede asegurarse que ni uno solo de los aficionados a la Sierra quedaba en Madrid, pues por ferrocarril marcharon más de 5.000 personas y en autobuses y coches particulares marcharon otras tantas.

A la Granja, San Fernando de Henares y otros pueblos cercanos

También fueron muchas las personas que se fueron a pasar el día a La Granja, San  Fernando de Henares y otros pueblos cercanos a Madrid, para pasar el día en el campo.
Se calcula en más de 8.000 personas las que fueron a comer a las orillas del Jarama. A La Granja fueron menos porque el tren de Segovia es de plazas limitadas.


Los comunistas intentan una manifestación, siendo disueltos.-
Ocho heridos

A media mañana se tuvo noticia en el ministerio de la Gobernación de que un grupo de exaltados formado en el paseo de la Castellana, pretendía organizar una manifestación y llegar hasta la Puerta del Sol. Ante el intento, el retén de guardia de asalto destacado en Gobernación se preparó a dispersar a los manifestantes.
Poco después comenzaron a llegar por distintas calles a la Puerta del Sol algunos grupos. Los de Asalto salieron de Gobernación a hacerles frente y les obligaron a huir por las calles Montera, Alcalá, Arenal, Mayor y Carretas. Cuando llegaban en persecución de ellos al ministerio de Hacienda un grupo de comunistas quiso hacer frente a los guardias, provistos unos de varas de fresno y otros de banderitas rojas que llevaban ocultas y que a la vista de la fuerza pública enarbolaron. Al mismo tiempo se oyeron gritos de ¡Viva Rusia! ¡Viva el comunismo! y otros subversivos. Los guardias iniciaron una carga, y como los manifestantes se resistieran a dispersarse, y muchos de ellos acometieran con las varas a los guardias, éstos hicieron uso de los vergajos en una enérgica carga, que obligó a los alborotadores a refugiarse en el zaguán del ministerio de Hacienda. Simultáneamente, en las calles Mayor, Carretas y del Arenal se daban también cargas contra otros que en dichas calles pretendían hacerse fuertes. (…)

Un niño herido al arrollarle los manifestantes.-
Se recoge una bandera roja

En el Equipo Quirúrgico del Centro los doctores Valdovinos, García Caballero y Duarte asistieron a varios heridos, entre ellos a un niño arrollado por los manifestantes que huían.

En la Castellana y en la plaza de Herradores se intentan
 manifestaciones.- Un guardia lesionado

A la una y media los alborotadores intentaron celebrar una manifestación en el paseo de la Castellana para dirigirse a la Presidencia. Los guardias de Asalto los disolvieron violentamente. A la misma hora los mismos elementos formaron otra manifestación en la plaza de Herradores, y uno de ellos, subido en un farol, pronunció un violento discurso. Llegaron los guardias de Asalto a caballo y despejaron la plaza de los mencionados grupos. Uno de los guardias persiguió a un grupo de comunistas. Al llegar a la calle del Arenal el caballo que montaba resbaló en el asfalto y el guardia cayó violentamente al suelo, fracturándose una clavícula. El mismo grupo intentó formar análoga manifestación en la antigua plaza de Isabel II y los guardias volvieron a disolverlos. Los guardias de Asalto depositaron en Gobernación una bandera roja que cogieron a los comunistas en el paseo del Prado cuando pretendían celebrar otra manifestación.
 En la calle Mayor un grupo de comunistas pretendió arrollar a quince guardias de Asalto y, al efecto, abalanzáronse a ellos. Algunos guardias cayeron al suelo, pero rehiciéronse prontamente y rechazaron a los agresores, aprehendiendo a casi todos ellos. A mediodía había en la Comisaría del Centro veintiún detenidos.

Se hacen disparos en la calle de Sevilla

Cuando los guardias dieron la carga en la calle de Alcalá, otro grupo de extremistas que quería irrumpir en dicha calle por la de Sevilla, hizo hasta cuatro disparos de pistola, que produjeron gran confusión y alarma.
Por fortuna los disparos no hicieron blanco.

Las piedras que llevaban los detenidos

A uno de los detenidos en la calle de Alcalá se le ocuparon en el bolsillo cuatro enormes guijarros, preparados, a juzgar por los filos y puntas que presentaban, para herir de cualquier manera que hicieran blanco.

Por la noche se intenta en Cuatro Caminos una manifestación
con banderas rojas

A las nueve de la noche se recibió aviso en la Dirección de Seguridad de que se acercaban a Cuatro Caminos numerosos comunistas con banderas rojas procedentes de Tetuán. En el acto salieron para allá seis carros de Asalto, con número suficiente de guardias para cortarles la retirada. En efecto, la sola presencia de la fuerza pública bastó para poner en dispersión y precipitada fuga a los grupos que no eran numerosos.

En el día de ayer se practicaron 60 detenciones

El director de Seguridad, Sr. Menéndez, recibió anoche poco antes de retirarse a descansar, cuando la tranquilidad era completa ya en Madrid.
Díjosnos que, a consecuencia de los disturbios de ayer, se habían practicado en junto sesenta detenciones, de las cuales dos lo fueron por atentado contra la autoridad, por lo cual habían pasado al Juzgado de guardia, y los cincuenta y ocho restantes, por distintas causas y motivos, para imponer a cada uno de los detenidos una multa.
El día, con haber sido muy movido en Madrid, no ofreció, afortunadamente, sucesos importantes que lamentar, y ha servido para demostrar a los alborotadores que sobran medios en cualquier momento para imponer el orden sin necesidad de acudir a represiones violentas.
El Sr. Menéndez acudió por la mañana a la estación, con su secretario, a recibir al ministro de la Gobernación y luego se dedicó a recorrer Madrid de Cuatro Caminos a Vallecas, paseo de San Vicente y plaza de Castelar, para inspeccionar los servicios de vigilancia, encontrándolos bien montados, según ha demostrado la eficacia de los mismos.

Un portugués resulta herido

Además de los heridos de que damos cuenta, en la Casa de Socorro del distrito del Congreso fue asistido un súbdito portugués, que resultó, al encontrarse entre los manifestantes, herido no sabía por quién.

Detenido por injurias a la fuerza pública

En la Puerta del Sol fue detenido José Gutiérrez Rodríguez, por haber dirigido palabras injuriosas a las fuerzas de Asalto que allí actuaban. Fue conducido a la Comisaría del Centro, donde se le formó el oportuno atestado.

Un suceso algo extraño

Al pasar ayer tarde por la Puerta del Sol el presidente de una Juventud radical sorprendió una conversación sostenida por dos hombres en la que se hablaba de entrega de papel. Suponiendo el mencionado presidente que se trataba del reparto de alguna hoja clandestina siguió a ambos hombres, que se dirigieron a la calle del Carmen. Ya en ésta penetraron en un cuarto portería próximo a la iglesia, saliendo pocos momentos después con un paquete del periódico "Nosotros".
Pareciéndole sospechoso cuanto presenciaba, el presidente de la Juventud radical denunció el hecho y los hombres portadores del periódico fueron detenidos y trasladados al ministerio de la Gobernación.

Los jóvenes portadores del periódico dijeron llamarse Pedro Esteve y José Silva Barrada. Pasaron a la Inspección de guardia de la Dirección de Seguridad, donde se les puso en libertad después de prestar declaración.

1933

"El Socialista", 28 de abril de 1933

VIDA MUNICIPAL
Facilidades para los que acudan el Primero de Mayo a la Dehesa de la Villa y a la Casa de Campo

Teniendo en cuenta que el día 1 de mayo acude una gran masa de ciudadanos a la Dehesa de la Villa y a la Casa de Campo, el Ayuntamiento ha dispuesto un servicio para el abastecimiento de agua por medio de tanques y fuentes portátiles, y, por tanto, se ruega al público colabore para que se observe el mayor orden y limpieza al usar estas fuentes.
Al mismo tiempo, se ha organizado un servicio para la recogida de niños que se extravíen, de forma que todos los que se extravíen en la Dehesa de la Villa serán depositados en el Colegio de la Paloma, y los que se extravíen en la Casa de Campo, en la Administración de esta finca (Puerta del Río), a cuyos sitios deben acudir los familiares.
Al mismo tiempo, se recuerda la prohibición de encender lumbre en la Dehesa de la Villa y en la Casa de Campo, ante el peligro de incendio, así como también se espera de todos los ciudadanos su colaboración para impedir que sean destrozados los árboles o plantas de tan magníficos parques del pueblo madrileño.

"El Socialista", 2 de mayo de 1933

LA FIESTA DEL TRABAJO
Se celebró ayer con gran entusiasmo y muestras de plena adhesión de la clase trabajadora a nuestros postulados

EN MADRID.

El paro fue unánime y sólo abrieron las farmacias.

Ayer se ha celebrado, como en años anteriores, la Fiesta del Trabajo en toda España. En Madrid quedó terminado el trabajo en todas sus ramas a las seis de la mañana, hora en que se retiraron los taxis. Desde aquel momento las calles de Madrid presentaron un aspecto verdaderamente curioso. En las vías de más tránsito, como las calles de Alcalá, de Montera, etc., en la Puerta del Sol, se daba el caso de que en las horas en que la circulación llega a su período culminante otros días, hoy se veía a los niños jugar como si fuera un parque público.
Todo el comercio permaneció cerrado. Solamente abrieron sus puertas las farmacias.
La circulación también quedó interrumpida. Solamente se vieron por las calles los automóviles oficiales de la policía y los camiones militares. También se permitió la circulación de los automóviles utilizados por los médicos. Además de estos vehículos, solamente se vieron en las calles madrileñas algunos coches conducidos por extranjeros que llegaron a Madrid, encontrándose con una población en la que parecían haber desaparecido la mayoría de sus habitantes.

Gran animación en la Casa de Campo.

La Casa de Campo, la Dehesa de la Villa y en Puerta de Hierro estuvieron totalmente ocupadas por los trabajadores madrileños, que desde la mañana marcharon a pasar el día en el campo.
Tal fue la afluencia de público en la Casa de Campo, que en previsión de que pudiera ocurrir  lo que en años anteriores, en que se extraviaron varios niños, Unión Radio anunció en su emisión de mediodía que a ella podían comunicarse las noticias de pérdidas de niños, con lo cual podía facilitarse la tarea de buscarlos. También en la Casa de Campo se había establecido un servicio para los niños perdidos. En la casa de los guardas cercana al río se fijó el punto adonde debían ser llevados éstos, y desde allí se daba aviso a la emisora. Por este procedimiento se devolvieron a sus padres algunos niños que se habían extraviado.
Aunque el tiempo no fue bueno, pues a primera hora de la mañana llovió, no restó magnitud al espectáculo que ofrecían estos lugares.
Pequeños incidentes entre la fuerza pública
y grupos extremistas.

Con motivo del Primero de Mayo se habían adoptado en Madrid algunas precauciones. A las once y media de la mañana comenzaron a formarse grupos en la plaza de Castelar. Minutos después había un centenar de individuos extremistas que, provistos de una bandera roja, se proponían desfilar en manifestación. Marcharon por la calle de Alcalá con dirección a la Puerta del Sol; pero al llegar a la calle del Marqués de Cubas los guardias de asalto llegaron en un camión y procedieron a disolver la manifestación, para lo cual hicieron uso de las porras. Los manifestantes contestaron a esto con una lluvia de piedras, de las que se habían provisto cumplidamente, y hubo un momento en que los guardias sacaron sus pistolas e hicieron algunos disparos al aire.
De los grupos comunistas partieron también disparos, y momentos después había quedado disuelta la manifestación.
Entre los escasos transeúntes que había por la calle Alcalá se produjo alguna confusión, que se propagó hacia otras barriadas limítrofes, en las que también hubo carreras.
Con motivo de este suceso resultó herido de una pedrada en un brazo el agente de la primera brigada señor Monasterio Vives.
El transeúnte Fermín de Miguel, al que sorprendieron los incidentes, se refugió entre los guardias y resultó herido de un balazo en el antebrazo, herida que fue calificada de pronóstico reservado.
Se practicaron varias detenciones.
Minutos después de ocurrir estos incidentes se presentó en la Casa de Socorro del distrito del Hospital un individuo apellidado Yagüe, el cual sufrió un balazo en un muslo.
De la Casa de Socorro dieron aviso a la Dirección general de Seguridad, y los agentes detuvieron al herido.
Aparte de las que se hicieron en la calle de Alcalá, se han practicado después varias detenciones de elementos extremistas.

 

“El Sol”, 2 de mayo de 1933


LA FIESTA DEL PRIMERO DE MAYO

 

La jornada transcurrió con toda tranquilidad

Incidentes en la Casa de Campo.- Al desprenderse la rama que sostenía un columpio resulta muerta una anciana y gravemente herida otra mujer

Silencio en la ciudad

Las banderas al viento en los altos mástiles de los edificios oficiales. Las colgaduras en los balcones. Un cielo bajo de nubes grises pasa sobre las calles en silencio. A ratos, un poco de sol cernido entre nubes, de lluvia primaveral.
A media mañana, enormes masas de ciudadanos han acampado en los alrededores de Madrid. Apenas discurres por las calles algunos grupos de rezagados, que marchan también al campo.
Fiesta del Trabajo. El paro es unánime. Y el aspecto de la ciudad, sorprendente. La amplitud de las calzadas y paseos parece no tener objeto. De cuando en cuando pasa un ciclista como un fantasma, pedaleando en la máquina tranquilamente. El ritmo del paso de los transeúntes es (…) y pausado. El ciudadano se encuentra bajo la sensación desconcertante de una pausa en su ruidosa sinfonía cotidiana. Hasta estos hombres azules -los guardias de orden público- que transitan por algunas vías céntricas tienen un aire de desgana definitiva. El orden, por la tarde, es perfecto. Por la mañana se han registrado unos pequeños alborotos, que han sido sofocados rápidamente. Paz y silencio. Las horas parecen interminables. Están cerrados todos los casinos,  todos los cafés, tiendas y centros. Están abiertas todas las ventanas y balcones sobre el silencio de las calles. En la Gran Vía bailan unos húngaros, y se empeñan en hacer desplegar gracias coreográficas a un viejo camello. Ni con la sensación de desierto que nos rodea -los grupos de transeúntes son escasos-  se logra que el pobre rumiante se anime, ni aun estimulado por el redoble de un viejo tambor destemplado y los sonidos agrios de un cornetín. Unas niñas saltan a la comba en medio de la calzada y cantan un romance primaveral.
Desde ventanas, balcones y miradores los vecinos miran las calles desiertas. Brazos desnudos de mujeres y vestidos de andar por casa de todos los colores. Niños que cantan y juegan en las calzadas, perros vagabundos. Un hombre sudoroso avanza dando resoplidos bajo el peso de una maleta. En algunas placitas apartadas de las grandes arterias ciudadanas, Madrid tiene un aire de pueblo de partido judicial manchego.
Se oye un ruido de tambores batidos y los gallos de unas cornetas bélicas. La fanfarria militar avanza en formación de tres en línea. ¿Qué fantasmas son éstos? El bravo batallón de milicianos, los (…) románticos, rematados por los plumeros, los pantalones y guerreras azules y rojos como construidos por carpinteros, así están de  planchados. Pasan, al hombro los viejos fusiles con las caladas bayonetas relucientes. Pasan marciales y rígidos. Les precede un vago olor de naftalina, e igual perfume les sigue, sin que baste a neutralizarlo el aroma denso de las acacias floridas. Se pierden por los jardines del paseo del Prado. Y otra vez el silencio, que no se interrumpe hasta el atardecer. A esta hora las calles se animan. Vuelven del campo pandillas alegres que lanzan al aire sus canciones. Escasa iluminación en la noche.
Una gran jornada para la meditación en la ciudad.

En las primeras horas de la madrugada descargó sobre Madrid una fuerte lluvia; pero esto no fue obstáculo para que por la mañana al cesar la lluvia y a pesar de que el cielo continuaba amenazador, millares y millares de madrileños se echaron al campo con sus familias, bien provistos de comida e incluso de paraguas y mantas.
Difícil resulta hacer un cálculo del número de vecinos madrileños que pasaron la fiesta en los parque y campos de los alrededores de la capital. Las caravanas eran interminables. Sólo a la Casa de Campo acudieron más de trescientas mil personas. Durante toda la mañana continuaron saliendo de sus casas numerosas familias que, al ver que la amenaza de lluvia no se (…), se decidían a pasar el día en el campo.
El pueblo invadió no sólo las calzadas, sino también las aceras. No circuló ni un solo vehículo, excepto los coches y camiones de la Dirección general de Seguridad, que de vez en cuando desfilaban con agentes y guardas encargados de mantener el orden.
La calles de la capital estuvieron todo el día llenas de niños, que cantaban y jugaban si miedo a automóviles y tranvías.
Imposible resulta dar una información detallada.
La gente no sólo lleno los parques municipales, sino que muchos vecinos, en la noche del sábado, emprendieron la ruta hacia la Sierra y pueblos de los alrededores. Puede decirse que en todos los lugares situados en un perímetro de cien kilómetros en torno a Madrid había vecinos madrileños.
Sesenta y seis heridos en la Casa de Campo

Los servicios instalados por el Ayuntamiento en la Casa de Campo dieron el máximo rendimiento, aunque, debido a la insospechada aglomeración de público -trescientas mil personas calculaba el jefe de la Guardia municipal, Sr. González Bravo, que habían acudido ayer a la Casa de Campo- hubo deficiencias inevitables. No fue posible atender el abastecimiento de agua, no obstante el aumento de fuentes en la Casa de Campo, de depósitos instalados recientemente y de los tanques que ayer incesantemente acudían con agua potable.
Sesenta y seis fueron las personas que resultaron heridas en la Casa de Campo. Algunos de estos heridos lo fueron a causa de las riñas que surgen siempre allí donde se bebe vino con exceso; pero la mayoría lo fue en accidentes casuales y generalmente a consecuencia de caídas.
Las Casas de Socorro de los distritos correspondientes a la Casa de Campo montaron servicios de asistencia extraordinarios, y el trabajo realizado por el día por estos profesores médicos fue meritísimo e incesante.

A pesar de los servicios extraordinarios montados por las autoridades municipales para atender a las personas que pudieran producirse heridas o contusiones, en la Casa de Campo hubo necesidad de utilizar en diversas ocasiones para trasladar al público víctima de accidentes los camiones de guardias de asalto que prestaban servicio de vigilancia en este parque y los coches de los jefes del Ayuntamiento.

Cuando se estaban columpiando unas jóvenes en la rama
de un árbol, se rompe ésta y produce la muerte de una anciana
 y hiere de gravedad a otra mujer

A las seis de la tarde ocurrió un sensible accidente, que costó la vida a una mujer y produjo lesiones muy graves a otra.
Numerosos jóvenes se entretenían en diversos juegos. Unas jóvenes ataron una cuerda en las ramas de un árbol con objeto de hacer un columpio. Cuando se columpiaban, una de las ramas se desgajó y fue a caer sobre varias personas que allí estaban sentadas.
Con toda rapidez, las víctimas, que eran dos mujeres, fueron recogidas y trasladadas a la Casa de Socorro, del distrito de Palacio, donde los médicos certificaron la defunción de una de las señoras que se  llamaba Petra Pérez de la Viuda, de setenta y dos años de edad, domiciliada en Antonio Grilo, núm. 14.
A la otra mujer le fueron apreciadas lesiones graves. Se llama Isidra López Mencía, de cuarenta años de edad, con igual domicilio que la anterior.
En la Casa de Campo se extraviaron 60 niños y
en la Dehesa de la Villa, 15. Todos fueron recogidos
por sus padres en los refugios municipales.

Como ya saben nuestros lectores, el Ayuntamiento instaló en los lugares más indicados de los parques madrileños casetas y refugios para recoger en ellos a los niños que, dada la afluencia enorme de público, pudieran alejarse de sus padres. Sesenta fueron los pequeñuelos que tuvieron que ser recogidos en estos sitios. Todos ellos fueron reclamados por sus respectivos padres.
En la Dehesa de la Villa, donde la afluencia de público fue también extraordinaria, se extraviaron quince niños, de los que se hicieron cargo los guardias municipales, que llevaron a los pequeñuelos a los refugios instalados al efecto, donde los custodiaron hasta que fueron reclamados.
La vigilancia en la Casa de Campo estuvo a cargo de 250 guardias municipales, además del personal fijo de la que fue posesión real. Al frente de estas fuerzas, que actuaron durante todo el día con un celo extraordinario, estuvieron el jefe de la Guardia municipal, teniente coronel señor González Bravo, y el segundo jefe, capitán Laoz.
 
La borrasca dispersa a los romeros

La lluvia y el vendaval de las cinco de la tarde precipitaron el desfile de los millares de personas que habían acudido para pasar con la familia el día.
En la Casa de Campo se notó –varias veces señaló esta deficiencia EL SOL, en su sección municipal- la falta de puertas y accesos al parque. Como decimos antes, la lluvia y el fuerte viento precipitaron el retorno a sus lares de la gente allí congregada, y hubo necesidad de formar colas interminables ante las escasas puertas.
 
Un hombre se arroja al estanque de la Casa de Campo

Los efectos del vino, naturalmente, se dejaron sentir en esta fiesta. De que tal cosa sucedió pueden dar fe en varias Casas de Socorro, en las que hubo necesidad de asistir a los que habían bebido vino en exceso. Uno de los que con más fuerza sentían los efectos optimistas del alcohol se creyó nadador, y sin pararse a meditarlo un solo momento se arrojó al estanque de la Casa de Campo. Menos mal que en los alrededores había varias personas que consiguieron sacarle con vida.
 
Bailes y cantos regionales

Entre los asistentes a la Casa de Campo se organizaron diversos bailes y cantos del folklore nacional. Asturianas, jotas aragonesas, valencianas, navarras y castellanas, sardanas y flamenco, mucho flamenco. También fueron numerosos los orfeones más o menos afinaos que recorrían el campo como imprescindible exponente de la filarmónica popular.
 
Los carteristas no respetaron la Fiesta del Trabajo

Ya se sabe que allí donde la gente se aglomera, sea la feria pueblerina o la verbena ciudadana, los amigos de lo ajeno establecen su cuartel general. Ayer, a pesar de ser la festividad del trabajo, los carteristas no quisieron celebrarla, o quizás pensaron celebrarla del todo, y en número crecido acudieron a la Casa de Campo y a la Dehesa de la Villa, donde desplegaron sus actividades con algún éxito y con determinados fracasos.
Hubo carterista que, cogido “in fraganti”, pagó en sus costillas el pecado de su ambición. Otros muchos fueron detenidos por los guardias municipales y los de asalto que en diversos camiones recorrían con frecuencia aquellos lugares.
El ex concejal Sr. Cortés y un amigo suyo persiguieron a un carterista que los había robado y consiguieron darle alcance. El ladronzuelo fue llevado a la Comisaría del distrito.
 
Un hombre gravemente herido

Los carteristas dieron lugar con sus actividades a un suceso sangriento.
A la salida de la Puerta del Ángel un grupo de muchachos, entre los que iba Francisco de la Fuente Gómez, de veinte años, domiciliado en la plaza de Tirso de Molina, número 3, acompañado de dos amigos, uno de ellos llamado Francisco Sánchez Vilaseca, que vive en la calle de Doña Urraca, número 5, se detuvo allí un momento. A Francisco se le acercó un individuo que intentó quitarle la cartera. Naturalmente, Francisco se resistió, y entonces el desconocido le dio una bofetada. Sin que pueda precisarse quien lo agredió, el abofeteado recibió también una puñalada que le interesó la pleura y el pulmón. Varios transeúntes trasladaron al herido a la Casa de Socorro, donde calificaron su estado de gravísimo.
Parte del público señaló como autores de la agresión a Vicente González Pérez y Germán Alvarez Valdés, que fueron detenidos.
Trasladado el herido al Hospital Provincial, allí estuvo el juez de guardia para tomar declaración a Francisco. A éste le fueron presentados los detenidos como supuestos autores de la agresión; pero el herido no les reconoció. No obstante, quedaron detenidos en el Juzgado de guardia.
 
En la Casa de Socorro del Puente de Segovia fueron asistidos
un centenar de heridos

El personal de la Casa de Socorro del Puente de Segovia trabajó ayer activamente.
Se montó en este centro benéfico una guardia extraordinaria, a cargo de los doctores D. José Gándara Rivas, D. Vicente Sanchís Perpiñá, D. Francisco Muñoz Millá, D. Fermín Palenzuela Martín y el ayudante D. Amadeo Castro García.
A las once de la mañana entró el primer herido procedente de la Casa de Campo, y desde esta hora hasta las doce de la noche puede decirse que no cesaron de entrar personas que necesitaban el auxilio de los médicos.
De dos de la tarde a nueve de la noche, la labor en dicho centro fue extraordinaria. Para dar una idea de lo intenso del trabajo realizado por estos médicos, bastará decir que ingresaron en el benéfico establecimiento 51 heridos de pronóstico reservado o graves y otros tantos leves, que, curados, marcharon a la calle sin que hubiera tiempo de tomarles la filiación. (...)

En la calle de Alcalá se organizó una manifestación comunista que fue disuelta por fuerzas de asalto
RESULTARON HERIDOS UN AGENTE DE POLICÍA,
DOS TRANSEÚNTES Y UN COMUNISTA

Ayer, a las once y cuarto de la mañana, se organizó una manifestación comunista en la calle de Alcalá, frente al Círculo de Bellas Artes. Inmediatamente salieron fuerzas de asalto, que estaban de servicio en la Dirección general de Seguridad, y su presencia bastó para que se dispersaran los manifestantes. Estos llevaban una bandera roja e iban cantando y gritando.
Los grupos, al darse a la huida, hicieron varios disparos y arrojaron piedras contra los guardias y agentes.
Uno de los disparos alcanzó al transeúnte Fermín de Miguel, que fue asistido en la Casa de Socorro de una herida por arma de fuego en una muñeca. Otro transeúnte, que se llama Eyzir Bengusich Avergel, también fue curado de una lesión producida por piedra. Según los médicos, padecía probable fractura de húmero. Al apoderarse de la bandera el agente D. Luis Monasterio recibió otra pedrada en el codo izquierdo, y le ocasionó una herida de pronóstico reservado.
Diversos agentes de la Primera Brigada salieron en persecución de los manifestantes, deteniendo a varios en la plaza de Castelar y las calles de Alcalá, Nicolás María Rivero y Arlabán.
Según nuestras noticias, la Dirección general de Seguridad sabía de antemano que los extremistas proyectaban celebrar en el día de ayer esta manifestación, y el sábado por la noche dio órdenes a Brigadas y Comisarías para que procedieran a la detención de estos significados elementos, cosa que así se efectuó en gran número. Algunos de los detenidos quedaron a disposición de la autoridad judicial, y otros ingresaron en la cárcel, por orden del director de Seguridad.
Por la tarde se presentó en la Casa de Socorro del distrito del Hospital, a solicitar asistencia facultativa, un individuo llamado Calixto Yagües, de veinte años, con domicilio en la calle del Norte, número 5. Presentaba una herida por arma de fuego en el muslo izquierdo. Su estado fue calificado de pronóstico reservado. Después de curado pasó al hospital.
Según declaró el lesionado, las heridas le fueron producidas en la manifestación comunista.


"El Heraldo de Madrid", 2 de mayo de 1933

EL PRIMERO DE MAYO EN TODA ESPAÑA
La fiesta del Trabajo se ha celebrado en Madrid en medio de paro absoluto y con extraordinaria animación
Al intentar formarse una manifestación extremista en la calle de Alcalá se produjeron algunos incidentes y resultaron tres heridos; en riñas y accidentes hubo un muerto y bastantes heridos
              
La fiesta del Trabajo, como era de esperar, dada la organización de los elementos directivos obreros, tuvo como consecuencia el paro absoluto de todos los servicios en la capital de la República. No trabajó ayer nadie en Madrid; es decir, funcionaron aquellos escasos servicios de urgencia autorizados para ello.
Más de medio Madrid se lanzó a los alrededores de la capital
Esta excursión al campo en colectividad se notó de modo extraordinario en la población, cuyas calles, a excepción de las céntricas, estuvieron poco menos que desiertas.
Sol y agua

La Moncloa, el parque del Oeste, los Viveros, la Dehesa de la Villa, la Pradera y otros lugares de los suburbios fueron asaltados desde las primeras horas de la mañana por la muchedumbre; pero el lugar preferido del público no hay duda que es la Casa de Campo.
Fue una lástima que el tiempo desluciese el final de la jornada, ya que al iniciarse la lluvia la desbandada resultó una cosa fantástica.
Madrid, solitario y triste

El aguacero adelantó el desfile hacia la capital, retorno que comenzó a las cinco y no terminó hasta bien entrada la noche.
El jolgorio siguió en las calles, y no faltaron durante el desfile las expansiones republicanas y socialistas, que se hicieron patentes con banderas y vivas y canciones alusivas a la fiesta del Trabajo.
Pero a las once de la noche el centro de Madrid, siempre tan animado, presentaba un aspecto desolador, solitario y triste.

El intento de manifestación comunista fue cortado por la fuerza pública.
Tres heridos

Las autoridades tenían noticias de que los comunistas preparaban una manifestación. En efecto, momentos después de las once, en la calle de Alcalá, grupos de extremistas intentaron formar la manifestación. De la calle del Barquillo varios individuos salieron con cinco banderas rojas. Inmediatamente unas trescientas personas iniciaron la marcha hacia la Puerta del Sol.
Para cortar el paso a los manifestantes intervinieron varios agentes de la primera Brigada de investigación criminal y cuatro guardias que se hallaban de servicio en aquellas inmediaciones. Tan pronto como los manifestantes divisaron a los representantes de la autoridad arrojaron sobre ellos numerosas piedras y les hicieron unos quince o veinte disparos de pistola. Los agentes lograron arrebatarles las banderas, y uno de ellos, D. Luis Monasterio Vives, al hacerlo, recibió una pedrada en el codo izquierdo, que le produjo una lesión de pronóstico reservado.
También resultaron heridos a consecuencia de la colisión dos transeúntes. Uno de ellos, llamado Fermín de Miguel Posteigo, recibió un balazo, que le atravesó el antebrazo derecho, lesión que fue calificada de pronóstico reservado, y otro, Eyzil Beukayh Alergel, una pedrada que le ocasionó la probable fractura del húmero.
Loa agentes salieron en persecución de los agresores, deteniendo a seis de ellos en la plaza de Castelar, a trece en la calle de Nicolás María Rivero, uno en la de Alcalá y otro en la de Arlabán.
Todos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial con el oportuno atestado formulado en la Dirección de Seguridad.

Intento de agresión a un guardia de Seguridad

En la calle de Palos de Moguer, varios individuos agredieron a un guardia de Seguridad que vestía de paisano. El representante de la autoridad se puso a salvo refugiándose en un sótano de la casa número 25 de la citada calle.

Un herido de bala

En la Casa de Socorro del distrito del Hospital se presentó a solicitar asistencia facultativa Calixto Yagües, de veinte años, con domicilio en la calle del Norte, número 5. Presentaba una herida por arma de fuego. Su estado se calibró de pronóstico reservado.
Según manifestó el lesionado la lesión le fue producida en la calle de Alcalá, durante la manifestación comunista que se pretendía celebrar.
Accidentes y riñas en la Casa de Campo

Un grupo de muchachas ató una cuerda en un árbol para instalar un columpio. Cuando una de las jóvenes se balanceaba subida sobre la cuerda la rama se desgajó, con tan mala fortuna, que fue a caer sobre dos mujeres que presenciaban cómo las jóvenes se divertían.
Se las condujo a la Casa de Socorro sucursal del distrito de Palacio, sito en el Puente de Segovia, donde los médicos de guardia, al proceder a reconocerlas, observaron que una de ellas era cadáver.
Se llamaba Petra Pérez de la Viuda, de setenta y dos años, con domicilio en Antonio Grilo, 14.
La otra mujer, llamada Isidra López Mencía, de cuarenta años, con el mismo domicilio, fue asistida de lesiones de carácter grave. Pasó al hospital.
También en la Casa de Campo cayó otra rama de árbol sobre María Jordán Galera, de treinta y siete años, con domicilio en la calle de la Palma, 47, causándole lesiones graves. (…)

MANIFESTACIONES DEL JEFE SUPERIOR DE POLICÍA

El jefe superior de policía recibió esta madrugada a los informadores de Prensa.
Expresó su satisfacción por la tranquilidad con que se había desarrollado la fiesta del Primero de Mayo. Dijo el Sr. Aragonés que, según sus cálculos, habían acudido a la Casa de Campo unas cuarenta mil personas, y añadió como detalle curioso que le habían comunicado de la estación del Mediodía que para los trenes especiales se habían despachado 27.580 billetes a personas que se trasladaron a San Fernando y puntos inmediatos. Supone el Sr. Aragonés que por la estación del Norte habrá salido un número igual de personas. Terminó diciendo que los detenidos en total por las manifestaciones comunistas son 62, a muchos de los cuales les fueron ocupadas navajas y porras. También fueron ocupadas dos pistolas.

Un herido en la Dehesa de la Villa


Cuando se hallaba en la Dehesa de la Villa se cayó al suelo Eugenio López Moreno, de treinta y seis años, habitante en Topete, 34, que se produjo lesiones de pronóstico reservado.


1934

“El Sol”, 2 de mayo de 1934


LA FIESTA DEL PRIMERO DE MAYO

EL PARO FUE UNÁNIME EN LA CAPITAL DE LA REPÚBLICA

Sólo funcionó con intermitencias, y al final hubo de ser suspendido,
el servicio del “Metro”

Los obreros se van al campo


Se celebró ayer la Fiesta del Trabajo, que, como todos los años desde que esta fecha fue declarada fiesta nacional, se tradujo en un paro completo de la vida activa de la ciudad. Al amanecer se retiraron de la circulación los taxímetros. Los tranvías no reanudaron la jornada. En todos los talleres, comercios, bares, tabernas cafés, obras, etc. La paralización fue completa. Los edificios oficiales aparecían engalanados con banderas y colgaduras. A medida que avanzaba la mañana comenzó el desfile de las familias obreras hacia el campo.
Numerosos grupos, no obstante lo desapacible del día, que amenazaba lluvia, provistos de sus meriendas se dirigían a El Pardo, Dehesa de la Villa, Casa de Campo y demás parajes gratos de los alrededores de la capital de la República.
En las calles, en las que apenas de cuando en cuando se notaba el paso de un coche particular o de las carrozas fúnebres, durante todo el día fueron convertidas por la chiquillería en campos de fútbol o en pista de patinaje en aquellos puntos donde el piso es adecuado para practicar este deporte. La concurrencia de gente fue escasísima en la parte de la ciudad donde ordinariamente bulle. En ningún día del año las calles ofrecen menos viandantes ni más observadores. El vecindario que no se decidió salir al campo se pasó las horas muertas asomado a los balcones y miradores.
Al atardecer, volvió a reinar la animación en el centro de la ciudad, al regresar de su jira los excursionistas.

 

Precauciones


Las autoridades adoptaron grandes precauciones, en previsión de que pudieran originarse incidentes. Fuerzas de asalto, armadas de carabinas, situáronse en puntos estratégicos, especialmente en la glorieta de Bilbao, Puerta del Sol, Puerta de Alcalá, Cuatro Caminos, Ventas y en las calles cercanas a las barriadas obreras. También se desplegó gran lujo de fuerzas en los alrededores de la Casa del Pueblo.

Se intenta que circule el “Metro” -servicio limitado -
Actos de sabotaje.

Ayer mañana, los jefes de la Compañía del Metropolitano, previa autorización de las autoridades, celebraron una reunión, a la que invitaron a una representación de sus operarios, con objeto de examinar la forma de que el servicio se prestara, a pesar de la festividad del día, para no causar los perjuicios que en otro caso se irrogarían al público.
Como los representantes obreros se negaran a practicar ninguna clase de servicio durante el día de ayer, varios ingenieros se ofrecieron para realizar uno limitado.
En efecto, a las diez de la mañana, y conducido por un ingeniero, salió de la estación de Cuatro Caminos un convoy con destino a la estación de Atocha, y minutos después tomó la salida otro hacia las Ventas. Ambos trenes regresaron con toda normalidad.
Como se observara en sucesivos viajes la existencia de algunas averías, como el corte de un cable y otras producidas en los carriles, fruto de actos de sabotaje, la Dirección General de Seguridad ordenó que a las nueve de la noche se suspendiera el servicio, para evitar posibles desgracias.

 

Una manifestación comunista – Cargas – Detenciones – Disparos


El partido comunista de Madrid, durante la noche del lunes y primeras horas de la mañana de ayer repartió profusamente proclamas  clandestinas en las que se invitaba a los obreros madrileños a la formación del frente único y a manifestarse revolucionariamente con motivo de celebrarse el Primero de Mayo. En dichas hojas se pedía también la supresión total de la Guardia civil y de las fuerzas de asalto.
La Dirección general de Seguridad montó un servicio especial en los alrededores de la glorieta de Bilbao, lugar donde habían de concentrarse los obreros.
Efectivamente, en las primeras horas de la mañana comenzaron a formarse grupos, entre los que figuraban algunas mujeres. Como aquéllos engrosaran, la fuerza pública se acercó a los grupos invitando a los que los formaban a disolverse.
Lejos de obedecer, los manifestantes comenzaron a insultar a los guardias, y entonces éstos dieron una carga y los pusieron en dispersión, después de practicar doce detenciones. A algunos de los detenidos se les ocuparon pistolas.
Momentos después se rehicieron los grupos en la glorieta de la Iglesia. Al dar los guardias una carga, desde uno de los grupos se hicieron varios disparos, que, afortunadamente, no hicieron blanco. La fuerza pública consiguió, por fin, disolver a los manifestantes.
Unos agentes y guardias de Seguridad persiguieron a un individuo de los que más se habían distinguido en las agresiones e insultos a la fuerza y le dieron alcance en el portal de la casa número 32 de la calle de García de Paredes. Le ocuparon una pistola y cinco cargadores, uno de los cuales era de ametralladora y en el cual se observó que faltaban algunas cápsulas.

Otros conatos de manifestación – Cargas y detenciones.

Durante el día de ayer, en distintos puntos de Madrid intentaron formarse manifestaciones de carácter comunista, que fueron disueltas por la fuerza pública, sin que hubiera que lamentar desgracias. Una de dichas manifestaciones se formó en la calle de Blasco Ibáñez y se dirigió hacia la de Conde Duque, estacionándose los que la formaban al llegar a dicha calle en los alrededores del Centro Electrotécnico. Allí comenzaron a proferir gritos subversivos.
Con este motivo acudió la fuerza pública que después de practicar ocho detenciones consiguió disolver a los manifestantes.

En la Casa de Campo – Parejas de guardias agredidas por un extranjero.

Ayer tarde se registró en la Casa de Campo un suceso sangriento. Los protagonistas del suceso fueron Elisa Asperilla del Moral, de veintisiete años, domiciliada en la avenida de Menéndez Pelayo, 87; otra mujer cuyo nombre se ignora y un sujeto llamado Otto Gennufer.
Los guardias de seguridad Justo Parra Torrijos y Santos Vellón Torres fueron agredidos por varios individuos que acompañaban a las citadas mujeres. Otto, que figuraba entre ellos, se lanzó sobre el guardia Vellón, y después de desarmarlo le dio en el suelo varios golpes con la carabina.
Elisa, con un bastón, golpeó también en la cabeza al guardia, que quedó conmocionado en el suelo. Su compañero montó la carabina para intimidar a los agresores; pero éstos, lejos de obedecer sus indicaciones, arremetieron también contra él.
En aquellos momentos pasó por el lugar del suceso un camión de la Cruz Roja, en el cual iba otra pareja de guardias. Estos descendieron del vehículo y se dispusieron a detener a los revoltosos. Las mujeres y Otto agredieron igualmente a estos guardias, resultando herido un camillero llamado Antonio Pérez López.
Por fin, con el auxilio de varias personas, los guardias lograron reducir a los agresores, siendo todos ellos detenidos.
Otto fue trasladado a la Casa de Socorro de Palacio, donde se le apreciaron algunas lesiones y alcoholismo agudo. Fue conducido posteriormente al hospital.
Los dos guardias agredidos fueron asistidos de lesiones de pronóstico reservado, y Elisa y una hermana suya llamada Margarita, puestas a disposición del Juzgado de guardia.

 

Un joven destrozado por el tren

Ayer mañana salieron de excursión, con objeto de pasar el día fuera de Madrid, varios jóvenes entre los que iba Julio García Martínez, de diez y siete años, mecánico, domiciliado en la calle de Ponzano, núm. 32, portería.
Llegaron hasta la Casa de Campo, y en lugar donde atraviesa la vía del ferrocarril, Julio intentó pasar en el momento en que llegaba a gran velocidad el tren, que le alcanzó. Sobre el infortunado joven pasaron varias unidades.
Del hecho se dio cuenta al Juzgado, que ordenó el traslado de la víctima al Depósito Judicial. (...)

 

Alboroto en un baile


En la carrera de San Isidro se produjo ayer un alboroto que hizo necesaria la intervención de la fuerza pública. En un local de dicha vía existe un baile cuya orquesta, por la festividad del día, se negó a trabajar.
Para obviar este inconveniente, el propietario del baile pretendió sustituir la orquesta por una gramola, lo cual no fue del agrado del público, que comenzó a protestar violentamente, originando un formidable escándalo.
La Empresa hubo de devolver el dinero de las entradas.

 

Automóviles para servicio de los médicos


El servicio de automóviles organizado por la Dirección general de Seguridad, a disposición de los médicos particulares que requiriesen su uso para la prestación de servicios de urgencia, realizó hasta las diez de la noche de ayer treinta y cinco salidas. (...)

 

Varios comunistas detenidos


Ayer fueron detenidos Agustín de la Fuente Arias, Agustín Cor Oliva, Ángel González y Mariano Gómez, afiliados al partido comunista.
Al ser cacheados, a uno de ellos se le encontró una pistola.

 

Ciento diez detenciones


En la Dirección general de Seguridad comunicaron que ayer fueron practicadas en Madrid 110 detenciones.

 

Gritos contra la fuerza pública


Anoche fueron detenidos en la plaza de Ramales siete individuos que iban con dos muchachas, que profirieron gritos contra la fuerza pública al cruzarse con varias parejas.
Un sargento y tras guardias detuvieron a los componentes del grupo y los condujeron a la Comisaría de Palacio.

 

Detenidos por romper faroles


En el gasómetro de la estación del Norte, la Guardia civil detuvo a Manuel Arribas Nieves, de treinta años, y a Felipe Yuste Larrañaga, de veintiocho, cuando se dedicaban a romper a pedradas los faroles del alumbrado público.
Fueron conducidos al Juzgado de guardia.

 

En Gobernación – Sin novedad


El Sr. Salazar Alonso, que había pasado la noche en el ministerio, se quedó allí a comer en unión del subsecretario, Sr. Benzo, y del director general de Seguridad. Durante la mañana no habían recibido noticia de incidente alguno en Madrid, y aguardaban los informes de los gobernadores, que tenían orden de empezar a comunicarlos a las dos de la tarde.


"Heraldo de Madrid", 2 de mayo de 1934

LA FIESTA DEL TRABAJO
LOS OBREROS BILBAINOS, SIN DISTINCIÓN DE IDEOLOGÍAS, CELEBRARON AYER UNA GRANDIOSA MANIFESTACIÓN ANTIFASCISTA, EN LA QUE EXPRESARON PÚBLICAMENTE SU INQUEBRANTABLE ADHESIÓN A LA REPUBLICA
La jornada del Primero de Mayo transcurrió en toda España con gran normalidad, alterada únicamente en el pueblo extremeño de Fuente del Maestre
En Madrid, como en casi todas las restantes provincias, el paro fue unánime y carecieron de importancia los incidentes registrados

EN MADRID
Durante todo el día de ayer el paro fue absoluto en Madrid como conmemoración tradicional del Primero de Mayo.

Desde las primeras horas de la mañana y a pesar de los inseguro del día, comenzó el vecindario madrileño a trasladarse a la Casa de Campo, Dehesa de la Villa y alrededores, dispuesta a pasar la fiesta del Trabajo del modo más simpático y familiar. Los edificios públicos lucían la bandera tricolor y en la Casa del Pueblo ondeaba la bandera roja.

Extraordinaria cantidad de público en la Casa de Campo

A eso de las seis de la mañana comenzó a afluir el público a la Casa de Campo. Todos los excursionistas llevaban en cestas las comidas.
A la puerta de la Casa de Campo y en otros sitios habían sido colocados por el Ayuntamiento tanques automóviles de gran capacidad para que el pueblo se proveyese de agua. También había coches ambulancias sanitarios y diversos carteles colocados en los árboles hacían la indicaciones necesarias y señalaban el lugar donde se hallaban los servicios.
Puede afirmarse que acudieron a la Casa de Campo más de sesenta mil personas. Los guardias tuvieron poco que intervenir, pues los incidentes que se originaron fueron escasísimos. Desde luego, trabajaron, pues se dedicaron a recoger a los niños que se perdieron. Digamos, en honor a la verdad, que los servicios prestados por el Ayuntamiento y el de Sanidad fueron magníficos, y así los reconoció la multitud.
En la Dehesa de la Villa

También en este lugar la animación fue extraordinaria, no obstante la falta total de vehículos; pero el vecindario de la zona Norte creyó conveniente acudir a la Dehesa de la Villa. La inmensa mayoría de los excursionistas llevaban banderas republicanas y la roja del proletariado, y en el camino entonaban himnos republicanos, La Internacional y el himno de las juventudes socialistas.
Los jóvenes bailaron de lo lindo a los sones de guitarras, acordeones y gramófonos portátiles.
A primera hora de la noche emprendieron todos el regreso a Madrid, cantando alegremente.

Gran animación en la Moncloa

En diferentes puntos de la Moncloa se reunieron también gran número de familias de trabajadores, que llevaban, como es natural, su comida.
Aquellos magníficos campos ofrecían un aspecto pintoresco. Algunos encendieron lumbres y se dedicaron a confeccionar la comida.
Numerosos excursionistas en la sierra

Los aficionados a la sierra aumentaron ayer, fiesta del Trabajo. Desde primera hora la estación del Norte era un verdadero hervidero de gente, que con los clásicos patines, esquís y cargados de las meriendas se apresuraban a marchar a la sierra.
Por ferrocarril marcharon más de diez mil personas.
En autobuses y coches particulares se alejaron de Madrid otras miles de personas.

En otros lugares cercanos
A la Granja, San Fernando y otros pueblos cercanos se trasladaron también gran número de familias para pasar el día en el campo.
Se hizo en las primeras horas de la noche, y los excursionistas regresaban cantando himnos republicanos y socialistas y coplas, algunas intencionadas.
En fin, un paro total en Madrid y una fiesta del Trabajo, en cuyo día el proletariado se echó al campo para disfrutar de la Naturaleza con sus familiares.
Y hoy, otra vez al taller, a la fábrica, a la oficina y a la Redacción.

Fracasan los intentos de mantener los servicios del Metro

Previamente citada acudió ayer una Comisión de la Sociedad de empleados y obreros del Metro a entrevistarse con una representación de la Compañía, que expuso a los obreros la necesidad de que prestasen ayer servicio.
Los obreros, según nuestros informes, contestaron que de ningún modo podían acudir al trabajo porque era una fiesta señalada en sus bases de trabajo aprobadas por el Jurado mixto.
La Empresa, contando con algunos ingenieros, sacó varios coches, que hicieron el recorrido de Sol-Atocha y Sol-Cuatro Caminos; pero la autoridad tuvo que suspender este servicio para evitar incidentes, ya que, al parecer se habían cometido algunos actos de sabotaje. Desde luego, no hubo taquilleras, encargándose algunos soldados de Ingenieros de cobrar el importe del recorrido.

La asistencia a los enfermos

El servicio de automóviles organizado por la Dirección de Seguridad a disposición de los médicos particulares para prestar servicio en caso de urgencia, hasta las diez de la noche de ayer, habían realizado 35 salidas, requeridos por diversos doctores, para asistir a enfermos graves.
Precauciones

Las autoridades adoptaron grandes precauciones, en previsión de que pudieran originarse incidentes. Fuerzas de Asalto armadas de carabinas situáronse en puntos estratégicos, especialmente en la glorieta de Bilbao, Puerta del Sol, Puerta de Alcalá, Cuatro Caminos, Ventas y en las calles cercanas a las barriadas obreras. También se desplegó gran lujo de fuerzas en los alrededores de la Casa del Pueblo.
Nuevo intento de manifestación

A las dos de la tarde se congregaron algunos grupos en las inmediaciones de la calle de Santa Engracia en actitud levantisca. A las dos y media se formó una manifestación, al frente de la cual iba una muchacha llamada Encarnación Fuyola, con una bandera roja con una inscripción que decía: <¡Viva el Gobierno obrero y campesino!>. Al paso de los manifestantes salieron unos guardias de asalto que cachearon a algunos manifestantes. Cuando se hacía esta operación sonaron varios disparos. La confusión que se produjo fue grande. Los guardias detuvieron a Encarnación y a dieciséis manifestantes. Fueron puestos a disposición del juez de guardia y llevados posteriormente a la cárcel.

Elementos extremistas intentan celebrar una manifestación

En la Dirección general de Seguridad se tenían noticias de que los comunistas intentaban celebrar una manifestación a las once de la mañana de ayer. Por otra parte, en las primeras horas se habían repartido unas hojas invitando al acto. Dichas hojas estaban firmadas por el partido y las juventudes comunistas de Madrid, y en ellas se pedía la disolución de las fuerzas de la Guardia civil y Asalto. El sitio de congregarse era la glorieta de Bilbao, y en dicho sitio, se había montado un servicio de vigilancia a cargo de guardias de Seguridad y Asalto, que apenas vieron que comenzaban a formarse grupos dieron algunas cargas disolviéndolos. Se practicó la detención de unos doce individuos que inspiraron sospechas, ocupándoseles a algunos de ellos pistolas.
Varios disparos

Posteriormente los grupos, ante la imposibilidad de reunirse en la glorieta de Bilbao, se trasladaron a la de la Iglesia, donde trataron de reunirse nuevamente. Allí pudo formarse un grupo bastante numeroso, viéndose obligada la fuerza a iniciar una violenta carga. Se oyeron algunos disparos, sin que afortunadamente hubiera que lamentar desgracias.

En la casa número 32 de la calle de García Paredes fue detenido un individuo. A éste se le ocuparon cinco cargadores, uno de ellos de ametralladora. A algunos de los cargadores le faltaban cápsulas que habían sido disparadas.


1935

"El Sol", 2 de mayo de 1935

La conmemoración del Primero de Mayo en todo el mundo
EN ESPAÑA SE DESARROLLÓ LA FIESTA CON ABSOLUTA TRANQUILIDAD
Desfile militar en Rusia.- Discursos de Hitler en Alemania.- Tranquilidad en Francia.- Detenciones en Austria.- Miles de negros comunistas en Nueva York

Sin que haya que lamentar el menor incidente ha transcurrido la jornada del Primero de Mayo. De la satisfacción del ministro de la Gobernación y de las autoridades a sus órdenes participa la opinión pública. Tanto aquéllas como los ciudadanos de todas las clases sociales han dado una prueba bien clara y terminante de sensatez y buen sentido. Las primeras al no provocar con medidas desmesuradas resquemores y susceptibilidades de importantes sectores sociales. Los segundos, renunciando a todo alarde que pudiera representar imposición violenta.
La Fiesta del Trabajo en este año no ha tenido el carácter de recuento de elementos y de revista de fuerzas de un determinado sector nacional. Ha sido una fiesta de paz y de exaltación del supremo valor humano, el trabajo, proclamado en nuestras leyes fundamentales como la más alta categoría jerárquica. En este sentido, ninguna fiesta del calendario civil de la República entraña un símbolo de mayor amplitud nacional y de significación más excelsa.
En la consideración de las bienandanzas de la jornada y de la paz comprobada en todo el ámbito del país, no sólo oficialmente proclamadas, sino constatadas por la apreciación cierta y concreta de la opinión pública, una sugestión debe pesar en el ánimo de los hombres a quienes incumbe la responsabilidad del ejercicio de las funciones del Poder. ¿No habrá llegado el momento propicio para el restablecimiento de la normalidad en toda la nación? Fundadamente, nada se opone a este acuerdo, y todo aconseja ponerlo en práctica sin más dilaciones. Repetidas veces hemos señalado los graves inconvenientes que determinan los prolongados eclipses de la plenitud legal en el funcionamiento de las instituciones del régimen. Puestos en una balanza de manera objetiva los beneficios y los perjuicios a que los estados de excepción dan lugar, los segundos inclinan a su favor el fiel de manera harto violenta. Las pruebas de este aserto son evidentes. Ha bastado un mes de permanencia en el ministerio de la Gobernación de una persona serena, ecuánime y al mismo tiempo experimentada en la función que le compete para que la pacificación de los sectores nacionales más propensos a la exacerbación pasional haya pasado de ser un lugar común, vació de toda sustancia, para convertirse en el comienzo del logro de una realidad auténtica. Experiencia tan clara y trascendental no puede ser desdeñada razonablemente por nadie que sinceramente desee la pacificación de la sociedad española y la afirmación de la convivencia entre todos los ciudadanos.
La fiesta del Primero de Mayo viene a subrayar la necesidad de proseguir la trayectoria comenzada hacia el restablecimiento de la normalidad y de la plenitud de las garantías constitucionales. No hay que olvidar que la ley obliga a cumplimiento, tanto al Gobierno como a los ciudadanos todos.
Los servicios municipales funcionaron
con absoluta normalidad.

El Sr. Salazar Alonso, que no ocultaba su satisfacción, dijo que los servicios municipales habían funcionado mejor que en los días normales: "mejor -dijo- , no sólo por el mayor celo y entusiasmo de todo el personal, sino porque el de talleres, en un loable esfuerzo, consiguió poner en servicio muchos de los vehículos que estaban en reparación: coches de limpiezas, ambulancias (de las cuales han prestado servicio nueve), etc.
Lo más interesante ha sido la puntualidad y precisión. Ni en un solo servicio se ha notado el menor retraso, y todos los tenientes de alcalde -incluso el Sr. Anduesa, que está dimitido- y los delegados de servicio estaban desde primera hora de la mañana en sus puestos, como asimismo los jefes y directores, con todo el personal que tenía que trabajar.
Yo recorrí desde los primeros momentos los Parques de Limpieza y las Tenencias de Alcaldía, y estoy satisfechísimo de la movilización municipal y de su éxito.
El delegado de tranvías, Sr. Serrano Coruña, se personó en la Dirección de la Compañía, donde el servicio se reanudó con absoluta normalidad.
El delegado del Tráfico, Sr. Rueda, que tenía todo dispuesto para facilitar al Gobierno los coches que necesitase, estuvo en el ministerio de la Gobernación, donde recibió órdenes del ministro, Sr. Portela Valladares.
La impresión que ha dado Madrid ha sido grata. Ha guardado la festividad del día, declarada así por la ley, y ha cooperado a que no se suspendieran los servicios públicos. Se ha observado, asimismo, una perfecta organización de las fuerzas gubernativas. Yo he estado en comunicación constante con el Sr. Portela Valladares, a cuya serenidad y energía se debe el éxito de la jornada.
Interrogado acerca de la escasez de "taxis" que habían prestado servicio, dijo el Sr. Salazar Alonso:
-Han salido bastantes coches conducidos por sus dueños, y los restantes vehículos han sido puestos a disposición del Gobierno, el cual ha dispuesto que los soldados de Ingeniería saquen esos "taxis".
Terminó diciendo el Sr. Salazar Alonso: "Hemos celebrado la fiesta, no se ha trabajado más que en los servicios vitales, y en estos con un sincero entusiasmo, se ha holgado en todas las demás competencias municipales, (…) colgaduras, como era (…) a un día declarado fiesta.
Las medidas de previsión adoptadas en la Casa de Campo

Ha seguido siendo este año la Casa de Campo el lugar preferido por los millares de madrileños que con sus familias pasaron el día del Primero de Mayo en el campo.
Imposible resulta hacer un cálculo de las personas que ayer estuvieron en la que fue posesión real. No se produjeron las aglomeraciones de otros años a la salida, porque ahora han sido abiertas nuevas puertas.
Como todos los años, las autoridades municipales adoptaron medidas de previsión.
Había allí siete tanques de agua para abastecer a los excursionistas, aparte de las fuentes que tiene la Casa de Campo y de los depósitos de agua instalados con forma permanente en diversos lugares de la finca; cuatro ambulancias, botiquín y Servicio de Incendios.
Los Sres. Castro y Baixeras, delegados de la Alcaldía en los servicios de Beneficencia y Obras, respectivamente, acompañado del jefe de los Servicios técnicos, señor Lorite, y del de la Guardia municipal Sr. (…) Bravo, hicieron durante todo el día diversas visitas para inspeccionar la marcha de los servicios.
En el botiquín tenían un pulmógrafo, modernísimo aparato para practicar la respiración artificial a los accidentados, cuyo manejo estaba encomendado a los bomberos. Se llevó, más que nada. en previsión de los accidentes que pudieran producirse en el estanque grande.
El puesto de socorro instalado en la Casa de Campo estuvo asistido por los doctores (...) y Tejero y practicante don Saturnino Pérez. Afortunadamente no tuvieron que asistir en ningún caso grave, pues únicamente se prestó asistencia  a diversas personas que se habían causado contusiones en caídas, luchas, etc. También hubo que atender a bastantes alcohólicos.
El servicio de vigilancia estuvo encomendado a la Comisaría que desde hace algún tiempo funciona en la Casa de Campo. Los agentes de Vigilancia atendieron también a la recogida de los niños que al alejarse de sus familias se perdieron.
Las autoridades municipales reforzaron los cuadros de médicos de las Casas de Socorro de Palacio -central y sucursal, ésta en la Puerta del Ángel, junto a la Casa de Campo-, Equipo Quirúrgico del Centro y un puesto con una ambulancia instalado en el Colegio de la Paloma para atender a la zona de la Dehesa de la Villa.

Intento de manifestación.-Cuatro detenciones.

Ayer mañana, a las once, se intentó una manifestación en la calle de Alberto Aguilera.
Acudieron guardias y disolvieron a los manifestantes, quienes hicieron al huir varios disparos, sin que, por fortuna ocasionaran víctimas. La policía practicó cuatro detenciones, entre ellas la de una muchacha.

Otra manifestación disuelta

También a las once de la mañana, ciertos elementos pretendieron celebrar otra manifestación, que trató de avanzar desde la calle de Antonio López hacia el centro de la capital. Fuerzas de asalto y de Vigilancia acudieron y dieron varias cargas, logrando dispersar a los manifestantes, que huyeron en distintas direcciones. La Policía logró detener a 29 manifestantes, entre ellos a una mujer. Todos fueron trasladados a la Dirección de Seguridad

En la calle de Embajadores apedrean a un autobús de línea

En las primeras horas de la mañana de ayer, en la calle de Embajadores, cerca ya del Portillo, un grupo de desconocidos apedreó a un autobús de los que hacen el servicio desde la plaza de Nicolás Salmerón al paseo de Santa María de la Cabeza.
No hubo que lamentar desgracias. Los agresores, perseguidos por la fuerza pública, consiguieron desaparecer. Los agresores, perseguidos por la fuerza pública, consiguieron desaparecer, sin que  se practicaran detenciones.

Impresiones y datos oficiales.- Normalidad en Madrid y en provincias.- Observaciones directas del ministro. La vida de relación en España.- La alevosa muerte de un policía.- La celebración de un mitin.- Requisa de automóviles.- Intensidad en los servicios de transporte

A primera hora de la tarde de ayer, y antes de ser recibidos por el ministro de Gobernación, los periodistas tuvieron ocasión de cambiar unas palabras con el subsecretario del departamento, de quien solicitaron noticias:
-Ustedes las traerán, que vienen de por ahí -exclamó el señor Echeguren.
Y añadió con aire de complacencia:
-Ahí está la calle; ahí está la Puerta del Sol. Vean ustedes qué tranquilidad.
Manifestó luego:
-El ministro salió esta mañana antes de las seis, a las nueve y a las doce. Ha recorrido casi todo Madrid y ha vuelto satisfechísimo del aspecto de la población. En provincias hay también normalidad, según comunican los gobernadores.
Salió al poco al salón de Canalejas el Sr. Portela, quien dijo señalando a la calle:
-La impresión es alentadora.
Al ser felicitado protestó sonriente.
-Dejémoslo para el final, que es como el principio, si que estaremos todos de enhorabuena.
Confirmó la noticia de sus tres salidas y puntualizó:
-He estado en la Dehesa de la Villa, en Cuatro Caminos, en El Pardo. Se veía a la gente tan satisfecha, sin sobresalto y disfrutando de verdad de un día de fiesta. Se advierte paz, quietud; se ve a todos, repito, en buena disposición de ánimo. Nada de puños en alto ni de sables amenazadores sobre los puños. Y de provincias son las noticias mejores aún que de Madrid.
Agregó tras breve pausa:
-Representa esto una nueva etapa en la vida del país, en la relación entre la gente y entre el ciudadano y la autoridad.
Hizo el comentario:
-Como ustedes habrán visto también, no se ha hecho alarde de fuerza; no ha habido provocación.
Se rectificó en el acto:
-Es decir, no se puede hablar de provocación por parte de la autoridad, obligada, naturalmente, a adoptar precauciones. Lo que he querido significar es que están aplicadas con discreción esas medidas.
Durante el diálogo, ministro, subsecretario y periodistas habían salido al balcón central del ministerio para observar el aspecto de la vía pública.
-Es -manifestó un periodista- el habitual en un domingo.
Asintió el Sr. Portela. Como había madrugado, según su costumbre, hizo notar que la animación en las calles se había iniciado un poco más tarde que en los demás días.
Uno de los presentes hizo referencia a la agresión a un policía en la noche anterior.
Lo mencionó con alabanza conmovida el ministro.
-Se trata -manifestó- del agente D. José López Pelegrín. Se retiraba libre de servicio, después de haberlo prestado, cuando vió a un comunista apellidado Rojo y lo detuvo para cachearlo. Le había ocupado ya dos puñales, cuando el extremista súbitamente hizo tres disparos en el vientre al policía.
Un instante se detuvo el ministro y murmuró:
-Esto fue en…
Y como no recordara el paraje, terminó la frase el secretario político, D. Miguel Cámara:
-En la calle Tenerife, en Tetuán de las Victorias.
Reiteró los elogios el Sr. Portela Valladares:
-Demostró un valor, una abnegación y un concepto de la responsabilidad verdaderamente ejemplares.
Y anunció:
-De aquí se entregarán a la viuda 5.000 pesetas. Por otra parte será otorgada al infortunado policía una condecoración para honrar su memoria y le será impuesta en la capilla ardiente. Y además espero que se haga lo necesario para asegurar una situación decorosa a la familia.
En aquel momento el Sr. Cámara entregó al ministro una comunicación del gobernador de Madrid.
La leyó rápidamente y en voz alta el Sr. Portela Valladares. En aquellas líneas manifestaba la autoridad de referencia que era completo el orden en la provincia y que funcionaban normalmente los servicios interlocales, así como los municipales, en la capital y en los pueblos (…)



Reflejos madrileños

EN LA CALLE
La ciudad tuvo este año mayor ritmo.
Ha habido cafés y espectáculos, y circulación callejera más densa, pero se ha notado que era la Fiesta del Trabajo. Algunas zonas de la ciudad permanecieron en silencio absoluto. Como aquel silencio de los domingos londinenses, que convierte en ciudad desalquilada la capital del Imperio. Madrid tuvo ayer más movimiento ciudadano que años pasados. Más tranvías, más "metros", más cafés, más espectáculos. Mas, por existir lugar donde hilvanar diálogo, se habló de la fiesta. Si recordar un hecho es conmemorarlo, ayer todos conmemoraron la fiesta. Ahora bien: como en otras zonas, se celebra la fiesta y se olvida su significado litúrgico.
EN EL CAFÉ

Invadidos los cafés céntricos. Entre las mesas, interminables e insoportables procesiones de presuntos clientes, que van y vienen en busca de una silla… Los camareros cruzan mil veces el breve recorrido de su turno al mostrador. Los consumidores aprovechan la feliz coincidencia de la fiesta para hacer las ocho horas de café; la jornada intensiva de diálogo intrascendente… Y llega un instante en la conversación en que la fatiga obliga a la confederación de charlatanes a mantener silencios largos y observar callados a los demás clientes. Sobre las mesas se juntan, en abigarrado muestrario, el plato nacional del país, o sea el café con leche, y esas mezclas absurdas y pintorescas, que los señoritos de la España vieja, que creen que van a renovar, beben, olvidándose del espíritu nacionalista que debiera animarlos a consumir dorado vinillo del país. Todo el día para el café. Todo el día para la conversación. El café ha sido el más bello espectáculo de la ciudad.
EN UN MINISTERIO

Podría parecer natural pasar el día en el ministerio de la Puerta del Sol o en el de Trabajo. En uno, el Sr. Portela Valladares conoce al minuto el más leve incidente que pueda surgir sobre la piel de toro española en este día, preocupado. En el otro, el Sr. Vaquero puede dar cuenta de que la fiesta en su departamento es total. Hemos preferido acercarnos al ministerio de Obras públicas. El ministro, señor Guerra del Río, se halla tras su mesa desde las siete de la mañana. Los hilos telegráficos y telefónicos han ido confirmándole el orden completo…
-Han salido todos los trenes de España a la hora en punto -dice- y sin que haya ocurrido incidente alguno. En Madrid, el "Metro" funciona con el doble de servicio que el ordinario, y los tranvías van y vienen por la ciudad sin que exista ese pánico de otros momentos. Estoy celebrando la Fiesta del Trabajo releyendo el plan definitivo de mi proyecto para acabar con el paro forzoso. A mi, que he celebrado toda mi vida la Fiesta del Trabajo, y que no soy enemigo de ella, me parece que en este día he realizado la mejor manera de celebrarla procurando que dentro de pocas semanas todos los españoles que no encuentren trabajo lo tengan. ¿Fiesta del Trabajo? Ahí está (y muestra un volumen dactilografiado) la mejor manera  de celebrarla y santificarla; procurando trabajo a los que lo necesitan y que pongan mano, con la alegría de saber que se ha acabado el hambre.
El ritmo del teléfono va comunicando: pas, pas, pas… El ritmo del telégrafo repite: tranquilidad, tranquilidad, tranquilidad…

EN EL CAMPO
Los que tienen automóvil o amigos que lo usen y los que aman el excursionismo fácil y pedestre han abandonado Madrid para asaltar el campo, los alrededores y la Sierra… Las clases populares han invadido las zonas campestres cercanas, y entre los chopos, los robles y las encinas se han dedicado al placer de la comida bajo el sol luciente y la siesta campera. En Madrid quedan los que aman Madrid por Madrid. Los que han acudido a los cafés, abarrotándolos, han tenido un poco el doble placer de conservar la costumbre y la satisfacción con que acogieron la vuelta a la ley "húmeda" los estadounidenses. Había un aire victorioso de obtener lo prohibido. Eso, algo así como el placer del primer tercio tras la liberación de la ley Volstend. El campo de Madrid estuvo invadido por los primeros pantalones blancos de los excursionistas y las faldas de vivos colores de las muchachas. Esa afición al campo, como todo el mundo sabe, está transformando la capital. Los periodistas extranjeros que vienen "A la recherche du pittoresque" se desesperan ante la liquidación de las viejas costumbres. La taberna es bar; el baile dominguero, deporte dominical; el muro clandestino de ayer, el caqui o la pelota de fútbol. Lo pintoresco se desvanece  en la pandereta hispánica. Queda el café -institución libre y tradicional-; pero a él acuden los que forman el Madrid superpuesto al auténtico Madrid. Podríamos decir que al campo van los héroes de D. Ramón de la Cruz y de D. Carlos Arniches, y que en el café quedan los personajes de las comedias ciudadanas, suaves y simples de D. Jacinto.
La gente ha ido al campo en busca de espacio suficiente para celebrar su fiesta. Invade a veces el espacio el eco grave y triste de una canción que es un himno al futuro, y cuya música grave y poderosa convierte en canto eclesiástico. En el campo se ha olvidado todo en el día de hoy. Ha habido la luz del día que ha anunciado el fin de los dolorosos días de otoño e invierno y la resurrección de las fuerzas pletóricas de entusiasmo que consigo trae el buen tiempo.
EN LA CÁRCEL


La máxima cristiana de visitar a presos y enfermos se ha cumplido en el día de hoy. Ningún preso ha dejado de tener en este día la mano amiga que de fuera le llevaba las flores del buen tiempo, la golosina codiciada, el manjar apetecido, el libro amigo, el beso familiar, el consuelo íntimo y la esperanza luminosa.

1936

"El Sol", 30 de abril de 1936

La fiesta de Primero de Mayo
Los estancos cerrarán mañana, a las once

Ha sido enviada a la Prensa la siguiente nota:
"El Secretariado de Expendedores de Tabacos y Timbres de España, afecto a la Federación Tabaquera Española, pone en conocimiento de todos los expendedores y público en general que los estancos cerrarán el día 1 de mayo a las once de la mañana, y siendo obligatorio el cierre total, no se correrá turno, como en domingo" (…)

La Prensa y la Fiesta del Trabajo
Anoche se reunió el Pleno del Jurado mixto interlocal de la Prensa de Madrid, y se acordó por unanimidad establecer el siguiente turno de descanso para el día 1 de mayo:
Redactores de periódicos comenzarán el descanso a las doce de esta noche, para reanudar el trabajo a la misma hora de mañana.
Redactores de agencias y corresponsales comenzarán el descanso a las diez de la noche de hoy, para reanudar el trabajo a la misma hora del viernes.

Los servicios de limpieza y de correo

Recibimos de la Alcaldía la nota que reproducimos a continuación:
"A fin de atender los servicios de urgencia sin perjuicio de la festividad de Primero de Mayo, se ha dispuesto por la Alcaldía presidencia y la Delegación de Vías y Obras lo siguiente:
Se prestará el servicio de limpiezas general y recogida de basuras el día 30, a partir de las diez de la noche, a cuyo efecto, se ruega al vecindario deposite sus recipientes de basura antes de esa hora para ser retirados inmediatamente o a la mañana siguiente a primera hora y se prohibe la concurrencia de los traperos.
En la Casa de Campo y Dehesa de la Villa se establecerán las oportunas regadoras, en número de siete en la primera y cuatro en la segunda, para cubrir las necesidades del público durante todo el día.
En la Administración de la Casa de Campo y en el Colegio de la Paloma se dispondrá un servicio de socorro para posibles extravíos de criaturas, dotado de teléfono y en combinación con Unión Radio.
Se establecerán ambulancias sanitarias en la Casa de Campo, Colegio de la Paloma y San Francisco, que estarán preparadas para toda eventualidad con una simple llamada telefónica a los teléfonos respectivos 74510, 43820, 73729 ó 70320"

"El Socialista", 2 de mayo de 1936

UN PRIMERO DE MAYO TRIUNFAL EN TODA ESPAÑA
El proletariado madrileño realizó ayer una grandiosa y emocionante acción de presencia
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La manifestación desfila por las calles de Madrid

Comienzan a congregarse los manifestantes

Las once de la mañana era la anunciada para dar comienzo a la manifestación en conmemoración del Primero de Mayo; sin embargo, la llegada de manifestantes inicióse desde las nueve de la mañana. De las barriadas extremas madrileñas se dirigían al punto de reunión multitud de trabajadores para ocupar el sitio previamente designado por la Comisión organizadora. Por la calle de Alcalá, paseo de la Castellana y paseo de las Delicias, nutridos grupos de obreros desfilaron desde primera hora de la mañana camino del punto de reunión.
A las diez y media, el espectáculo era realmente imponente. La muchedumbre invadía totalmente la glorieta de Atocha, el amplio paseo del Prado, las calles de Atocha y Claudio Moyano y todas las bocacalles adyacentes, extendiéndose hasta llegar a la de Alcalá Zamora.
El centro del paseo del Prado fue totalmente ocupado por jóvenes socialistas y comunistas, uniformados con camisas azules. Las organizaciones sindicales de la Casa del Pueblo ocuparon su puesto a lo largo del paseo de Ramón y Cajal, con las banderas y estandartes de las respectivas Sociedades y Sindicatos, ocupando la presidencia de la manifestación la esquina del paseo de Ramón y Cajal y Puerta de Atocha.
Todo el recorrido se hallaba ocupado en ambos lados por una inmensa muchedumbre, que a veces se desbordaba por el centro, cubriéndose totalmente los paseos del Prado y Recoletos y plazas de Cibeles y Colón. Los árboles y faroles fueron también ocupados por numerosos trabajadores.
A las once menos cuarto llegó a la glorieta de Atocha el camarada Besteiro, que se dirigió en busca del estandarte de la Agrupación Socialista Madrileña, con cuya organización recorrió todo el trayecto de la manifestación.
La presidencia
La presidencia de la manifestación la formaron: los camaradas Vidarte y Cordero, por el Partido Socialista; (…) y Largo Caballero por la Unión General de Trabajadores; Araquistain y Carrillo, por la Agrupación Socialista Madrileña; Trifón Medrano y Santiago Carrillo, por el Comité de Unificación de las Juventudes Marxistas; José Díaz y Francisco Antón, por el Partido Comunista; y por la Comisión organizadora: Luis Menéndez, de la Junta administrativa de la Casa del Pueblo; Díaz Alor, por el Partido Socialista; Cabo Gloria, por el Comunista, y Muñoz Arconada, por el Comité de Unificación Juvenil Marxista. (…)

Entrega de las conclusiones de la manifestación

Cuando la cabeza de la manifestación llegó a Presidencia del Consejo, se destacó de aquélla una Comisión, que subió al despacho del jefe del Gobierno, donde esperaba el señor Azaña, acompañado de los ministros de Estado, Agricultura y Trabajo.
La entrevista de los comisionados con el presidente del Consejo fue en extremo cordial.
La representación obrera explicó al señor Azaña que las conclusiones que le entregaban no contenían otros puntos que los consignados en el pacto suscrito por los partidos implicados en el Frente Popular, y que al reproducirlos señalan el deseo de la clase trabajadora de que a su cumplimiento se imprima la máxima rapidez.
Se refirieron también a las incautaciones de  industrias por los obreros que trabajan en las mismas, registradas estos días, explicando al jefe del Gobierno que dichos actos han sido impuestos por la actitud de intransigencia de los patronos, que no buscan otra cosa que buscar dificultades al régimen republicano. Estas incautaciones tienen su antecedente en los tiempos de la monarquía; entonces y en dos ocasiones distintas, las autoridades se incautaron en Madrid, cediendo su explotación a los Sindicatos de Artes Blancas, de algunas Industrias del ramo. En la primera se entregaron las industrias a los trabajadores con un déficit de más de 600.000 pesetas, que los obreros salvaron; en la segunda, cuando era alcalde de Madrid el señor Ruiz Jiménez, y que dio por resultado un beneficio de dos millones de pesetas.
También hablaron al Jefe del Gobierno de la aspiración que figura en las conclusiones de que el crédito de 400.000 votado por el anterior Gobierno para la asistencia a la Olimpiada de Berlín se emplee en otras manifestaciones deportivas populares, y que no se asista a dicha Olimpiada.
El Jefe del Gobierno contestó a los comisionados que en cuanto a las peticiones que se le hacían en las conclusiones que le entregaban sólo tenía que decir que el Gobierno está dispuesto a cumplir todo lo prometido y a llevar a cabo cuanto consta en el pacto, realizándolo a la mayor brevedad; pero que este trabajo corresponde ya a las Cortes.
En cuanto a la Olimpiada expresó su opinión personal de que no se debía asistir; pero que el Gobierno tiene que tener en cuenta compromisos internacionales y la actitud que observan en este caso los Gobiernos de otros países democráticos.

La manifestación se disuelve.

Pasadas las dos de la tarde, después de un incesante desfile de más de tres horas, llegaron a la estatua de Castelar los camaradas de la Federación de Espectáculos Públicos, que ocuparon los últimos lugares de la manifestación. Los que anteriormente habían ido llegando al final del itinerario trazado, se encaminaron en grandes grupos hacia las afueras de Madrid.

En la Casa de Campo.

Se calcula en unas 400.000 personas las que se congregaron en este hermoso parque, que durante tantos años estuvo ocupando la monarquía para su uso particular.
En los puestos de socorro fueron asistidos 70 heridos, de lesiones que fueron calificadas de leves.
Como datos curiosos debemos consignar los siguientes:
Fue operado un hombre de apendicitis, y además dio a luz una mujer.
Se recogieron 80 niños que se habían perdido, los cuales fueron llevados a sus domicilios por la fuerza pública.

En la Dehesa de la Villa.

También la aglomeración fue extraordinaria en este pintoresco lugar, calculándose en 100.000 almas las que acudieron a pasar el día.
En los puestos de socorro fueron asistidas de heridas leves 35 personas y además fueron recogidos 30 niños, que se habían perdido de sus familiares, niños que en su casi totalidad, fueron llevados a su domicilios.

"El Sol", 2 de mayo de 1936

La fiesta del Primero de Mayo transcurre de manera pacífica en toda España
En Madrid se celebró una manifestación con extraordinaria concurrencia, en medio del orden más absoluto
ENTREGA DE UNAS CONCLUSIONES AL PRESIDENTE DEL CONSEJO

Desde primera hora de la maña de ayer, la glorieta de Atocha estaba atestada de representantes de organizaciones obreras, que con sus banderas y estandartes iban a asistir a la manifestación proletaria del Primero de Mayo. A las diez de la mañana, los representantes de las citadas organizaciones llegaban hasta el Puente de Vallecas.
También estaban formados los representantes de las milicias armadas obreras y campesinas y organizaciones juveniles, femeninas e infantiles de las organizaciones obreras. Todos ellos iban uniformados.
Las diversas personalidades que formaban las presidencias fueron acogidos con manifestaciones de entusiasmo, especialmente los señores Largo Caballero, Besteiro y Díaz Ramos.
A las once de la mañana inició su marcha la manifestación. Iban en primer término los ciclistas, uniformados, y después las milicias. Seguía la primera presidencia, compuesta por los Sres. Cabo Gloria, Menéndez, Lois, Díaz Alor, Cordero, Vidarte, Araquistain, Largo Caballero, Díaz Ramos, Carrillo (I) Santiago, Medrano, Egido, Peinado, Barroso y las hijas del Sr. Largo Caballero.
La segunda presidencia, a la que precedía la Asociación Atlética Madrileña, estaba integrada por el Sr. Besteiro y los directivos de la Agrupación Socialista Madrileña.
La manifestación siguió por el paseo del Prado, plazas de Neptuno y la Cibeles, paseo de Recoletos, plazas de Colón y paseo de la Castellana, hasta la plaza de Castelar, situada en la prolongación de la Castellana.
Todo el trayecto estaba cubierto por miles de personas, que aplaudían y vitoreaban el paso de la manifestación saludándola con el puño en alto. El entusiasmo tuvo sus manifestaciones culminantes ante el palacio de Comunicaciones y en la plaza de Colón. Los señores Largo Caballero, Besteiro y Díaz Ramos fueron objeto de cariñosas ovaciones.
Al llegar a la Presidencia del Consejo se destacó una comisión compuesta por los Sres. Díaz Alor, Menéndez, Cabo Gloria y Muñoz Arconada.
El presidente del Consejo recibe a los comisionados.-
Lo que dice el Sr. Díaz Alor.

Los comisionados entregaron al jefe del Gobierno unas conclusiones, y al salir del despacho presidencial, el Sr. Díaz Alor dijo a los periodistas:
-Las conclusiones entregadas estaban comprendidas en el pacto del Frente Popular y contenían las aspiraciones de los partidos representados en la manifestación del Primero de Mayo, quienes deseaban que el Gobierno tuviera en cuenta estas conclusiones, y que el pacto del Frente Popular se llevase a la práctica inmediatamente.
Hemos hablado al presidente de las incautaciones de ciertas industrias por los obreros que en ellas trabajan, y le hemos dicho que ésta no es ninguna novedad, sino una consecuencia de la intransigencia de los patronos. Antecedentes de estos problemas los tenemos en tiempos de la Monarquía, cuando se procedió a la incautación por los obreros de varias industrias, especialmente en el ramo de las artes blancas, lo que representó una magnífica administración, pues cuando se terminaron las incautaciones, las organizaciones responsables hicieron entrega al Municipio madrileño de importantes cantidades producto de las ganancias obtenidas. Nos hemos ocupado también de la aspiración que figura en las conclusiones de que el crédito de 400.000 pesetas votado por el Gobierno anterior para la asistencia a la Olimpiada de Berlín se emplee en otras manifestaciones deportivas populares y que no se asista a dicha Olimpiada. El presidente nos dijo que el Gobierno está dispuesto a cumplir todo lo prometido y a llevar a cabo todo el programa del Frente Popular, realizándolo a la mayor brevedad, y nos hizo constar que este trabajo corresponde a las Cortes. Por lo que se refiere a la Olimpiada alemana, nos expresó su opinión personal de que España no debiera asistir; pero el Gobierno tiene que tener en cuenta compromisos internacionales, así como la actitud que observen en este caso los Gobiernos de otros países democráticos.
Las conclusiones

El texto de las conclusiones dice así:
"Excelentísimo señor presidente del Consejo de ministros: La clase trabajadora madrileña, representada por las organizaciones que suscriben, se manifiestan hoy ante esta Presidencia en apoyo de las conclusiones que a V.E. se elevan en este acto y que constituyen sus aspiraciones inmediatas.
Los trabajadores de Madrid se hallan firmemente resueltos a que el régimen que el pueblo se ha dado no siga sufriendo los ataques francos o encubiertos de que viene siendo objeto por parte de sus enemigos de todas clases, y no menos decididos a que la República siga a ritmos acelerados su avance progresivo hacia una sociedad más justa y más humana.
Por eso, en esta jornada expresan al Gobierno que V.E. preside su deseo de que rápidamente se adopten cuantas medidas y resoluciones sean precisas para traducir en hechos los legítimos anhelos que a V.E. exponen:
Nuestro deseo esencial es que se imprima la máxima celeridad al cumplimiento pleno del pacto del Frente Popular.
Reclamamos que se aborde con resolución el problema del paro obrero con la urgente apertura de obras públicas y otorgando inmediatamente subsidios en tanto no se paguen jornales.
Pedimos la rápida implantación de la semana de cuarenta horas, sin rebaja de salarios, y jornada de seis horas para los jóvenes e industrias insalubres.
Enemigos declarados del fascismo internacional, pedimos al Gobierno que el crédito de 400.000 pesetas acordado por el Gobierno anterior para concurrir a la Olimpiada que organiza el país que en régimen fascista mantiene encarcelado injustamente a Thaelmann y a tantos millares de antifascistas, por cuya libertad luchamos, sea dedicado a la incrementación del deporte popular en España, entregándoselo a las organizaciones que en el país desarrollan, en medio de infinitas dificultades y privaciones este deporte popular.
Exigencia de responsabilidades para los autores e inductores de la represión de octubre. Que se acometa una reforma profunda en la organización del Ejército, de la magistratura y de la burocracia en todo el aparato del Estado.
Pedimos la disolución y el desarme efectivo de todas las organizaciones fascistas y monárquicas, y confiscación de sus propiedades y bienes en beneficio de los obreros parados.
Para atender inmediatamente a las angustiosas necesidades de los mutilados y las familias de las víctimas de la brutal represión de octubre, que sufren hoy espantosa miseria, solicitamos que por el Parlamento de la República se vote un crédito extraordinario que sirva para otorgar auxilios y pensiones.
Que se amplíe la amnistía hasta que alcancen sus beneficios a todos los presos políticos y sociales que, habiendo sido considerados equivocadamente como comunes, permanecen aún en las cárceles de la República. Concesión de indulto a los presos comunes.
Nos pronunciamos, en fin, contra la guerra imperialista y en defensa de la U.R.S.S. y de su política de paz. Por eso reclamamos del Gobierno la participación de España en los pactos colectivos de paz y la normalización inmediata de las relaciones políticas y económicas con la Unión Soviética.
El Gobierno, al recoger y atender estos anhelos de la clase trabajadora madrileña, que son los de la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles, contribuirá poderosamente a sacar al país de la situación de miseria en que se encuentra sumido y lo colocará en la del progreso, de la paz, de la libertad y el bienestar.
Así lo esperamos, deseando a V.E. muchos años de vida.- Madrid, 1 de mayo de 1936.- Por la Agrupación Socialista Madrileña, Enrique de Francisco; por el Radio Comunista de Madrid, Luis Cabo Gloria; por la Casa del Pueblo de Madrid, Luis Menéndez; por las Juventudes Unificadas, Felipe Muñoz Arconada."

Termina la manifestación

Al terminar el desfile de la manifestación, a la que puede calcularse que asistieron más de trescientas mil personas, desfilaron por las calles de Madrid las organizaciones proletarias que iban uniformadas.
Al abandonar la plaza de Castelar, los Sres. Largo Caballero, Besteiro y Díaz Ramos fueron despedidos con las mismas muestras de entusiasmo que a su llegada.
No ocurrió el menor incidente.

Extraordinaria animación en los alrededores de Madrid

No obstante celebrarse por la mañana la manifestación obrera, desde las primeras horas comenzó la animación de los grupos familiares que se dirigían a las afueras de la ciudad. Y no sólo a la periferia, sino que muchos millares de madrileños salieron por las estaciones férreas para pasar el día en un campo más auténtico que el de las proximidades.
Los campos de las Ventas, Chamartín, Fuencarral, El Pardo, Dehesa de la Villa y Casa de Campo fueron pronto tomados por millares de familias que, cargadas con los paquetes de la comida y botas rezumantes, iban allí a pasar el día.
Al mediodía y en las primeras horas de la tarde fueron también muchos los millares de personas que se encaminaron al campo.
La ciudad presentaba el sorprendente aspecto de la carencia de circulación. Sólo se veían los vehículos de las fuerzas gubernamentales, que durante el día ocuparon los puntos estratégicos de la ciudad y vigilaron constantemente; bicicletas y pequeños carros de verduleros y traperos, ocupados por las familias de sus dueños y con grandes letras pintadas en los toldos, que decían "U.H.P.". Hasta que se inició la entrada de los que habían pasado el día en el campo. Madrid estuvo tranquilo y silencioso. Las calles estaban convertidas en campos de fútbol, y las niñas jugaban a la comba. En las aceras soleadas se veían muchísimas personas que, sentadas en sillas de paja, tomaban el sol. Los bancos de los paseos públicos y las sillas de los cafés con terrazas fueron también ocupados por el público.
Ni un solo establecimiento ni un solo servicio funcionó en Madrid.
El paro fue absoluto, total. No se repartió la correspondencia ni se barrieron las calles. Las lecherías permanecieron unas cerradas y otras con las puertas entornadas.
Por disposición de las autoridades municipales en la Casa de Campo y en la Dehesa de la Villa se establecieron regadoras del Servicio de Limpiezas y del de Parques y Jardines para que sirviesen de tanques para abastecer a los excursionistas. De estos coches regadoras había siete en la Casa de Campo y cuatro en la Dehesa de la Villa.
En el Colegio de la Paloma y en la casa de la Administración de la Casa de Campo se montó un servicio de socorro, en el que no sólo se atendía a los que necesitaban la asistencia médica, sino que se recogía también a los niños extraviados. Estos fueron muchos, y durante todo el día la "radio", con la cual se estaba en comunicación telefónica, daba la conocida señal de socorro para anunciar que los agentes municipales habían recogido niños. También las Alcaldías de los pueblos próximos hicieron anunciar por la "radio" a los niños que tenían recogidos.
Funcionaron también en los mencionados parques varias ambulancias sanitarias, y los coches y ambulancias de la Cruz Roja prestaron asimismo servicio eficacísimo.
No hubo incidentes de gravedad

El doctor D. Carlos Muñoz del Castillo, que ayer estuvo al frente de la Casa de Socorro sucursal de la del distrito de Palacio, situada en la Puerta del Ángel, nos dijo que, contra lo que se esperaba, el día había transcurrido con trabajo, pero sin que afortunadamente se presentasen casos graves de los que a las ochos de la noche no había ninguno. Hasta esa hora habían sido asistidos en dicho centro benéfico 19 individuos que presentaban leves luxaciones o erosiones, y bastantes con ataques alcohólicos.
Los servicios municipales

Al frente de los servicios que el Ayuntamiento montó en la Casa de Campo estuvo el concejal delegado de Vías y Obras, don Manuel Muiño.
Por las ambulancias establecidas en dicha finca fueron asistidas 40 personas de diversas contusiones, producidas a consecuencia de caídas. Ninguno de estos heridos lo fue con carácter grave. Sólo un muchacho de dieciocho años fue asistido de un fuerte ataque de apendicitis. Dada la gravedad de su estado, fue preciso trasladarle al Equipo Quirúrgico del Centro.
En la ambulancia establecida en el Colegio de la Paloma para atender a los excursionistas de la Dehesa de la Villa también fueron numerosos los asistidos, pero todos ellos leves.

Se pierden 120 niños

En la Casa de Campo se extraviaron 80 niños, y en la Dehesa de la Villa, 40. Fueron recogidos por guardias municipales y guardias de los parques, y en la mayoría de los casos se presentaron a los pocos minutos sus familiares a reclamarlos. Otros dijeron dónde vivían, y en los coches de los concejales fueron llevados a sus respectivos domicilios.
Uno de los niños que se perdieron en la Casa de Campo fue encontrado en Cuatro Vientos; desde allí se le trasladó a su domicilio, que es en el Puente de Vallecas.
Se calcula que en la Casa de Campo hubo 400.000 personas, y 100.000 en la Dehesa de la Villa.
En los servicios de recogida de niños colaboraron con los guardias y guardas municipales fuerzas de la Guardia Civil y asalto.

Las ambulancias sanitarias del Ayuntamiento instaladas en el parque de la calle Bailén, en la glorieta de Atocha y en los Cuatro Caminos asistieron a unas veintitantas personas. Afortunadamente, ninguno de los que acudieron a requerir socorro estaba grave.
En la Casa de Socorro de la Puerta del Ángel se prestó asistencia a 27, entre los cuales figuraban varias mujeres.

En el lugar denominado La Torrecilla, de la Casa de Campo, discutieron ayer tarde dos grupos excursionistas, cruzándose bastantes golpes. Resultaron afectados de pronóstico reservado Federico Bonilla, de veintiséis años, y Pedro de la Casa Tabernero, de catorce, que fueron asistidos en la Casa de Socorro. Como autores de las lesiones fueron detenidos tres individuos.




"Heraldo de Madrid", 2 de mayo de 1936

LA FIESTA DEL PRIMERO DE MAYO
Una jornada ejemplar, en la que las masas proletarias dieron nueva prueba de su sentido de la disciplina y del orden
Los trabajadores de toda España desfilaron en imponentes manifestaciones cívicas, sin que en ninguna parte ocurriese el más leve incidente

El paro en Madrid

No obstante haberse señalado la hora de las nueve y media de la mañana para que las directivas, con sus respectivas banderas, ocupasen el puesto que les correspondía en la manifestación, dos horas antes de la señalada miles de trabajadores estaban ya en el paseo de Atocha.
Por medio de carteles indicadores los congregados sabían el lugar que les estaba señalado. Y así, con perfecto orden, sin el menor incidente, se formó la manifestación, la más grande en número que se ha celebrado en España.
Poco más de las once de la mañana se puso en marcha la manifestación, en cuyas presidencias, Unión General y Agrupación Socialista, iban los Sres. Besteiro y señora. Largo Caballero, Díaz Ramos, Araquistain, Cordero, De Francisco y todos los miembros de ambas ejecutivas.
Detrás formaron en el siguiente orden: Agrupaciones y juventudes políticas, marxistas y sindicalistas: Federación de Artes Gráficas, Edificación, ramo de la madera, metalúrgicos, artes blancas, oficinas y despachos, servicios sanitarios, industria hotelera, empleados de comercio, oficios varios, transporte, vestido y calzado, obreros de la piel, espectáculos públicos.
Las juventudes marxistas, uniformadas, ocuparon todo el ancho de los paseos del recorrido y formaron un doble cuadro en torno a la presidencia, y los afiliados a los grupos sindicales socialistas y revolucionarios, provistos de brazaletes, se situaron a ambos lados de la manifestación, cuidando de mantener el orden.

El recorrido hasta la Presidencia del Consejo de ministros

Durante el trayecto -Paseo del Prado, Recoletos, Castellana- no ocurrió el menor incidente. Los vivas al Frente Único, a Rusia, a Pablo Iglesias, a Marx, a Besteiro, Largo Caballero, Lenin, Thaelmann, José Díaz y otras ilustres figuras proletarias se sucedían sin interrupción, como igualmente los mueras a determinadas cosas y personas.
Es incalculable el número de trabajadores que se manifestaron ayer; pero afirmamos que es la mayor que registra la historia proletaria y política de nuestro país.
Todas las banderas de las organizaciones y millares de carteles y transparentes pedían la libertad de todos los presos antifascistas y la inmediata detención de los culpables de la bárbara represión de Asturias.

Las conclusiones entregadas al jefe del Gobierno

Al llegar ante la Presidencia del Consejo se destacaron varios miembros de las Directivas socialistas, Unión General y partido comunista, que hicieron entrega a D. Manuel Azaña de las peticiones que el proletariado eleva a los Poderes públicos, y que son las siguientes:
Las conclusiones

"Excelentísimo señor presidente del Consejo de Ministros: La clase trabajadora madrileña, representada por las organizaciones que suscriben…"[1]
Un incidente en la calle de Santa Engracia

Terminada la manifestación celebrada en Madrid con motivo del Primero de Mayo, algunos grupos de individuos pertenecientes a las milicias socialistas y comunistas pasaban a primera hora de la tarde por la calle de Santa Engracia y en dirección a su domicilio social. Cuando estos grupos marchaban por dicha calle, y cerca ya de la glorieta de Chamberí, un individuo, que, según las investigaciones practicadas después por la policía, se encontraba en estado de embriaguez, salió al balcón de una casa de la calle de Santa Engracia, arrojando a los manifestantes proclamas electorales de Acción Popular.

Otros incidentes

Se registraron otros incidentes, inevitables en estas grandes concentraciones populares.
El más importante de ellos ocurrió en la Casa de Campo, en el sitio denominado La Torrecilla. Riñeron dos grupos de excursionistas y resultaron dos heridos, por fortuna, no de gravedad. Se practicaron detenciones.

La Banca se suma a la fiesta

Además de los centros oficiales, en muchos centros y entidades particulares ondeó ayer la bandera nacional, como día señalado por la República.
Muchos Bancos, además de sumarse oficialmente a la fiesta, iluminaron sus edificios por la noche.

Día de campo

El espléndido día primaveral que ofreció el tiempo a la clase trabajadora en su jornada simbólica fue aprovechado por las familias obreras para gozarlo en el campo.
Desde primera hora unos, y después de la manifestación otros, los trabajadores todos se lanzaron a los alrededores madrileños para disfrutar del sol y del aire en alegre jira campestre.
Interminables filas de familias proletarias, con la merienda y la sana alegría reflejada en el rostro, proporcionaron un desfile magnífico por las arterias que afluyen a las afueras y éstas se vieron invadidas todo el día.
La Casa de Campo, la Dehesa de la Villa y el parque del Oeste constituyeron los predilectos lugares de asueto y algazara. En ellos hubo entusiasmo, alegría y bullicio infantil.
La gente joven cantó, bailó y disfrutó como sabe hacerlo. Y luego, al decaer la jornada, se inició el desfile de retorno al hogar, magnífico espectáculo, que tuvo su mayor intensidad en Cuatro Caminos, en el paseo de San Vicente y en Rosales.
En la Comisaría de Vigilancia de la Casa de Campo han sido recogidos varios niños que se han extraviado de sus familias al acudir estas a merendar a dicho lugar. Las autoridades han circulado las órdenes oportunas para que los familiares de dichos niños puedan conocer su paradero.



[1] Ver: "El Sol", 2 de mayo de 1936

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