DERECHO A LA SALUD
La salud es un derecho. Viene
contemplado en la Declaración Universal
de Derechos Humanos, en su artículo 25. Partiendo de esta declaración
ampliamente asumida a nivel mundial, no se entiende que las personas que han
ejercido otro derecho, en aplicación de la figura jurídica, denominada,
Reagrupación Familiar, reagrupando a sus familiares en nuestro país, estos
últimos no tengan derecho a la
asistencia sanitaria. Es así por una sentencia relativamente reciente del
Tribunal Supremo del 13 de mayo de 2019. En un Recurso de Casación para la
Unificación de doctrina presentado por el Instituto Nacional de Seguridad
Social, la Sala Social del Tribunal Supremo, resolvió que en los casos de
reagrupación familiar , el familiar reagrupado debe contar con seguro médico a
cargo de su familiar reagrupante y por ello, el no contará con tarjeta sanitaria ni asistencia sanitaria
pública.
Bien. Este artículo, no pretende,
ni puede entrar en disquisiciones legales. No son de nuestra competencia. Lo que
sí nos compete en nuestros barrios, es lo que nos encontramos y vemos en ellos día
a día, especialmente la vulneración de derechos universales, como es el
derecho a la salud. La salud está directamente relacionada en muchos casos, con
tener trabajo digno, vivienda, educación y lo fundamental, alimentación. Nada
de esto está siendo atendido con meridiana regularidad, equidad y justicia en
la grave crisis que estamos atravesando como consecuencia de la pandemia,
sumada a las condiciones que arrastramos de absoluta precariedad desde la
anterior crisis. Añadiremos que la pesadilla material, de degradación en las
condiciones de vida lleva décadas instalada en nuestras vidas.
En la Casa Vecinal de Tetuán, que
trabaja en el barrio del mismo nombre en Madrid, estamos asistiendo a diario, a
personas que se encuentran en la situación desesperada de no poder llevar a sus
familiares reagrupados, al médico. Están fuera del sistema, es decir excluidos.
No reciben por tanto asistencia sanitaria pública. Se trata en muchos casos, de
personas que ya tienen nacionalidad española y que acogiéndose a la
reagrupación familiar, han traído a sus padres y madres, ya mayores, a vivir
con ellos en nuestro país. Se les exige, según sentencia mencionada
anteriormente, un seguro médico a cargo del familiar que ha reagrupado.
Sobra decir que actualmente el
paro, la terminación del desempleo, los ERTES que terminarán en ERES, la
compleja maraña de retales que son las diferentes ayudas sociales, que quedan
convertidas en trámites administrativos
disuasorios para no acceder a ninguna, hacen imposible e insoportable el que la
mayoría de las personas que se encuentran en esta situación puedan pagarse, ni
de lejos un seguro médico. Hay que pagar mucho dinero en la privada, para que
te atiendan cuando padeces patologías graves. La ausencia de salud no se cubre,
pagando una cuota de seguro médico sin más. Además nos estamos encontrando que
según el Centro de Salud que le toque a uno, una persona mayor reagrupada será
vacunada o no. ¿Entienden ustedes algo? Se trata de Salud Comunitaria. Una vez
más los y las mayores están siendo dejados de lado, sin ninguna protección,
discriminados. El dolor de sus familiares al ver que no pueden atender a sus
padres y madres es inmenso. Los estamos viendo, llamando a muchas puertas y en todas es la negativa por respuesta y la
imposibilidad ante la sentencia dictada por el Tribunal Supremo del 13 de mayo
de 2019.
Desde la Casa Vecinal de Tetuán,
clamamos socorro y ayuda y hacemos un
llamamiento a nuestros representantes políticos, responsables de la justicia,
distintas administraciones, sociedad civil, sindicatos, asociaciones: Hay que revertir esta situación.
La Salud es un Derecho Universal.
(1) La sentencia se puede
consultar en formato pdf en https: //www.actasanitaria.com
Marian Giménez
Antonio Ortiz.
Madrid. 16 de Abril de 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario