martes, 11 de junio de 2013

"O me lo enseñas tú o te requisamos las tarjetas"


Policías municipales de Madrid borran fotos del fotoperiodista Olmo Calvo
Un grupo de policías municipales borró el contenido de la cámara del fotoperiodista Olmo Calvo, miembro de DIAGONAL, mientras cubría una acampada de parados en Vallecas (Madrid). Este es su relato de los hechos.
 
Olmo Calvo. Redacción web. 11/06/13
 
Los agentes borraron las fotos en las que consideraban que salían retratados. / Olmo Calvo

Olmo Calvo, fotoperiodista freelance y miembro del colectivo editor de DIAGONAL, fue retenido e identificado por miembros de la Policía Municipal de Madrid (dos uniformados y cuatro de paisano) durante la cobertura informativa que estaba realizando el lunes 10 de la acampada de la Asamblea de Parados de Fontarrón en el citado parque. Los agentes municipales requirieron visualizar el material fotográfico realizado por el periodista y borraron lo que consideraron oportuno de las tarjetas de memoria. Asimismo, requirieron el desbloqueo del teléfono del citado fotógrafo, el cual fue revisado por los agentes en busca de archivos multimedia de su actuación policial.

El relato de Olmo Calvo:

Llega un coche de la policía municipal y un coche de policía secreta. Veo que se acercan a la mesa de los parados que están acampados y me acerco a ver qué ocurre. Un policía secreta se aproxima a mí y me dice que no puedo tomar imágenes. Le explico que sí puedo hacerlo, porque soy periodista y estoy trabajando, mientras le entrego mi DNI y el carnet del Sindicato de la Periodistas de Madrid. Accedieron a que pudiera realizar mi trabajo, pero me advirtieron de que no podían verse las caras de los agentes.

Empecé a hacer mi trabajo respetando sus indicaciones, con dos policías secretas vigilándome a mis espaldas. Al acabar de hacer fotos y grabar vídeos, los policías secretas me devuelven el carnet de identidad y el de prensa y me informan que han terminado de identificarme. A continuación se me acerca un policía municipal de uniforme que me dice “ahora empiezo yo contigo”, me solicita nuevamente la documentación y me dice “me vas a enseñar todo lo que has grabado”. Ante esto le digo que no puede pedirme eso, que no le puedo enseñar el material porque soy periodista y es mi trabajo profesional.

Me responde: “Como quieras, esto me lo vas a enseñar. O me lo enseñas tú o te requisamos las tarjetas, vamos al coche que te voy cachear”, alejándome del grupo de personas hacia la patrulla policial. Me solicita que vacíe mis bolsillos sobre el asiento delantero del conductor y, en lugar de cachearme, revisa mi bolsa y saca todas las tarjetas de memoria que encuentra. “Me vas a mostrar todos los vídeos y fotos que tienes en tus tarjetas (que son 7: 2 de 16 GB, 2 de 8 GB, 2 de 4 GB y 2 de 2 GB). Le digo nuevamente que no puedo mostrarle mi trabajo y le señalo que lo que me pide es ilegal, a lo que me responde agarrando las tarjetas: “tú sabes cuál es la tarjeta donde está el vídeo en el que salimos, si me dices cuál es no vamos a tener que ver todas”. Saco la tarjeta y le reitero que lo que me pide es ilegal, que no le puedo mostrar mi trabajo. Me contesta “no puedes sacarnos las caras, si tú no sabes hacer su trabajo para eso estoy yo, para distinguir lo que está bien de lo que no está bien. Podemos hacer dos cosas: o me lo muestras tú o te requisamos todas las tarjetas”.

Ante esa amenaza accedo a enseñarles el contenido de la tarjeta con su intervención, remarcándole que me estaba pidiendo algo ilegal. Con la cámara al cuello, empiezo a enseñarle las imágenes. El agente, afirmando que no veía bien, me quita con sus propias manos la cámara del cuello y se la cuelga él. “Ahora yo voy a borrar donde aparezca mi cara”, dice el agente, a lo que le informo de que sólo un juez puede revisar mis imágenes. Me contesta “si considera que estoy haciendo algo ilegal, denúncieme, que yo le denunciaré a usted”. Al encontrar un vídeo en el que afirma que se le identifica, me pide que lo borre diciéndome “podemos hacer dos cosas, o lo borra usted o lo borramos nosotros”, a lo cual le contesté que era una petición totalmente ilegal, que hiciesen lo que quisieran. El agente de policía municipal procede a borrar el archivo de mi cámara.

En ese momento llamo a un compañero para comentarle lo que me estaba pasando y el mismo agente de policía me informa de que no puedo utilizar el teléfono hasta que acabe la intervención y me lo requisa afirmando que “lo había grabado”.

Le digo que no me puede quitar el teléfono, que es ilegal, a lo que el me contesta “desbloquéame el móvil, si no lo haces te requisamos el material”. Accedo a desbloquearlo y empieza a revisar el contenido, preguntándome por los supuestos vídeos que había en él. Le informo de que no he grabado nada, que mi teléfono no lo permite porque no tiene tarjeta de memoria, y visiblemente nervioso insiste afirmando “que he sacado la tarjeta”.

Le explico que lo saqué para llamar a un compañero y contarle mi situación y en esta ocasión me cree. El policía uniformado me devuelve el teléfono y la cámara y se marcha a hablar con las personas acampadas. Pregunto a los policías secretas que seguían la situación si habían terminado y si podía recoger mi bolsa que estaba en la patrulla policial, a lo que contestaron afirmativamente. A partir de ese momento me quedé observando la situación, pero sin hacer fotos.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/libertades/policias-municipales-madrid-borran-fotos-del-fotoperiodista-olmo-calvo.html

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