La aprobación de la tasa de la basura, en 2009, provocó el rechazo generalizado de
la ciudadanía madrileña, que solo en 2010 registró más de 62.000 reclamaciones.
Parejo descontento había provocado tres años antes la implantación de
parquímetros en los barrios periféricos, una medida que activó un combativo
movimiento. Ambas batallas recibieron ayer sus primeros frutos con el anuncio,
por parte de la alcadesa de Madrid, de la retirada de la tasa de la basura en
2015 y del SER en los cascos históricos de Carabanchel, Fuencarral y
Hortaleza.
FRAVM, 29-04-2014
La retirada, en 2015, de la tasa de la basura anunciada
ayer por la alcaldesa Ana Botella constituye un aval a una sentida
reivindicación vecinal que en el año 2009, año de su aprobación, fue objeto de
numerosas movilizaciones convocadas por el movimiento vecinal y organizaciones
de consumidores por considerarla meramente recaudatoria, por no ser progresiva
ni responder a criterios de sostenibilidad ecológica.
La aprobación de la tasa provocó una activa oposición
de la ciudadanía, que registró más de 62.000 reclamaciones solo en el año
2010.
La supresión del Servicio de Estacionamiento Regulado
en los cascos históricos de Carabanchel, Hortaleza y Fuencarral constituye, en
este caso, una victoria de los colectivos antiparquímetros que, desde su
instalación en el año 2006, han luchado contra la implantación del SER en estos
y otros barrios de la periferia por considerarla una medida meramente
recaudatoria.
Los colectivos, que hace apenas unos días registraron
más de 1.000 alegaciones contra la nueva ordenanza de movilidad de la capital
pedían la retirada de los parquímetros en los casos históricos de los tres
distritos, pero también en los barrios de El Pilar y La Paz, de Fuencarral y de
Valceadederas y Almenara (Tetuán), ámbitos en los que continuarán luchando por
su definitiva desaparición.
La rectificación del Ayuntamiento de Madrid da la razón
a los colectivos que no han dejado de denunciar los nulos beneficios de una
medida que solo ha reportado pérdidas a los pequeños comercios de los ámbitos
afectados y cuantiosas multas a quienes han peleado por una retirada que ahora
avala el equipo de Gobierno municipal.
La apertura del ciclo electoral que comienza con las
elecciones europeas el próximo mes de mayo y que se prolonga hasta el año que
viene con los comicios autonómicos y municipales empieza a hacer efectivas
algunas de las reivindicaciones que, en los últimos años, ha puesto en escena el
movimiento vecinal. Un movimiento que en la actualidad sigue trabajando para
mejorar las condiciones de vida de los barrios de la capital, durante castigados
como consecuencia de los recortes que las administraciones han aplicado con la
coartada de la crisis y que en Madrid se manifiesta, entre otras, en la
congelación de inversiones destinadas a construir dotaciones, públicas, algunas
comprometidas desde hace años, el cobro de la teleasistencia, el deficitario
mantenimiento de parques y jardines y del mobiliario urbano, de los servicios de
limpieza viaria...
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