Skyline en Tetuán
Marian Giménez
Conozco a gigantes que no les importa mecerse con el viento
Se desprenden de sus frutos maduros, alimentan y siembran de nuevo.
Acogen a la gente.
Es el tiempo ancestral de las asambleas vecinales bajo sus copas.
Toda la comunidad reunida, participando de la vida.
Verde que te quiero verde…Decía el poeta
En el terruño pobre, se acuñan
palabras de realidades antiguas, nada novedosas: Gentrificación.
Es la expulsión que escribe otro poeta de Los Nadie
Es la tierra antigua de los traperos y de las chabolas.
Todavía es la tierra de las casas bajas. Son la memoria de lo que había
allí.
Una estela verde que te quiero verde, recorría el Paseo del Canal Bajo
y tu Cornisa.
Eran casas dignas y pobres, con
huertas y gallinas
y sí, con niños sucios, llenos de mocos, jugando
en el barro.
Mujeres tendiendo la ropa en el jardín sin piscina, ni césped. No
tomaban el sol. Trabajaban.
Han venido las Skyline a
Tetuán
Las infames Torres de Mordor, son gigantes que no se mecen con el
viento.
Sus tambores replican: “Ponemos los cimientos de tu vida”:
Habrá piscinas privadas, huertos
urbanos y todo hecho con material sostenible.
Los cimientos son las luces de neón de las finanzas y los
negocios obscenos
que van recorriendo la ciudad.
Las dádivas regaladas por alguna autoridad, que no ha pensado en la
gente y solo en quitarse el muerto de
encima.
La obscenidad encumbrada en forma de huerto urbano y material
sostenible.
Todo diseñado para expulsarnos.
¡Resistencia. Son nuestras vidas!
LOS CIMIENTOS, LOS PONEMOS NOSOTROS. Nuestra identidad también
¡ Ay mi vieja morera¡ Sé gigante una vez más y acompáñanos.
Remuévete en tus raíces, llama a los Ents,
esos árboles parlantes, que siempre existieron.
Contigo iremos.
NOTA: Los Nadie, hace referencia al libro de poemas, La Tierra de los Nadie de
Javier López
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