Vecina de Grazalema (Cádiz).
Fue una de las 15 mujeres, entre 20 y 30 años, asesinadas por los sublevados,
junto a un adolescente, al que se obligó a cavar un agujero donde serían
arrojados todos los cuerpos. Detenidas, tras ser ocupada Grazalema el 15 de
septiembre de 1936, unos días más tarde fueron sacadas de las dependencias
policiales y conducidas en una furgoneta a diez kilómetros del pueblo,
dirección a Ronda. Tras hacerlas caminar quinientos metros, las dieron muerte.
En el verano de 2008, fue abierta la fosa, a iniciativa del Ayuntamiento de
Grazalema, la Diputación de Cádiz y colectivos de la memoria histórica. Son
conocidas como las 15 Rosas de Grazalema.[1]
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