Casi dos meses después, los destrozos causados por Filomena en la Dehesa de la Villa siguen estando presente, con numerosas ramas desgajas aún sin retirar.
A pesar de todo, la Dehesa de la Villa resiste, llenándose cada fin de semana, de cientos de personas divirtiéndose, con los niños y niñas jugando entre sus ramas o amontonando troncos e ideando mil y una historias...
Un bosque en la ciudad que nos permite soñar, vivir una o mil aventuras. La cabaña de un elfo? La guarida del más terrible animal que conocieran aquellos contornos? Un cartel nos advierte "No entrar".
Puesta de sol. Hasta otro día
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