MANDARINO
Citrus reticulata
Árbol
de características similares al naranjo, aunque más pequeño (2-6 m) y con porte
frecuentemente torcido.
Las hojas son oblongas o
elíptico-lanceoladas, de 3,5-8 x 1,5-4 cm, con márgenes serrados y ápice
obtuso.
Las inflorescencias son
axilares o terminales, con 1 a 4 pequeñas flores (1,5-2,5 cm de diámetro) con 5
pétalos de color blanco. Son muy perfumadas, al igual que las hojas al
machacarlas.
El fruto, la mandarina, es
de forma globosa y algo deprimida en los polos, de unos 5 a 8 cm de diámetro;
de color amarillento, naranja o rojo anaranjado, con piel brillante y fina
marcada por multitud de glándulas oleaginosas que exhalan el mismo perfume que
las flores.
Hay un ejemplar en la calle
de Lérida.[1]
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