ABEDUL
Betula
alba
El abedul
es un bello árbol caducifolio originario del norte de Europa y Asia, donde
crece en las riberas de ríos, arroyos y laderas húmedas. En la península
Ibérica está muy presente en el norte. Segón Antonio López Lillo: “El nombre
castellano procede de la denominación latina betula, que parece ser tiene su origen en el vocablo betu, que es como los celtas conocían al
abedul. La palabra alba hace
referencia al colorido blanco de la corteza”. Puede alcanzar entre 10 y 30
metros de altura en su hábitat natural. Cuando el árbol está sin hojas, en
invierno, el atractivo de la corteza destaca todavía más. Tiende a desarrollar
varios troncos desde la base (multitronco). La copa es de porte
cónico-piramidal, pero irregular, o llorona (de ahí Betula pendula). Presenta hojas alternas, pecioladas, de forma
romboidal y con el borde irregularmente dentado; el haz es brillante y el envés
suele presentar vello. Son de color verde y en otoño, antes de caer, se tornan
amarillo dorado. Sus flores —femeninas y masculinas— surgen en primavera,
dispuestas en amentos colgantes en la terminación de las ramas secundarias. A
finales del verano desarrolla frutos en forma de nuez. Se pueden ver algunos
ejemplares en el parque de Agustín Rodríguez Sahagún.[1]
[1]
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