ACACIA DE CONSTANTINOPLA
Albizia
julibrissin
Planta
muy extendida por el cultivo. Se introdujo en Europa en 1745. También ha sido
cultivada en Estados Unidos y Africa tropical. Su presencia es muy habitual en
todas las zonas costeras españolas. Árbol de largas ramificaciones, a menudo
combadas, y follaje muy elegante, parecido al de los helechos, puede llegar a
los 15 m de altura, con copa ancha y abierta y de ramitas, raquis y
inflorescencia tomentosos. Caducifolio. La corteza es de color gris oscuro y
torna a color verdoso con rayas verticales a medida que envejece. Las hojas, de
estipulas caducas más pequeñas que los
folíolos, son bipinnadas, de 20-45 cm de largo y 12-25 cm de ancho. Florece
en el verano y principios del otoño, a partir de junio (o finales de mayo en
algunos años), hasta septiembre, octubre o incluso noviembre. Los frutos
maduran el otoño y éstos se mantienen bastante tiempo sin caer. Legumbres
rectas o subfalcadas, colgantes, aplanadas, castañas, de 10-20 cm de largo. En
Tetuán podemos verla en la calle de San Aquilino.[1]
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